ACS trocea Clece tras recibir ofertas por su división de servicios y residencias de mayores

ACS ha llevado a cabo una reordenación societaria de Clece, la compañía holding que agrupa las actividades de limpieza, mantenimiento integral, servicios sociales, aeroportuarios y atención sanitaria. El grupo presidido por Florentino ha segregado el grupo en tres divisiones, después de que en los últimos meses varios fondos de capital riesgo hayan mostrado su interés por algunos de sus negocios y de que tanto Ferrovial como Sacyr y OHLA hayan vendido empresas similares a múltiplos muy elevados.

Por una parte, Clece ha traspasado a Atende Servicios Integrados gran parte de su patrimonio consistente en los activos y pasivos que se encuentran afectos a la actividad de servicios sociales. La operación, que incluye las 17 residencias de ancianos que ACS gestiona en régimen de concesión, fue aprobada el pasado 19 de junio, tomando como referencia para la operación los balances de ambas compañías a diciembre de 2022. Esas concesiones, en ciudades como Salamanca, Burgos, Soria, Cartagena, Vigo o Barcelona, están incluidas en la filial Clece Vitam, que cerró con ligeras pérdidas el pasado año.

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Por otra parte, ACS ha transmitido a Avio Soluciones Integradas el negocio de mantenimiento, eficiencia energética y facility services que hasta ahora estaba bajo la cabecera de Clece. Esta compañía, con apenas un patrimonio de 350.000 euros, se dedica esencialmente a la limpieza de trenes y al mantenimiento de vehículos ferroviarios. Por último, ha traspasado a Serveis Integrals Lafuente su actividad de limpieza de hospitales en la Comunidad Valenciana.

Fuentes oficiales de ACS han rehusado contestar a El Confidencial por el motivo de este troceo de Clece, que factura cerca de 1.000 millones de euros y supone la mitad de la cifra de negocio de ACS Servicios y Concesiones. Otras fuentes señalan que la decisión obedece a una reestructuración de las tres divisiones en sociedades que agrupen actividades distintas, aunque en la mayoría dependan de contratos con las administraciones públicas, tras recibir numerosos acercamientos de inversores interesados en algunos de los negocios.

No obstante, debido a la carga social, ya que todas las sociedades tienen plantillas muy grandes, y la repercusión pública de algunos servicios, como ocurrió con las residencias de mayores con la pandemia, estas muestras de interés no se han convertido en ofertas en firme.

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En todas los negocios, ACS se ha centrado en ir a concursos con umbrales mínimos de rentabilidad, sin que el precio fuese el principal factor para llevarse el contrato. Para evitar los citados problemas, la constructora presidida por Florentino Pérez, pero dirigida ya con mando en plaza por el consejero delegado, Juan Santamaría, ha incluso renunciado a clientes que le exigían rebajar los costes a costa de reducir la calidad de los servicios, según documentos internos. "Hemos apostado por clientes que valoran el servicio frente al precio, realizando propuestas con criterio, ajustadas a las necesidades de los clientes y manteniendo un alto nivel de calidad. Estas ofertas han sido valoradas positivamente por los clientes, sin ser las propuestas más económicas", subraya.

En los últimos meses, Ferrovial vendió su filial de servicios en España a Portobello por 170 millones de euros, más un ingreso adicional de 50 millones condicionado a resultados futuros. Después traspasó este mismo negocio en Reino Unido, donde había tenido muchos problemas con las autoridades, por 454 millones. Este verano, Sacyr enajenó Serveo a Portobello, mientras un fondo de Morgan Stanley adquirió la subsidiaria de medioambiente por 425 millones.

Santamaría no ha incluido a Clece entre las grandes líneas estratégicas que tienen que dibujar la ACS del futuro, que considera que tiene que apostar por las infraestructuras y las concesiones, especialmente la construcción de centros de datos.