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La morosidad en crédito al consumo sube al 7% y se va a máximos desde 2016
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CRECEN LOS IMPAGOS

La morosidad en crédito al consumo sube al 7% y se va a máximos desde 2016

Los dudosos de los establecimientos de crédito aumentan y rozan los 3.000 millones de euros. La banca sufre el primer aumento de impagos por esta vía

Foto: Foto: iStock.
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La posibilidad de que se desboque la morosidad es una de las mayores amenazas en el sector financiero desde que empezó el coronavirus. Por ahora, está contenida en la banca, pero ya hay una vía de aumento en el crédito al consumo, donde ha alcanzado el 7% y se ha ido a máximos desde 2016.

Se trata del eslabón más débil de la cadena crediticia, ya que en este caso no ha habido créditos ICO como en las empresas, y dentro del segmento familiar, son los primeros préstamos que se dejan de pagar al no haber colateral detrás. Es decir, no son hipotecas sobre una vivienda. Todo este volumen crediticio que engloba préstamos para comprar electrodomésticos, coches o que opera con tarjetas de crédito y líneas de financiación personal es el que sufre el primer incremento notable de la morosidad.

Foto: José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank, y Gonzalo Gortázar, consejero delegado. (Efe / Hidalgo)

Así lo demuestran los datos del Banco de España publicados este miércoles, que alcanzan hasta marzo, mes en el que los dudosos en los establecimientos financieros de crédito (EFC) subieron un 5,5% mensual, hasta los 2.982 millones, frente a un ‘stock’ total de crédito de 42.096 millones. Se trata, por lo tanto, de una tasa de morosidad del 7,08%, frente al 6,88% de febrero, y es el nivel más alto desde mayo de 2016.

Los EFC engloban gran parte del crédito al consumo, aunque no todo, pero el dato de morosidad del segmento sirve de aproximación de la tendencia que está habiendo. Estos establecimientos son las sociedades con persona jurídica propia que están dentro de los grupos bancarios, o en algunos casos son firmas independientes, que se dedican a la concesión de préstamos personales.

El perímetro del crédito al consumo es mayor. De hecho, la patronal del crédito al consumo, Asnef, calcula que hay 6.300 empleados, mientras que los EFC con figura jurídica propia cuentan con 4.000, según datos del Banco de España. En algunos casos, como BBVA Consumer Finance, no hay personalidad jurídica propia. Aun así, es la mejor aproximación disponible con estadísticas oficiales para ver la evolución de la morosidad.

Mientras que en el conjunto de la banca continúa contenida, con 51.485 millones de dudosos y una tasa de mora del 4,24% en marzo, registros inferiores a los de febrero, en crédito al consumo hay un repunte. Los impagos aumentaron en diciembre, en la campaña de ventas de Navidad, empañada por ómicron. Aquel mes se incrementó desde el 6,56% hasta el 6,89%, y ahora ha vuelto a experimentar otro incremento.

Antes de empezar la pandemia, en febrero de 2020, la tasa de morosidad era del 5,81%. De esta forma, hay un incremento de más de un punto porcentual. Hay que irse hasta mayo de 2016 para encontrar un registro mayor en la serie histórica, aunque todavía está lejos de los máximos históricos por encima del 11% de 2014.

Foto: De izda. a dcha., Carlos Torres, presidente de BBVA; Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España, y José Antonio Álvarez, CEO de Santander. (J.J. Guillén/EFE)

Estos préstamos no tienen garantía hipotecaria o algún otro colateral, y las recuperaciones son más difíciles. Los bancos suelen agrupar los impagos en carteras y las venden a fondos oportunistas con descuentos de hasta el 95%. En este sentido, hay apetito de los fondos para comprar este año, después de dos ejercicios con menos actividad.

Los expertos ya anticipaban que el primer repunte de morosidad debía llegar en el crédito al consumo. La duda es cuándo se verá el aumento en empresas, y si llegará a las hipotecas, para lo que tendría que seguir deteriorándose la economía en pleno cambio de ciclo de política monetaria con subidas de tipos de interés.

La incógnita está en el terreno empresarial, donde ha habido un incremento de deuda con los créditos ICO que mantuvieron a flote a muchas empresas. Algunas sanas y otras que ya no eran sostenibles, y que podrían convertirse en empresas zombi. La morosidad está casi congelada en las empresas con la moratoria concursal, que expira el 30 de junio, pero para la que aún no se sabe si habrá otra prórroga. El Banco de España estima que el 20% de los préstamos ICO está en vigilancia especial por parte de los bancos.

La posibilidad de que se desboque la morosidad es una de las mayores amenazas en el sector financiero desde que empezó el coronavirus. Por ahora, está contenida en la banca, pero ya hay una vía de aumento en el crédito al consumo, donde ha alcanzado el 7% y se ha ido a máximos desde 2016.

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