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Aena retrasa a 2026 recuperar el tráfico precovid y pide al Estado una compensación
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Aena retrasa a 2026 recuperar el tráfico precovid y pide al Estado una compensación

El operador aeroportuario, cuyo principal accionista es el Estado, pedirá a Aviación Civil ser compensada por los efectos extraordinarios que tenido para su negocio el Covid

Foto: Aena prevé que será en 2026 cuando se recupere el tráfico de pasajeros
Aena prevé que será en 2026 cuando se recupere el tráfico de pasajeros

Aena ha decidido acogerse al artículo 27 de la ley 18/2014, que recoge una figura comparable a la fuerza mayor, para solicitar a Aviación Civil el reconocimiento de una compensación por causas extraordinarias, según han reconocido desde la compañía pública (su primer accionista es el propio Estado, con un 51% del capital). No obstante, el operador aeroportuario ha esquivado cuantificar la cifra concreta que le corresponde recibir por el negativo impacto que ha tenido en su actividad la pandemia del Covid-19.

El consejo de administración de Aena, en la reunión que ha celebrado hoy para aprobar el marco tarifario que determinará los ingresos regulados durante los próximos cinco años (marco bautizado como DORA II), ha optado por dejar en manos de Aviación Civil la decisión tanto de la cifra concreta de esta compensación, como de la forma en qué se aplicará, aunque para evitar que impacte en la recuparación, desde Aena se ha explicado que su idea sería posponer a 2027, al próximo quinquenio (DORA III), la aplicación de esta compensación.

Foto: Foto: EFE.

Aunque la compañía sostiene que lo peor ha pasado, también retrasa hasta 2026 el momento en que su red de aeropuertos volverá a tener el mismo número de pasajeros que en 2019, cuando alcanzó los 274 millones. Para este 2021 estima que la cifra se desplomará hasta los 137 millones (aunque supone casi doblar los 76 millones del año anterior), en 2022 serán 185 millones, en 2023 habrá 229 millones, en 2024 se alcanzarán los 255, un año después se concluirá el ejercicio con 270 y será ya en algún momento de 2026 cuando se supere la cifra precovid, ya que Aena confía en cerrar ese ejercicio con 279 millones de pasajeros.

Por lo que respecta al número de operaciones, el horizonte de recuperación es ligeramente más positivo, al estimar que será en 2025 cuando toda su red sume 2,36 millones de operaciones, frente a las 2,35 con que cerró el ejercicio 2019. No obstante, también es verdad que, con esta referencia, la caída sufrida el pasado ejercicio fue menor, del 53%, frente al 72% que se recortó el número de pasajeros.

Foto: El presidente de Aena, Maurici Lucena. (Patricia Seijas)

Con este horizonte, la compañía ha decidido reducir a prácticamente la mitad las inversiones previstas de aquí a 2026, limitando a 2.250 millones la inversión regulada, con una media de 450 millones cada ejercicio, y retrasando hasta dentro de cinco años las inversores en mejora de la capacidad de Madrid-Adolfo Suárez y Barcelona-El Prat, ya que hasta entonces, debido a la caída de tráfico que se seguirá arrastrando hasta 2026, no será necesario abordar estas obras, cuyo grueso se aplicará ya en el DORA III.

A esta cifra se unen otros 250 millones de inversiones que Aena prevé rentabilizar por la vía de los ingresos comerciales, un terreno donde actualmente está en plena batalla con gran parte de sus actuales arrendatarios y, sobre todo, con los cinco mayores, que representan el 90% de sus ingresos y que se han negado a aceptar la propuesta hecha por el operador.

Foto: La caída de tráfico aéreo el año pasado fue del 72%.

Dos de ellos, Áreas y SSP, han acudido ya a los tribunales y han logrado unas cautelares que impiden a la compañía ejecutarle los avales por el impago de la renta mínima garantizada de 2020, lo que deja en el aire cerca de 150 millones de ingresos del pasado ejercicio.

A pesar de la travesía por el desierto a la que todavía se enfrenta el tráfico aéreo, Aena confía en poder seguir manteniendo todo el empleo (unas 8.000 personas) y no tener que acogerse a ningún ERTE, como ha venido haciendo durante todo el último año.

Aumento del 5% de la tarifa

Por lo que respecta al nuevo marco tarifario, la compañía concluirá el próximo quinquenio con un incremento de las tarifas aeroportuarias del 5%, al pasar de los 9,94 euros de ingreso máximo por pasajero (IMAP) fijados para 2022, a los 10,43 euros previstos para 2026. No obstante, estos números son antes de ajustes, los cuales son de diversa índole, como los ligados al cumplimiento de una serie de criterios de calidad, que pueden incrementar o reducir en un 2% la tarifa, por ejemplo.

Entre los elementos que distorsionarán esta cifra el próximo año figuran los costes sanitarios derivados de la pandemia, que la propia Aena cifra en 35 céntimos por pasajero. Este coste, la compañía prevé trasladarlo a la tarifa en 2022, si no logra una subvención que se lo compense, aspecto que ha sido duramente criticado por las aerolíneas, y que se repetirá en 2023.

DORA II contempla un incremento anual del 0,5% de las tarifas por los nuevos costes de seguridad

Si se toman como referencia los IMAP sin ajustes, el nuevo marco contempla un incremento del 0,5% cada año en 2022, 2023, 2024 y 2025, que la compañía justifica en su necesidad de recuperar los costes de seguridad surgidos en los últimos tiempos.

Pero, además, Aena estima que en el próximo quinquenio, debido a la normativa que prohíbe subir tarifas, se producirá un déficit técnico derivado de que necesitaría, según sus cálculos, elevar un 3,29% las tarifas para compensar estos nuevos costes, brecha que justifica el incremento del 3,2% que aplicará en 2026, ejercicio en el que ya habrá caducado la norma que capa los incrementos, lo que le permitirá elevar el IMAP de 10,10 a 10,43 euros por pasajero.

Aena ha decidido acogerse al artículo 27 de la ley 18/2014, que recoge una figura comparable a la fuerza mayor, para solicitar a Aviación Civil el reconocimiento de una compensación por causas extraordinarias, según han reconocido desde la compañía pública (su primer accionista es el propio Estado, con un 51% del capital). No obstante, el operador aeroportuario ha esquivado cuantificar la cifra concreta que le corresponde recibir por el negativo impacto que ha tenido en su actividad la pandemia del Covid-19.

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