Mercadona blinda su factura eléctrica con un contrato con Iberdrola hasta 2024

Mercadona se ha blindado de los vaivenes en el precio de la energía eléctrica hasta el año 2024. La cadena de supermercados líder en España reafirmó en el otoño de 2021 un contrato a precio fijo con Iberdrola para cubrir los principales costes de electricidad de la compañía. El acuerdo, que arrancó en 2020, tiene una vigencia de tres años, hasta diciembre de 2023, y sitúa la empresa de distribución en una posición ventajosa que le permitió cubrirse de los fuertes incrementos en las tarifas que comenzaron registrarse a finales del año pasado y también los derivados de la invasión de Ucrania por parte de Rusia en el arranque del presente ejercicio.

La existencia de ese contrato a largo plazo o PPA, con una duración de tres años, fue revelada por el dueño de Mercadona, Juan Roig, en la rueda de prensa de resultados celebrada este martes en el centro de innovación Jarrods, del Polígono Fuente del Jarro de Paterna (Valencia). Según explicó, esta circunstancia permitió afrontar con menos tensión el incremento general de costes del año pasado en otros aspectos como las materias primas, los precios industriales o el transporte, que generaron un impacto negativo de 100 millones de euros. "Mercadona decidió no trasladar a sus clientes la totalidad de esas importantes subidas. Esto se ha traducido en una reducción del 6% en su beneficio neto, que en 2021 ha sido de 680 millones de euros", detalló el empresario valenciano tras informar de un crecimiento de las ventas del 3,3%, hasta los 27.819 millones.

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La relación contractual, que implica uno de los mayores suministros eléctricos no industriales del país por el tamaño de la red de más de 1.600 tiendas de Mercadona, sufrió una crisis el año pasado después de que el Gobierno, a través del Ministerio de Transición Ecológica, sacase adelante un real decreto para limitar los llamados 'beneficios caídos del cielo' de las eléctricas por el incremento de los precios del gas y su traslación al conjunto del 'mix' por el sistema marginalista de fijación de tarifas. En ese momento, Iberdrola comunicó a muchos de sus clientes su intención de revisar las tarifas a largo plazo porque, según decía, la decisión del departamento de Teresa Ribera ponía en riesgo su rentabilidad. Esto llevó a Mercadona a explorar nuevos suministradores a través de un proceso gestionado por consultoras, según informó 'El Mundo'.

Sin embargo, fuentes de la empresa valenciana explicaron a El Confidencial que finalmente no llegó la sangre al río y Mercadona e Iberdrola pactaron mantener en vigor su acuerdo comercial. Las mismas fuentes señalan que, si bien en 2020 el contrato fijo con la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán no terminó siendo especialmente beneficioso para la distribuidora alimentaria, tanto en 2021 como en el escenario que ya se vive en 2022 permite sortear con bastante confort el agitado tiovivo de los precios de la energía. Aun así, Roig abogó públicamente por reformar de inmediato el sistema marginalista de precios para evitar que la presión sobre el gas se traslade a todas las fuentes y encarezca los costes generales a las empresas. Mercadona no es una isla. Sus lineales se componen de miles de productos que fabrican sus proveedores.

"El año 2022 está siendo muy difícil, el escenario inflacionista actual se está reflejando en la compañía y va a suponer un incremento en nuestros gastos de más de 500 millones de euros. Para minimizar este impacto, Mercadona seguirá apostando por la productividad y eficiencia en cada uno de los procesos para ser cada vez más competitivos", señalaron sobre el actual ejercicio.

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En lo que Mercadona sí tiene previsto ensayar cambios es en su red de camiones propulsados por gas, con los que realiza el reparto de pedidos 'online' desde sus actuales colmenas en Valencia, Barcelona y Alicante, según explicó Roig. Esta sección aporta algo más de 500 millones de euros en ingresos (el 2%) y lleva dos años generando beneficios.

Juan Roig auguró para 2022 un crecimiento del 3% en las ventas y unos beneficios similares a los del año pasado. Según dijo, con una inflación que en febrero ya está en el 7,5% (5% en el IPC alimentario), su principal reto es ser capaces de mantener márgenes sin subir precios en el lineal de manera "artificial" y sin reducir la calidad. Para ello, apuntó a medidas en los procesos de producción para reducir costes, una variable que, sin mencionarlos explícitamente, apunta también a los más de 1.500 proveedores de Mercadona, a los que seguro que les tocará apretarse el cinturón.

Sale el director de obras

Roig ha introducido cambios en el comité de dirección para ampliar las direcciones generales de compras de cinco a siete. Teresa Pol (compras, hornos), Francis Alonso (carnes, huevos y charcutería) y Marga Santos (fitoterapia) son las nuevas incorporaciones al órgano ejecutivo que preside el principal accionista como 'primus inter pares'. Ha habido una salida, la de José Francisco Ruiz, que asumió el departamento de obras y expansión hace poco menos de un año. Su responsabilidad ha sido trasladada a Pilar Sanz, que llevaba compras de horno.

Mercadona tiene previsto invertir 1.100 millones en 2022 para seguir impulsando su plan estratégico de transformación. Estos recursos se destinarán, principalmente, a la apertura de 68 nuevos supermercados, 58 en España y 10 Portugal; a la reforma de 43 supermercados para adecuarlos al nuevo modelo de tienda eficiente o tienda 8, y a la implantación de la sección de Listo Para Comer en otros 150 supermercados. La compañía prevé crear más de 1.000 puestos de trabajo estable en 2022 entre España y Portugal.