Endesa afronta litigios de más de 1.650 M por sus compras de gas a grandes proveedores

Endesa afronta dos grandes reclamaciones por sus compras de gas a proveedores internacionales. La eléctrica mantiene dos litigios en los que le reclaman 1.827 millones de dólares (unos 1.650 millones de euros al cambio) por los aprovisionamientos a nivel mayorista con que posteriormente suministra a sus clientes en España, tanto a nivel residencial como industrial.

La compañía prevé que el primero de los arbitrajes se resuelva ya durante este verano. Su suministrador de GNL interpuso una demanda reconvencional en 2022 tras no llegar a un acuerdo sobre la revisión del precio que contempla este contrato de aprovisionamiento de largo plazo. El montante solicitado asciende a 1.270 millones de dólares (unos 1.150 millones de euros), según consta en documentación oficial que Endesa ha actualizado este mismo miércoles.

Además de la anterior, el pasado mes de marzo, otra empresa productora de gas natural licuado que suministra a la energética propiedad de Enel inició otro arbitraje. En este caso, Endesa estima la reclamación en 557 millones de dólares (más de 503 millones de euros). En este caso, la eléctrica prevé que el desenlace del litigio se produzca en el segundo semestre de 2024, dentro de más de un año.

Pese a las importantes cantidades, Endesa y sus asesores creen que la resolución será favorable a sus intereses, por lo que no ha provisionado cantidad alguna por estos frentes arbitrales. "La sociedad considera que esta reconvención es infundada y extemporánea, y sus asesores legales externos opinan que la probabilidad de que la misma sea estimada es remota", sostiene respecto del primer litigio, la mayor reclamación. "La sociedad considera que esta demanda no está suficientemente fundada", considera respecto del segundo.

Los conflictos arbitrales de Endesa se dan en pleno proceso de venta de parte de su cartera. Este mismo miércoles, el director financiero del grupo, Marco Palermo, ha señalado respecto de esta hipotética venta de contratos de gas que "el perímetro de esas discusiones está básicamente limitado a una parte de nuestra cartera, y esto es probablemente alrededor de 2 bcm de nuestros 6 bcm, especialmente los 2 bcm que vienen de los Estados Unidos".

Endesa no ha desvelado quiénes son las contrapartes de los arbitrajes. La compañía renovó con Sonatrach un contrato de aprovisionamiento de gas en septiembre de 2022 por 1 bcm. Previamente, anunció un contrato de 20 años con Cheniere Energy, que le suministra GNL por barco desde el puerto de Corpus Christ, en Texas (EEUU).

En febrero de 2020, cuando el covid hundió los precios, las grandes energéticas españolas replantearon sus compras de gas e incluso cancelaron algunos de estos contratos. También Endesa activó alguna de estas cláusulas de suspensión.

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Cotizalia / Agencias

Las controversias respecto del precio a pagar por los grandes suministros de gas son una fuente de litigios habitual. Se trata de contratos a muy largo plazo que se van revisando cada cierto tiempo. Las revisiones se hacen bajo los precios que marcan los mercados, aunque los términos suelen ser secretos y se guardan con celo por las partes. En los dos últimos años, el precio del gas ha sufrido la mayor volatilidad de su historia. Durante la pandemia, llegó a caer hasta los cinco euros por MWh y posteriormente, tras desatarse la guerra en Ucrania, se disparó en 2022 hasta los más de 300 euros por MWh, según los datos del TTF, el mercado de referencia en Europa.

Tras las fuertes subidas, en estos momentos el precio se va normalizando y ya está ligeramente por encima de los 20 euros por MWh. La otra gran suministradora gasista de España, Naturgy, también tuvo que litigar con Sonatrach, el proveedor de gas de Argelia, por las revisiones de precios. Primero con el hundimiento de precios y más tarde ante las subidas récord nunca antes vistas. Por otro lado, Endesa y Naturgy mantienen arbitrajes por el gas en Reino Unido.

Actualmente, Naturgy está negociando las condiciones del contrato de gas con Sonatrach para este 2023. La firma negocia bajo un escenario de distanciamiento político y diplomático entre España y Argelia por el giro histórico que dio el Gobierno de Pedro Sánchez en 2022, cuando apoyó los postulados de Marruecos sobre el Sáhara, lo que provocó el malestar de Argel.