La firma de intermediación de jugadores del hijo de Laporta participa en fichajes del Barça

El hijo del presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, Joan Guillem Laporta Echevarría, más conocido como Guim Laporta, ha creado una sociedad para la intermediación de jugadores. Lo ha hecho asociado con el exjugador del RCD Espanyol y agente FIFA, Raúl Verdú, según consta en el Registro Mercantil.

La sociedad Top Level Football 77 SL se crea el 7 de julio de este año, justo antes de la época de fichajes de principio de temporada, y su objeto social es “la gestión y representación de deportistas de cualquier categoría, actividades de gestión y administración, servicios de ocio y entretenimiento”. Guim Laporta es el hermano mediano, entre Pol y Jan, y tiene 25 años.

Raúl Verdú ha explicado a El Confidencial que “la empresa en realidad no está facturando y solo se ha creado para facilitar que yo y Guim podamos cobrar un salario por los servicios que prestamos a Fali Ramadani, un superagente de futbolistas”. Fali Ramadani es un empresario de origen albanés que opera a través de una firma en Irlanda denominada Lian Sports & Partners.

Verdú reconoce que representan a un jugador del fútbol base del Barça, Marc Bernal, de la categoría cadete A. Y también que participó en el fichaje del lateral izquierdo Marcos Alonso por el club blaugrana proveniente de Chelsea antes del arranque de la Liga por un precio que rondó los ocho millones de euros.

El agente de Marcos Alonso es Lian Sports. Lian Sports representa a 66 jugadores, entre otros, Luka Jovic (Real Madrid), Kalidou Koulibaly (Nápoles) o Leroy Sané (Bayer de Múnich). Según la base de datos Transfermarkt, el valor total de los jugadores de Lian Sports suma 332 millones de euros. Fali Ramadani no es Jorge Mendes, representante de Cristiano Ronaldo, Ansu Fati, Marcos Asensio o Jose Mourinho, pero es uno de los grandes operadores del mercado europeo de futbolistas.

Según Verdú, “no hay un conflicto de intereses porque cuando actúa en una operación vinculada al FC Barcelona, Guim no cobra. Tenemos u operamos con un total de 45 jugadores de los que solo dos son del Barça”.

Sin embargo, sí que ha habido vínculos con otras operaciones del FC Barcelona, como la cesión de Clement Lenglet al Tottenham, una operación que ahorró al club que preside Joan Laporta siete millones de euros al año, en gastos del jugador. La operación fue el 1 de julio de este año.

La salida de Dest

El grupo de intermediarios también participó en la salida de Sergiño Dest. El lateral derecho fue cedido al AC Milan el 1 de septiembre. Raúl Verdú asegura que en ambas operaciones se colaboró para ayudar al FC Barcelona y su complicada situación financiera, ahogado por la masa salarial insostenible de los jugadores del primer equipo.

Entre las operaciones de Dest, Lenglet y Marcos Alonso, el FC Barcelona habrá pagado en comisiones cerca de dos millones de euros, según explican fuentes del entorno del club. Sin embargo, Verdú asegura que solo se percibirá un pequeño porcentaje en el caso de la transacción de Marcos Alonso, algo que no ha sucedido aún, pero que ya está acordado con el club en función de los plazos pactados. Son diversas operaciones y relaciones empresariales que entran en el terreno del conflicto de intereses.

El conflicto de interés surge por operaciones en las que han participado con el Barça

Guim Laporta fue jugador en categorías menores como el Europa, el Montcada o el andorrano Sant Julià. También formó parte del equipo técnico del exseleccionador español José Antonio Camacho, cuando este entrenaba a la selección de Gabón.

Empresa familiar

Desde la salida de Ferran Reverter, Joan Laporta anunció que iba a gestionar el club "como una gran empresa familiar". Su hermana, Maite Laporta, ha sido designada responsable de los temas de diversidad e inclusión. Su prima Marta Segú fue nombrada directora general de la Fundación FC Barcelona, donde se ha subido el salario hasta los 200.000 euros brutos anuales. Su jefa de gabinete es Manana Giorgadze, que antes había sido su secretaria. El yerno de Manana Giorgadze, Benny Megrelishvili, fue nombrado adjunto a la presidencia.

Esto y su núcleo duro habitual, como su amigo, el vicepresidente Rafael Yuste, son los que cortan el bacalao en el Barça. Incluso el vicepresidente económico. Portavoces del club aseguran que pese a la deteriorada situación económica y con una deuda de 1.500 millones, la previsión es que la temporada 2022-2023 acabará con unos ingresos de 1.255 millones y un superávit de 274 millones, gracias a las venta de activos que ha ordenado Laporta. Las cifras finales podrían ser inferiores, al haber sido eliminados de la Champions.