Ni Mattel ni Warner Bros: una marca de ropa es la gran vencedora del taquillazo de 'Barbie'

Barbie es un éxito mundial. No solo se ha convertido en la película más taquillera de 2023, sino que ha superado a Harry Potter y las reliquias de la muerte: parte 2 como el mejor estreno en los 100 años de historia que tiene Warner Bros. Su recaudación supera con creces los 1.000 millones de dólares y todavía está disponible en cines. Estas mareantes cifras llevan a pensar que tanto la productora cinematográfica como Mattel, el dueño de la conocida muñeca, se están haciendo de oro. Pero lo cierto es que la empresa que, de momento, está rentabilizando la fiebre rosa es GAP, una conocida marca de ropa estadounidense.

Se debe principalmente a dos factores: el fichaje como CEO del directivo de Mattel que llevó a Barbie a la gran pantalla y el éxito de la colección de ropa inspirada en la conocida muñeca. GAP se ha apoyado en estas dos circunstancias para ganarse la confianza de los inversores, acumulando en bolsa una revalorización del 27% desde que el pasado 21 de julio se estrenó la película. En tan solo un mes y medio, sus acciones han recuperado de sobra todo lo que habían perdido en el resto del año. En cambio, Mattel solo ha subido un 5% y Warner Bros ha caído un 11% durante el mismo periodo.

El fichaje de Richard Dickson, antiguo director de Operaciones de Mattel, es lo que ha insuflado más optimismo. Fue uno de los gurús que detectaron la oportunidad de llevar el mundo de Barbie al cine para revivir la compañía y ahora el mercado espera que haya llegado a GAP con otra receta mágica bajo el brazo. Cuando se conoció esta noticia, aun sin saber cuáles iban a ser los planes del nuevo CEO, los títulos de la compañía repuntaron más de un 7%.

El mercado rechaza la incertidumbre, por lo que sorprende la fe ciega que se ha puesto en Dickson sin que este haya presentado plan alguno. Los expertos de Bloomberg Intelligence apoyan su optimismo "en que el nuevo CEO, Richard Dickson, a quien se le atribuye el reciente éxito de Barbie, pueda liderar un retorno a un crecimiento rentable con el tiempo". Un argumento similar al que utilizaban los analistas de Citi: "Si bien aún tiene que presentar una visión para el futuro de GAP, se espera que aporte estabilidad a una empresa que ha enfrentado agitación en su liderazgo en los últimos años en medio de una debilidad prolongada".

Por otro lado, está el furor por la ropa rosa. La textil estadounidense fue una de las compañías que primero se lanzaron a vender prendas con licencia Barbie, realizando el lanzamiento de su colección en mayo, dos meses antes del estreno de la película. Esta estrategia fue un poco dudosa, porque por aquel entonces todavía no se había desatado la locura por la icónica muñeca.

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Pero la situación cambió cuando debutó en los cines. El fin de semana se llenaron las salas con fans vestidos completamente de rosa, las tiendas de ropa que habían alcanzado un acuerdo con Mattel vieron cómo los clientes se lanzaban a por estas prendas. Los inversores, pendientes siempre de cualquier mínimo detalle que les haga ganar dinero, se lanzaron a comprar acciones de GAP cuando la película se convirtió en el mejor estreno del año en Estados Unidos, entre otros países, haciendo que su cotización repuntase más de un 3%. Aunque al día siguiente hubo una ligera recogida de beneficios, esta tendencia al alza se asentó.

Eso sí, antes de mejorar sus recomendaciones, los expertos todavía necesitan ver cuáles son los planes de Dickson y cómo se traduce la fiebre rosa en la cuenta de resultados. Por el momento, solo el 19% de los analistas recogidos en Bloomberg recomienda comprar, mientras que un 57,1% aconseja mantener y un 23,8% se decanta por vender. Después de muchos trimestres viendo cómo descendían los ingresos de GAP, necesitan hechos más concretos para subir su apuesta. Ahora mismo, le otorgan un precio objetivo de 11,06 dólares por acción, un 5% menos que los 11,65 dólares en los que cerró el pasado viernes.

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En el caso de Mattel, el efecto Barbie será más evidente en su cuenta de resultados. Solo queda conocer cuál será la magnitud del mismo, una incógnita que se resolverá cuando se confiese ante el mercado el próximo 25 de septiembre. La duda está en ver si las ventas de la muñeca recuperan parte la fortaleza que tenía en la década de los noventa y, sobre todo, cuantificar el porcentaje de los beneficios de la película que entra en las arcas de la empresa de juguetes. Hasta la fecha, la compañía no ha desvelado si se llevará o no una parte de la recaudación obtenida por Warner en las salas de cine.

Los analistas aún no se han mojado demasiado en sus previsiones de venta para ninguna de estas compañías. En el caso de Mattel, que debería beneficiarse notablemente del furor social, apenas estiman unos ingresos un 1% superiores a los del año pasado. Y en GAP, que es cierto que tiene muchos deberes por hacer, la estimación es que incluso descenderán en un 6%. La realidad es que, sin Barbie, la situación de ambas sería seguramente mucho peor.