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Europa propone flexibilizar el acceso al 'bote' común para rescates bancarios
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Europa propone flexibilizar el acceso al 'bote' común para rescates bancarios

La Comisión Europea anuncia este martes la reforma del marco de crisis, en la que se quiere facilitar el posible recurso a los 80.000 millones que tiene el Fondo Único de Resolución

Foto: Sede de la Comisión Europea en Bruselas. (EFE/Olivier Hoslet)
Sede de la Comisión Europea en Bruselas. (EFE/Olivier Hoslet)
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Europa pone a punto su artillería para los rescates bancarios tras las crisis de Silicon Valley Bank (SVB) y Credit Suisse y el susto de Deutsche Bank. La Comisión Europea (CE) anunciará este martes la revisión del CMDI (Crisis Management and Deposit Insurance), el marco de gestión de crisis y seguro de depósitos, que incluye novedades con las que mejorar en los rescates financieros. Uno de los principales cambios busca hacer más fácil el acceso a los 80.000 millones del Fondo Único de Resolución (FUR) en caso de extrema necesidad, según un borrador de documento al que ha tenido acceso El Confidencial.

Hasta ahora, las entidades financieras que querían acceder a estos fondos tenían que, previamente, haber amortizado un 8% de sus fondos propios y pasivos. Este listón hacía muy difícil su uso para entidades medianas que no cotizan en bolsa y no tienen grandes emisiones de deuda híbrida (AT1 o CoCos). Por ello, la Comisión Europea va a plantear que, para llegar a ese 8%, se cuenten también las aportaciones que haya hecho la entidad al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) de su país.

Foto: Sede de la Comisión Europea (CE) en Bruselas. (Reuters/Yves Herman)
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El pánico financiero provocado por el colapso del SVB y de Credit Suisse hizo que la CE pusiera especial atención y cuidado en la presentación de la revisión del CMDI. Estaba previsto que se presentara en marzo, pero tras aquellos turbulentos días desapareció de la agenda. Aunque había un documento ya algo estabilizado en marzo, los temblores en los mercados llevaron al equipo de la Dirección General de Servicios Financieros a asegurarse de que el nuevo texto abordaba correctamente los nuevos retos que habían quedado a la vista.

De hecho, este texto llega en un momento en que los grandes inversores internacionales han puesto en duda los modelos de resolución tras la decisión suiza de amortizar la deuda híbrida (AT1 o CoCos) de Credit Suisse antes que sus acciones. El texto busca consolidar la idea transmitida por los supervisores europeos de que la excepción suiza no se aplicará a las entidades comunitarias y se mantendrá el principio de jerarquía: en caso de crisis, primero pagarán los accionistas y luego los bonistas, condiciones indispensables antes de pedir acceso al FUR, cuyos 80.000 millones han sido financiados por los propios bancos. El objetivo es que el contribuyente nunca llegue a pagar.

placeholder Oficina de Credit Suisse en Berna. (Reuters/Denis Balibouse)
Oficina de Credit Suisse en Berna. (Reuters/Denis Balibouse)

El asunto se debatirá en la reunión del colegio de comisarios que se celebra este martes en Estrasburgo (Francia) y en la que el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, lo presentará ante sus colegas. Se trata de un borrador y puede estar sujeto a cambios de última hora hasta que finalmente sea aprobado por el colegio de comisarios. El objetivo de la revisión es ampliar los fondos de garantía nacionales para que cubran también a bancos de mediano tamaño que hasta ahora eran demasiado pequeños.

Estos bancos medianos y pequeños pasan por los agujeros que dejan las actuales normas y hacen que se siga utilizando dinero de los contribuyentes para rescatarlos, como lamenta el documento del Ejecutivo comunitario, que señala que "hasta la fecha, muchos bancos en quiebra de tamaño pequeño o mediano se han enfrentado a regímenes nacionales que a menudo implican el uso de dinero de los contribuyentes [rescates] en lugar de las redes de seguridad financiadas por la industria, como el SRF en la unión bancaria". En los ojos de todos está el ejemplo de los bancos venecianos (Banca Popolare di Vicenza y Veneto Banca), con los que Italia esquivó la normativa de resolución en 2017 días después de que España la aplicara a Banco Popular, con pérdidas millonarias para sus accionistas y bonistas.

Eslabón débil

Fuentes financieras consultadas por este medio sostienen que esta reforma nace coja, por la ausencia de nuevas líneas de financiación. En especial, los bancos españoles esperaban algún tipo de nueva herramienta que pueda proporcionar liquidez a una entidad en resolución, como ha hecho Suiza con Credit Suisse al proporcionar 100.000 millones. Frente a ello, Europa tiene los 80.000 millones del FUR y los 68.000 millones que podría proporcionar a modo de préstamo el MEDE. También se está contemplando que se puedan usar los 35.000-40.000 millones que tienen los fondos de garantía nacionales.

Otro de los objetivos de la revisión es "aclarar el marco de intervención temprana eliminando los solapamientos entre la intervención temprana y las medidas de supervisión". En otras palabras, el nuevo marco busca que se dé mucho más rápido la voz de alarma cuando exista el riesgo real de que un banco colapse, por lo que la revisión incluye "la obligación de que la autoridad competente notifique con suficiente antelación a la autoridad de resolución, y tan pronto como considere, que existe un riesgo importante de que una entidad no cumpla las condiciones para ser considerada inviable o es probable que incumpla".

Foto: Sede de Credit Suisse en Zúrich. (EFE/Michael Buholzer)

Además, la Comisión Europea aclara cómo deben realizarse los análisis de interés público que llevan a la decisión de resolver o no una entidad bancaria. La razón es que el actual marco deja "un margen de discrecionalidad a las autoridades de resolución a la hora de realizar el análisis de interés público, lo que da lugar a aplicaciones e interpretaciones divergentes que no siempre reflejan plenamente la lógica y la intención de la legislación". Es decir, que los Estados miembros pueden buscar atajos utilizando los análisis de interés público, especialmente porque hasta ahora uno de los requisitos para tomar la decisión era el uso de fondos públicos extraordinarios, pero, como admite la Comisión Europea, hasta ahora no se diferenciaba entre el uso de dinero de los contribuyentes y las redes de seguridad de la industria (como el FUR). Por eso, en la revisión se señala que se entiende por fondos públicos "el apoyo proporcionado por el presupuesto de un Estado miembro para indicar que la financiación a través de las redes de seguridad financiadas por la industria debe considerarse preferible a la financiación a través del dinero de los contribuyentes".

Al llegar al cargo, a finales de 2019, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, convirtió en una de sus prioridades la unión bancaria, pero esta sigue sin haberse completado a falta de un Fondo de Garantía de Depósitos (EDIS, por sus siglas en inglés), que sigue siendo muy divisivo y al que se niega abiertamente Alemania. Todo el sector financiero ha seguido con atención el recorrido del CMDI en los últimos meses y se espera que aumente la protección de los depósitos, pero por ejemplo el Fondo Único de Resolución dejó claro durante el periodo de consultas que el nuevo marco revisado no podrá sustituir al EDIS. "En cualquier reforma del marco de gestión de crisis y seguro de depósitos (CMDI) en Europa, la prioridad debe ser completar la unión bancaria. El EDIS es indispensable para mejorar la estabilidad financiera, superar el círculo vicioso entre la banca y los Estados y evitar la fragmentación financiera en la unión bancaria. Mientras no tengamos un EDIS completo, el tercer pilar originalmente previsto, la unión bancaria, permanecerá incompleto y, por lo tanto, seguirá expuesto a problemas de estabilidad financiera", señaló el FUR en su aportación.

Europa pone a punto su artillería para los rescates bancarios tras las crisis de Silicon Valley Bank (SVB) y Credit Suisse y el susto de Deutsche Bank. La Comisión Europea (CE) anunciará este martes la revisión del CMDI (Crisis Management and Deposit Insurance), el marco de gestión de crisis y seguro de depósitos, que incluye novedades con las que mejorar en los rescates financieros. Uno de los principales cambios busca hacer más fácil el acceso a los 80.000 millones del Fondo Único de Resolución (FUR) en caso de extrema necesidad, según un borrador de documento al que ha tenido acceso El Confidencial.

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