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El BCE endurece el diálogo con los bancos y hace temer por los dividendos
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El BCE endurece el diálogo con los bancos y hace temer por los dividendos

El supervisor europeo se ha reunido en los últimos días con las cúpulas de los bancos españoles. Los banqueros ya no esperan mejoras en sus exigencias de capital

Foto: Sede del Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort. (Reuters/Wolfgang Rattay)
Sede del Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort. (Reuters/Wolfgang Rattay)
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El Banco Central Europeo (BCE) aplaca el optimismo de los bancos españoles. Altos cargos de la institución afincada en Fráncfort han transmitido en los últimos días a las entidades que hay que prepararse para un final de año y un arranque de 2023 complicados, por lo que, 'a priori', no se van a bajar los requisitos de capital y no se descartan limitaciones al dividendo. El temor a los cortes de gas, a que se alargue el entorno de alta inflación y a una posible recesión ha dominado el mensaje del supervisor.

Así, el supervisor europeo ha realizado en las últimas semanas reuniones individuales con los principales bancos del país, en el conocido como diálogo supervisor, el preludio de las cartas que llegarán a la vuelta de verano con los requisitos de capital con que contará cada entidad durante 2023. Son reuniones determinantes, en las que los banqueros saben ya si les van a imponer recargos de solvencia, se los van a quitar e incluso si se enfrentan a posibles límites en los dividendos.

Foto: Sede del Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort. (Reuters/Wolfgang Rattay)

Fuentes de entidades consultadas por este medio coinciden en que el tono del BCE durante estas reuniones ha sido de "severidad", pero sin "catastrofismo". A pesar de que las entidades han hecho sus deberes en los últimos meses, con mejoras del resultado, solvencia y morosidad, este nuevo conservadurismo del BCE va a hacer que no se concedan mejoras en el requisito de capital P2R, el que se comunica al mercado y que varía en función del perfil de riesgo de cada banco.

"Por el tono de las conversaciones y las preocupaciones expresadas, nos parece difícil que el BCE nos baje el P2R, pese a que nuestros fundamentales lo justificarían", expone un directivo de un banco que ya ha pasado el diálogo supervisor. No todas las entidades españolas han tenido ya estas reuniones, algunas lo han dejado para septiembre.

"Las reuniones técnicas indican lo contrario de lo que va a pasar: nos han dicho que lo hemos hecho muy bien durante el año y nos han levantado algunas recomendaciones que hacían en que seguir trabajando", explican desde otro banco. De este modo, la morosidad del conjunto del sector se encuentra mejor que antes del covid y no se han producido señales de alarma a pesar del levantamiento de las medidas de ayuda por la pandemia: moratorias y carencias de los créditos ICO (Instituto de Crédito Oficial).

Por ello, dichas fuentes se quejan de la posición del BCE: "Para el supervisor, siempre estamos ante el fin del mundo. Pasó con el covid, cuando parecía que la morosidad se iba a ir al 15%, y la tenemos en el 4%. Ahora, con Ucrania y la inflación, parece que todo va a ser una catástrofe de nuevo, y ya veremos".

Actualmente, los requisitos de P2R de los bancos españoles se sitúan entre el 1,2% y el 1,29% respectivamente de los mejores, Kutxabank y Bankinter, y el 2,5% de Cajamar y el 2,15% de Ibercaja, Sabadell y Unicaja. Las fuentes consultadas creen que no va a haber mejoras, pero tampoco endurecimiento. El colchón P2R se define durante el examen anual al sector (SREP), en el que se evalúan el modelo de negocio (rentabilidad), la gobernanza, la liquidez y los riesgos.

Dividendo

En este entorno, hay una segunda posible derivada para los bancos que preocupa incluso más que el P2R, el dividendo. Tras la prohibición a su reparto en 2020, el BCE ha dicho que no va a haber vetos de nuevo, pero que sí podría haber limitaciones para algunas entidades. Entre los bancos españoles, se teme que haya algún límite, sobre todo tras las últimas reuniones de julio.

"Desde el punto de vista de la adecuación del capital, pedimos a los bancos individuales que revisen sus trayectorias de capital para incluir escenarios macroeconómicos adversos, suficientemente conservadores y actualizados, en particular, que incluyan supuestos recesivos coherentes con las proyecciones oficiales a la baja. En línea con nuestra política habitual sobre distribuciones específicas de bancos, estas trayectorias de capital deberían ser utilizadas por los bancos al anunciar planes de distribución, después de un diálogo con sus equipos de supervisión", señaló hace algunas semanas Andrea Enria, presidente del Mecanismo Único Supervisor (MUS), del BCE.

Desde CaixaBank, su CEO, Gonzalo Gortázar, se muestra optimista en que estas limitaciones no aplican en el caso de la entidad catalana: "No veo ningún peligro de que esto no acabe pasando. Estamos hablando de impactos en morosidad que creo que se van a producir en 2023. Al mismo tiempo generamos mucho capital, estamos cómodos y nuestra expectativa es mantener ese dividendo", con un 'pay out' (porcentaje del beneficio que se distribuye a los accionistas) de entre el 50% y el 60%.

El Banco Central Europeo (BCE) aplaca el optimismo de los bancos españoles. Altos cargos de la institución afincada en Fráncfort han transmitido en los últimos días a las entidades que hay que prepararse para un final de año y un arranque de 2023 complicados, por lo que, 'a priori', no se van a bajar los requisitos de capital y no se descartan limitaciones al dividendo. El temor a los cortes de gas, a que se alargue el entorno de alta inflación y a una posible recesión ha dominado el mensaje del supervisor.

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