La salida del secretario del consejo de Aena allana un acuerdo en la crisis de los alquileres

Fin de ciclo. Es la lectura que dentro de Aena se ha intentado dar a la salida del secretario del consejo, Juan Carlos Alfonso, un relevo ya decidido, pero que se oficializará tras el consejo que se celebrará a finales de este mes. Este relevo, adelantado por 'La Información', supone un punto de inflexión en la guerra que desde hace más de un año enfrenta a la compañía con los restaurantes y tiendas de sus aeropuertos por el pago de los alquileres.

Desde que estalló la crisis, los comerciantes responsabilizaron a Alfonso de haber volado todos los puentes tendidos por el área comercial para imponer una estrategia que ha llevado a la judicialización del conflicto, con más de un centenar de procesos abiertos con los comerciantes y la espada de Damocles sobre los vocales del consejo, a quienes ya se les ha empezado a exigir responsabilidades personales.

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Desde Aena, han declinado realizar ningún comentario adicional a los ya hechos por el presidente de la compañía, Maurici Lucena, hace pocos días con motivo de la junta general, en la que volvió a defender la estrategia judicial sostenida hasta ahora. Sin embargo, las fuentes consultadas se muestran convencidas de que la marcha de Alfonso es un paso definitivo para avanzar hacia un aterrizaje suave de esta crisis.

El número dos del todavía secretario del consejo, el también abogado del Estado Pablo Hernández-Lahoz, llegó a Aena el pasado diciembre con un talante mucho más conciliador, siempre según las fuentes consultadas, que avanzan que será el sustituto de Alfonso en el máximo órgano de administración de Aena. Desde el operador aeroportuario, sin embargo, declinan entrar a valorar candidatos y recuerdan que siempre trabajan con cazatalentos que presentan una terna a la comisión de nombramientos y retribuciones.

Al otro lado de la mesa, también acaba de anunciarse un importante relevo: la marcha del consejero delegado de Dufry, Julián Díaz, el próximo 31 de mayo. Fue el pasado febrero cuando la compañía suiza anunció que su primer ejecutivo había decidido no presentarse a la reelección, tras casi dos décadas al frente de la compañía, y que le tomará el relevo Xavier Rossinyol.

Dufry es el principal inquilino de Aena que, a pesar de contar con más de un centenar de comercios, concentra el 80% de sus ingresos comerciales en apenas cuatro grandes grupos: Dufry, SSP, Áreas e Ibersol. Dentro de ellos destaca el peso de la suiza, que opera todas las tiendas libres de impuestos, lo que la convierte en el principal generador de ingresos comerciales, al representar ella sola en torno al 25%.

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A estos dos cambios se une un tercero: la salida de Chris Hohn, propietario del fondo TCI, del consejo de administración de Aena hace apenas dos meses y a pesar de ser el segundo mayor accionista de la compañía, solo por detrás del Estado español, con un 6,57% del capital. Junto a Alfonso, Hohn ha sido visto siempre por los inquilinos como un pilar de la postura inmovilista de la compañía y de su negativa a negociar, con lo que su marcha también juega en favor de acercar posturas.

Todos estos relevos coinciden con el arranque del juicio de Dufry hace poco más de un mes. Este proceso es, probablemente, el más relevante de todos los que enfrenta Aena, por ser el más cuantioso y porque al otro lado tiene a un gigante capaz de poder seguir recurriendo en los tribunales el tiempo que haga falta, lo que equivale a enquistar la crisis con un poderoso cliente.

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La empresa pública, no obstante, también ha sabido jugar sus cartas para intentar doblar el brazo a la suiza y, como adelantó El Confidencial, ha vuelto a sacar a concurso los contratos de sus tiendas libres de impuestos, a pesar del rentable acuerdo que tiene actualmente y de que la convenció para prorrogarlo justo antes de estallar la crisis del covid, en el año 2019.

Unas espadas en alto que, en el fondo, todas las partes son conscientes de que conviene empezar a bajar. Sobre todo si, como se está viendo, la recuperación del tráfico aéreo va a ser mejor de la proyectada en el DORA y, por tanto, los ingresos que dejará de percibir Aena serán inferiores a los 1.300 millones estimados actualmente. Además de que tener judicializada la compañía en nada ayuda a centrarse en aprovechar los nuevos vientos de cola.

Al final, va a ser verdad que todos estos cambios responden a un fin de ciclo.

Nuevo fallo en contra de Aena

La Sección 12 de la Audiencia Provincial de Madrid ha estimado el recurso de apelación formulado por un arrendatario de Aena y ha acordado la suspensión de la renta durante el periodo de cierre obligatorio por el covid y la suspensión de la renta conforme a la pérdida de pasajeros desde 2019 en adelante. Además, por primera vez, este tribunal obliga a Aena a restituir al banco el importe del aval ejecutado. Con esta, son ya 13 las veces que distintas audiencias provinciales de toda España acuerda medidas cautelares contra Aena. Para Jordi Ruiz, socio de Fieldfisher y abogado de la arrendataria, "se trata de un auto especialmente relevante porque hay 13 autos, de los que cuatro han sido defendidos por Fieldfisher, de diversas audiencias provinciales revocando la denegación de medidas cautelares, lo que demuestra que existe un consenso generalizado en la segunda instancia de que la pandemia justifica la disminución de rentas por el instituto de la 'rebus sic stantibus". Estos autos han sido dictados por las audiencias provinciales de Palma de Mallorca, Málaga, A Coruña y Madrid.