Noche de Halloween en Barcelona y Madrid por las licitaciones de Nissan y del Plan VIVE

Este lunes se cumple el plazo para presentar ofertas por los terrenos de Nissan, en Barcelona, y por la segunda fase del plan de vivienda asequible en alquiler (VIVE) de la Comunidad de Madrid.

Dos citas que corren el riesgo de vivir una fría noche de Halloween, ya que sobre sendos procesos sobrevuela el fantasma de la falta de apetito y se espera que reciban muy pocas ofertas. De hecho, la amenaza de quedar desiertos ha llevado a ambos a tener que retrasar sus calendarios iniciales.

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Ruth Ugalde

En el caso de la planta automovilística, era el pasado 16 de agosto cuando deberían haberse presentado las ofertas. Pero la complejidad de los pliegos y las enormes dudas que había entre los potenciales ofertantes ha llevado al Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) a retrasar en dos ocasiones los plazos.

A la tercera ha ido finalmente la vencida y se espera que como máximo haya solo dos ofertas: la suma de fuerzas de Merlin con Mecalux y la alianza de QEV Tech Holding con Goodman.

Los planes del CZFB pasan por informar hoy mismo de las ofertas recibidas, ya que el plazo para presentar candidaturas se cierra a media mañana. Se espera que los importes de las ofertas ronden los 350 millones de euros.

En el caso de Madrid, los interesados tienen hasta la media noche para registrar sus ofertas. Culmia, que ya se adjudicó un lote de 1.700 viviendas de la primera fase del VIVE, acudirá a la cita y la duda radica en si habrá alguna otra oferta o será el único candidato.

Esta licitación es, en realidad, un nuevo intento del Ejecutivo madrileño de sacar adelante un lote que quedó desierto en la anterior licitación del VIVE y que ahora se ha valorado en 220 millones de euros.

Para evitar que la historia se repitiera, y con la vista puesta en lograr gran concurrencia, las 1.137 viviendas proyectadas se han repartido en cinco parcelas y se han modificado algunos aspectos, como los años de concesión, que se han elevado de 50 a 65.

Momento difícil

A la complejidad que ya tienen los pliegos de sendos concursos públicos, se ha unido el crítico momento que viven los mercados, debido al alza de los tipos de interés, que está encareciendo y dificultando las financiaciones y, por tanto, merma la potencia de disparo de los compradores.

Un claro ejemplo de cómo el contexto puede llegar a condicionar las ofertas en una licitación pública de este tipo es el concurso lanzado por Aena para encontrar un socio logístico en el aeropuerto de Barajas-Adolfo Suárez.

Cuando se presentaron las ofertas, el pasado mes de marzo, los tipos estaban en negativo y el comprador que pujó más fuerte fue la suma de fuerzas de Segro y PSP, que pusieron sobre la mesa una oferta de 250 millones.

Sin embargo, cuando llegó el momento de firmar la adjudicación, el pasado septiembre, la empresa logística confesó su incapacidad de mantener la misma oferta por el cambio de las condiciones financieras.

Tampoco el segundo clasificado, Logicor, siguió adelante con su propuesta, de manera que Aena terminó adjudicando el contrato al tercer posicionado, P3, con una oferta de 168,7 millones, un 32% inferior a la de Segro.

Una amenaza que también sobrevuela en esta noche de Halloween las pujas por los terrenos de la antigua factoría de Nissan y de las futuras viviendas de alquiler social de Madrid.