BBVA cerrará 400-500 sucursales más tras la compra de la red de oficinas de Merlin

Comprar para cerrar. Así podría resumirse la lógica detrás de la compra de 662 sucursales bancarias propiedad de Merlin Properties, pero ocupadas por BBVA en régimen de alquiler y con un contrato de obligado cumplimiento hasta concluir 2039.

La entidad presidida por Carlos Torres comunicó a la socimi el pasado viernes su intención de adquirir toda esta cartera por 1.987,4 millones de euros, una cifra muy relevante para Merlin, que logrará con esta venta unas plusvalías de 304 millones de euros, pero menor para un gigante como es el banco vasco.

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De hecho, el consumo inicial de capital apenas será de siete puntos básicos, lo que supondrá que su ratio apenas baje del 12,75% al 12,68%, mientras que, en términos netos, esta operación se saldará con 200 millones de euros para un grupo cuyo beneficio neto atribuido es de 4.653 millones de euros.

Lo relevante de este movimiento es que permitirá a la entidad dejar de pagar alquileres que carecen de sentido para el modelo de banco que aspira a ser y que pasa por cerrar otra importante porción de oficinas.

Al menos, esta es la estimación que hizo ya a finales del año pasado Barclays en un informe en el que anticipaba que la entidad tenía en mente clausurar 500 sucursales de la cartera propiedad de Merlin. Las fuentes consultadas rebajan un poco esta cifra y hablan de que el plan del banco pasa por echar la persiana a unas 400 sucursales en los próximos cinco años.

Desde BBVA han declinado realizar comentarios y especular con ninguna cifra, aunque es un secreto a voces que su hoja de ruta, como la del resto del sector financiero, va encaminada a incrementar los servicios 'online' y recortar los puntos de atención físicos.

En la cartera que Merlin vende a BBVA hay 60 oficinas cuyo alquiler el banco tiene que seguir pagando aunque están ya sin actividad

De hecho, las mismas fuentes cifran en 60 el número de sucursales todavía propiedad de Merlin que BBVA tiene ya sin actividad y cuyo alquiler, en cambio, estaba obligada a seguir pagando durante casi dos décadas más.

En apenas dos años, el banco ha recortado en un 30% su red de oficinas en España, que ha pasado de sumar 2.642 sucursales al cierre de 2019 a 1.895 el pasado mes de diciembre.

De esta cifra, una tercera parte corresponde a la cartera de Merlin que ahora compra el banco, y que se suma a las 166 sucursales que ya adquirió a la socimi hace tres años por 252 millones de euros.

A estas compras se unen los diferentes acuerdos y renegociaciones que ha tenido que llevar a cabo el banco para poder reorganizar su red comercial de la manera que considerara más conveniente. Uno de los casos más significativos es la antigua sucursal que tenía en el número 36 de la calle Serrano, justo en la esquina con la calle Goya, en la bautizada como Milla de Oro de Madrid.

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Como ha hecho con otras muchas oficinas, Merlin vendió este local al empresario Alberto Cortina Koplowitz, que de este modo se convirtió en casero de BBVA con un contrato a largo plazo y una renta mensual de 81.000 euros.

El deseo de la entidad por reorganizar sus oficinas en el barrio de Salamanca, donde hace tres años decidió abrir una macrosucursal en el edificio del antiguo hotel Adler, fue aprovechado por el empresario para convertir este enclave en la tienda insignia de Iqos, la nueva apuesta de Philip Morris. Operaciones que, a partir del próximo junio, fecha en la que Merlin espera completar la venta de su red al banco, BBVA podrá repetir, ya libre de ataduras.