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El saldo de hipotecas cae a mínimos de 2005 ante el frenazo del crédito
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SE REDUCEN LAS NUEVAS OPERACIONES

El saldo de hipotecas cae a mínimos de 2005 ante el frenazo del crédito

Las nuevas operaciones se quedan por debajo del importe que se amortiza o vence. Hay un desapalancamiento de familias y hogares en medio de una menor oferta de la banca

Foto: Foto: iStock.
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El crédito ha entrado en una tendencia de reducción con el deterioro de las perspectivas macro y la subida de tipos de interés. Aunque hay muchas empresas refinanciándose para ser sostenibles y también hay familias que ya tiran del crédito para llegar a final de mes, la fotografía general es de desapalancamiento. El volumen vivo de crédito total ha caído a mínimos previos a la pandemia, y el de hipotecas se estanca en mínimos desde 2005.

Fuentes financieras coinciden en señalar que la demanda lleva desinflándose desde después del pasado verano, tanto en hipotecas como en empresas. De hecho, en este último segmento, se ha reducido la petición de préstamos para invertir. Una prueba de ello es que se ha desplomado el mercado de M&A, dado que muchas compras o fusiones se hacen con financiación. En general, fuentes bancarias aluden a una menor demanda de hogares y empresas para explicar la tendencia descendente en el crédito.

Foto: Ana Botín, presidenta de Santander. (Reuters/Violeta Santos Moura)

Los bancos tampoco tienen demasiado apetito por incrementar el crédito, teniendo en cuenta que temen un incremento de la morosidad, por lo que están potenciando la generación de ingresos por comisiones con ventas de productos y esperando que la mera subida del euríbor reprecie la cartera de crédito, al incrementar el tipo que cobran por las hipotecas variables, lo que dispara los márgenes sin necesidad de expandir más el crédito.

Las últimas encuestas de préstamos del Banco de España muestran la intención de la banca de restringir la oferta, tanto con un endurecimiento de las condiciones como encareciendo los préstamos en todos los segmentos: hipotecas, consumo y empresas. Y también muestran que esperan menos demanda, ya que el crédito es más caro y hay incertidumbre como para invertir en una vivienda o en bienes físicos en el caso del segmento empresarial. Las nuevas operaciones de hipotecas y en empresas ya rozan un tipo medio del 4%, con el euríbor cerca de esta cota.

Las estadísticas del Banco de España llegan hasta febrero. En los dos primeros meses del año, el importe de las hipotecas constituidas se situó por debajo de los 4.000 millones, en 3.835 millones en enero y en 3.668 millones en febrero. Con la excepción del pasado mes de agosto —en verano, suele haber menos actividad— hay que remontarse a los peores momentos del covid para ver cifras mensuales por debajo de los 4.000 millones. En febrero de 2022, antes de que se dispararan los tipos de interés —el euríbor aún estaba en negativo—, el importe de las nuevas hipotecas fue de 4.742 millones.

Mientras se reducen las nuevas operaciones, sigue habiendo amortizaciones y vencimientos. Así, el stock de crédito se reduce. El crédito vivo se situó en febrero en 1,19 billones de euros, por debajo de los 1,2 billones por primera vez desde marzo de 2020. Es decir, vuelve a niveles prepandemia, ya que con el covid aumentó a través de los créditos a empresas con aval del ICO, mientras que el año pasado fue positivo en volúmenes de hipotecas.

Este segmento, el de préstamos para la adquisición de una vivienda, es el que más se frena en nuevas operaciones y donde más cae el crédito vivo. La cifra disminuyó en febrero en 3.124 millones en el cuarto trimestre, respecto al tercero, según los últimos datos disponibles, si se tienen en cuenta solo los préstamos para la adquisición de vivienda con garantía hipotecaria.

Hay que retroceder a enero de 2006 en la serie histórica para encontrar una cifra similar en el saldo vivo de hipotecas, con la excepción del desplome que se vivió durante la pandemia. En plena burbuja inmobiliaria, la cifra tenía una tendencia creciente que llegó a situarse por encima de los 600.000 millones entre enero de 2009 y noviembre de 2011. Desde entonces, empezó una reducción, frenándose en 2019, con una nueva caída durante el covid, y repunte el año pasado. Sin embargo, fuentes de los bancos observan que el saldo ha seguido cayendo en 2023, y que vuelve una tendencia de disminución.

Es decir, los bancos asumen que el saldo entrará este año en mínimos desde 2005 ante la menor demanda de las familias, como también está ocurriendo en el segmento de empresas. El Banco de España también percibe esta disminución, como señaló la semana pasada Ángel Estrada, director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución, que comentó que están observando "reducciones en hipotecas y empresas". También añadió que, aunque añun no tienen toda la información, "sí sabemos que las nuevas operaciones están cayendo".

El crédito ha entrado en una tendencia de reducción con el deterioro de las perspectivas macro y la subida de tipos de interés. Aunque hay muchas empresas refinanciándose para ser sostenibles y también hay familias que ya tiran del crédito para llegar a final de mes, la fotografía general es de desapalancamiento. El volumen vivo de crédito total ha caído a mínimos previos a la pandemia, y el de hipotecas se estanca en mínimos desde 2005.

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