El interés de los costes regulados se dispara y encarece aún más el recibo del gas

El consumidor energético tampoco escapa a las subida de tipos de interés. Además de hipotecas o créditos, también se dispara el tipo de interés que se aplica por los costes del sistema gasista que facturan grandes empresas como Naturgy, Enagás o Santander, y que en última instancia pagan los consumidores en su recibo. Según detalla la CNMC, el interés aplicado en la primera liquidación provisional de 2023 se ha disparado hasta el 2,18%.

Dicho interés era del 1,73% en la liquidación 13 de 2022. En la liquidación 11, de octubre, el tipo de interés aplicado era del 0,83%. En julio, el tipo de interés pagado por los costes del sistema gasista era del 0,08% y en junio, la liquidación provisional séptima de 2022 arrojaba un tipo de interés negativo. Es decir, que en seis meses se ha pasado de disfrutar durante años de tipos negativos a pagar por esta parte de la factura de gas un tipo de interés de más de un 2%.

En seis meses se ha pasado de disfrutar de tipos negativos durante años a pagar por esta parte de la factura de gas más de un 2%

Esta fuerte subida se debe a que el tipo aplicado a los costes regulados del recibo de gas está vinculado a "los tipos de interés de las letras del tesoro a un año, considerando a estos efectos el valor medio mensual de las operaciones simples al contado entre titulares de cuenta publicado por el Banco de España", detalla la CNMC.

Los consumidores de gas llevaban años pagando tipos negativos por los costes liquidables del sistema gasista. Para ver un tipo de interés similar al actual, hay que irse hasta 2012. De hecho, los tipos de interés positivos desaparecieron en 2015 de los costes del sistema gasista, tras la fuerte intervención de los bancos centrales. Ahora, las subidas aplicadas por el BCE o la Reserva Federal han encarecido este gasto en tiempo récord.

TE PUEDE INTERESAR

Sánchez acusa vía BOE a energéticas y banca de gastar en personal la mitad que el resto

Juan Cruz Peña

En la factura del gas se pagan varios conceptos. El primero es el propio coste de la materia prima, que está en niveles récord desde finales de 2021. En segundo lugar, se pagan los impuestos, que se han contenido con la rebaja del IVA en octubre de 2022 del 21% al 5%. Y en tercer lugar están estos costes regulados, que ahora se encarecen por la subida de los tipos de interés que se aplica al devengarlos.

Dichos costes regulados van a parar a las empresas titulares de diferentes infraestructuras, como las instalaciones de almacenamiento, las plantas de GNL, los gasoductos de transporte y distribución, el gestor técnico del sistema, el operador del mercado organizado o los acreedores de la deuda histórica.

Opinión

TE PUEDE INTERESAR

El extraño (e inquietante) caso de la economía española

Carlos Sánchez

En total son 29 empresas, entre las que destacan Naturgy, Enagás, Mibgas, Redexis, Madrileña Red de Gás, Nortegás e incluso entidades financieras como Banco Santander, Liberbank (ahora Unicaja Banco), el ICO o Iberdrola, tenedoras del déficit acumulado hasta 2014. Una deuda que se va reduciendo mes a mes con cargo a la factura de cerca de 10 millones de hogares.

Dicho aumento de los costes de la factura de gas llega en el peor momento, dado el elevado coste de este suministro de primera necesidad. Tanto es así que el Gobierno ha destinado una partida de 3.000 millones de euros procedentes de los presupuestos generales del Estado para pagar alrededor de la mitad de todos los usuarios que decidan acogerse a la tarifa regulada TUR, ahora también subvencionada.

El encarecimiento de las liquidaciones del sistema gasista por los mayores tipos de interés es un coste a añadir en la factura de los consumidores, ya que por ley está prohibido incurrir en déficit y dichos gastos se tienen que aplicar al recibo para que el sistema esté equilibrado.