'Barbie' tensa a los países árabes donde se ve como un ataque "a la ética y tradiciones sociales"

La película Barbie, de Greta Gerwig, no está sentando nada bien en los países del golfo Pérsico. Aunque en algunos hay colas considerables en los cines e incluso hay quien ha acudido con la ropa tradicional (la abaya) completamente de rosa en la presentación de la cinta, las aventuras de Barbie y Ken en Barbieland están provocando más tensiones que alegrías, según un reciente reportaje publicado por la agencia de noticias AFP. De hecho, hay países que directamente no la han estrenado. Tampoco es algo que extrañe tanto.

Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos sí la muestran en sus cines, donde, por cierto, las mujeres no podían acudir hasta 2018. Otro mensaje de apertura hacia la sociedad occidental como las exposiciones artísticas que han aflorado en los últimos años. Es más, al contrario que algunos de sus vecinos, se han dejado llevar hasta las últimas consecuencias por la moda rosa. Por ejemplo, dice AFP, en los restaurantes de Riad, la capital saudí, se han introducido platos y bebidas inspirados en la película.

"Si la película incluye principios o conceptos opuestos a aquellos en los que creemos, no debería proyectarse en Arabia Saudí"

Y en Dubái, la capital de los Emiratos, los cines están adornados con recuerdos y fotomatones con forma de cajas de muñecas. Hasta uno de ellos fue una mujer saudí con sus tres hijas vestidas de rosa, que aunque señaló que "si la película incluye principios o conceptos opuestos a aquellos en los que creemos, no debería proyectarse en Arabia Saudí ni en otros países del Golfo", pero quisieron darle una oportunidad a la cinta.

Ahora bien, también hay ciudadanos de ambos países que se han postulado completamente en contra aunque no la hayan visto. Como Hanan Al-Amoudi, una madre saudí que señaló a la agencia que no tiene ningún interés en verla: "Apoyo la libertad y la apertura, pero con respecto a Barbie, escuché que desafía la masculinidad", afirmó, vestida con una abaya negra y un niqab que cubre la cara. E insistió: "Que un hombre se parezca a una mujer usando maquillaje y vistiendo afeminadamente... Esto es algo que no me gusta", dijo, refiriéndose al Ken de Ryan Gosling.

Ridiculiza a las madres

En otros países como Kuwait, Qatar y Omán directamente no se puede ver Barbie. También está prohibida en Argelia y Líbano. En este país, su ministro de Cultura, Mohamed Murtada, condenó públicamente la película al considerar que "promueve la homosexualidad" y fomenta "la fea idea de rechazar la custodia del padre, menospreciando el papel de la madre y ridiculizándolo, cuestionando la necesidad del matrimonio y de formar una familia".

Kuwait la prohibió alegando "proteger la ética pública y las tradiciones sociales". Los kuwaitíes, sin embargo, han logrado verla a través de páginas web piratas e incluso algunos han cruzado la frontera a Arabia Saudí (como España hacía con los cines de Biarritz en la dictadura). La periodista kuwaití Sheikha Al-Bahaweed lo contó a través de las redes sociales, aunque no le llegó a gustar demasiado la película por no ser suficientemente feminista. "Es un feminismo blanco, colonial y superficial. El feminismo nunca se basa en sustituir un sistema patriarcal por uno matriarcal, sino en la igualdad, la justicia y la igualdad de oportunidades", señaló.

Por su parte, en Bahrein, aunque no está prohibida, no se han cortado a la hora de atacar la película de la que lo que más ha molestado es la representación masculina. El predicador islámico Hassan Al-Husseini, seguido por millones de personas en las redes sociales, criticó la película en su Instagram por "rebelarse contra la idea del matrimonio y la maternidad", mostrar a hombres "sin virilidad" y representarlos como "monstruos".