BBVA sufre tras el batacazo de la lira turca y su mayor desplome desde el verano pasado

BBVA se desmarca este miércoles de las leves subidas que registran el resto de los bancos, puesto que cae en torno a un 1% mientras otros como Santander escalan un 0,5%, mientras que Bankinter se anota cerca un 1%. ¿El motivo? El castigo que está sufriendo la lira turca, que se ha depreciado un 1,8% respecto al cierre de ayer, al cambiarse a 20,7 unidades por dólar y 22,3 por euro, manteniendo así el proceso de pérdida de valor, es el más brusco desde el verano pasado y le ha puesto, de nuevo, en mínimos históricos.

Un comportamiento que no solo ha sufrido este miércoles el banco presidido por Carlos Torres, con fuerte presencia en el país gracias a Garantia, ya que ayer la lira sufrió una caída del 1%, mientras se especula sobre el nuevo Gobierno que formará en los próximos días el presidente Recep Tayyip Erdogan, reelegido en las elecciones del domingo. El mandatario dirige hoy la última reunión de su actual Ejecutivo y se está pendiente de si habrá cambios, especialmente en las áreas económicas.

Según los analistas, el cambio de la lira está sostenido artificialmente por el Banco Central, que vende divisas para evitar el desplome de la moneda, socavada por una alta inflación, actualmente del 40% interanual. Pero al llegar a negativo las reservas netas del banco la semana pasada, por primera en 20 años, crecen las dudas sobre si el Gobierno podrá mantener mucho tiempo esta táctica, destinada a incentivar consumo, gasto y empleo, sin permitir la devaluación de la moneda.

Una política ortodoxa para frenar el ciclo y sanear la economía sería una drástica subida de los tipos de interés, actualmente en el 8,5%, para incentivar el ahorro y estabilizar la lira, pero conllevaría un estancamiento de la economía, con riesgo de mayor desempleo. Antes de las elecciones, estas medidas habrían perjudicado las perspectivas de Erdogan de ser reelegido, pero si se aplicarán ahora sigue siendo, de momento, una incógnita.

La economía turca crece, pese a los terremotos

La economía turca creció un 4% en el primer trimestre de 2023 y alcanzó un producto interior bruto (PIB) de 245.000 millones de dólares, según los datos difundidos este miércoles por el Instituto Estadístico Turco (TÜIK). Los efectos de los terremotos de febrero pasado, que dejaron más de 50.000 muertos y devastaron una enorme región del sureste de Turquía, supusieron unas pérdidas de 100.000 millones de dólares y probablemente reduzcan en 1,6 puntos el crecimiento previsto para el año 2023, según estimó la Presidencia turca en marzo pasado.

El crecimiento del PIB en los tres primeros meses del año es menor que la del primer trimestre de 2022, que fue del 7,6%. Los sectores que más han crecido han sido el de servicios, con un 12%, y el de finanzas y seguros, con un 11%, mientras que el sector de construcción ha subido un 5% y el de la inmobiliaria, solo un 1,4%.