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Juan Roig confiesa el pecado de Mercadona: "Nos falta más calidad en Hacendado"
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Juan Roig confiesa el pecado de Mercadona: "Nos falta más calidad en Hacendado"

El dueño de la cadena de supermercados admite problemas de calidad en su oferta de marca blanca y frescos. Pero la frase esconde a la vez la apuesta por una recuperación económica fuerte

Foto: El presidente de Mercadona, Juan Roig. (EFE)
El presidente de Mercadona, Juan Roig. (EFE)

"Nos falta más calidad en Hacendado". Hasta en dos ocasiones repitió este martes Juan Roig una frase con la que quiso reconocer carencias en la oferta de productos de la cadena de supermercados. No es un secreto que la marca blanca de Mercadona ocupa un lugar muy específico en el imaginario popular, el de productos de precios baratos que cumplen su función alimentaria, pero a los que casi nadie se refiere como iconos de calidad suprema o destacable. No se pueden pedir peras al olmo. Durante años, esa apuesta por la competitividad centrada en el precio, sin enfocar tanto el mensaje y la cadena alimentaria en destacar los aspectos cualitativos del lineal, ha estado en la base del éxito de la empresa valenciana, que ha crecido en ventas ejercicio tras ejercicio hasta situarse como la mayor compañía española por cifra de negocio, por encima de una multinacional como Repsol.

El año 2020 no fue una excepción. Los 26.932 millones en ingresos en pleno año de la pandemia, un 5,5% más que en 2019, tienen varias explicaciones. Una es el cerrojazo al canal de bares y restaurantes (Horeca), que ha concentrado el grueso de la demanda de alimentación en la gran distribución. "A nosotros nos ha salido cara y a otros les ha salido cruz", dijo Roig. Pero otra de las razones es la batalla por el céntimo que caracteriza al sector, con Mercadona a la cabeza, una empresa que ha sacrificado tradicionalmente el margen para ganar espacio y cuota de mercado hasta ocupar un liderazgo indiscutible. Más de uno de cada cuatro euros (26,4%) que se gastan en distribución van a parar a la caja de la empresa valenciana.

La frase de Juan Roig esconde también una apuesta por una recuperación económica fuerte

Sin embargo, pese a todo el esfuerzo realizado en optimizar la gestión, que se tradujo en un beneficio récord de 727 millones de euros, Mercadona registró el año pasado una ligera pérdida de cuota de 0,5 puntos frente a otras marcas como Lidl o supermercados regionales, como Consum, según las cifras de Roig. Kantar eleva ese arañazo a 1,1 puntos.

Foto: Juan Roig, presidnete de Mercadona. (EFE)

Ha sido un aviso para Roig, que inició hace pocos años un giro en su tradicional estrategia prusiana para introducir elementos de valor añadido a las tiendas. No solamente ha sido con la fuerte inversión en la "brutal transformación", como le gusta decir, para renovar todas sus tiendas (1.040 de las 1.639 ya son Tienda 8 o 'Tienda eficiente'). En esta clave también se explican iniciativas como añadir a las estanterías de productos servicios nuevos como el corte de jamón o el 'Listo para comer', que Roig quiere convertir en los restaurantes y las cocinas favoritas de los ciudadanos.

Su frase de este martes en la rueda de prensa de presentación de resultados poniendo en duda la calidad de su propia marca blanca supone un hito importante para quienes conocen la historia de Mercadona. Hacendado, como Bosque Verde o Deliplus, configuran la base sobre la que se ha construido la empresa, tanto en su relación con los clientes como con sus proveedores. Mientras otras cadenas trataban de abrirse hueco dando espacio a marcas del fabricante, Roig apostaba por su propio producto, al que ahora quiere dar un nuevo empujón. "En los productos Hacendado nos falta más calidad, muchos productos no tienen la calidad que el cliente requiere. Lo estamos arreglando y en los dos próximos años el cliente lo va a percibir", se comprometió. En ese paquete metió también el segmento de frescos.

La calidad, por encima del precio

"Hay algunos competidores que tienen una visión mucho más clara de la calidad. Los regionales se adaptan mejor a los productos que requiere cliente. Las multinacionales tienen mejor cartera de proveedores en todo el mundo y los pequeños tratan mejor los frescos que nosotros", insistió. Preguntado sobre si Mercadona iba a entrar en una batalla por el precio con sus competidores, Roig fue tajante: "No vamos a entrar en la guerra de precios, vamos a entrar en la guerra de la calidad".

En este sentido, el patrono valenciano avanzó que Mercadona está dispuesta incluso a buscar nuevos proveedores. La empresa ya ha pasado de depender de interproveedores capaces de elaborar varias referencias a reenfocar las compras hacia fabricantes especialistas por producto o 'totalers', como los ha bautizado. La mejor prueba de esta flexibilidad es Portugal. Roig admitió que ya compra a sus proveedores lusos 350 millones, pese a que vendió el año pasado 187 millones en las tiendas portuguesas. Es decir, parte de sus compras en el país vecino van dirigidas al mercado español. Esto todavía no se nota en la cifra de compras a fabricantes españoles. Mercadona desembolsó en total en aprovisionarse 21.507 millones el año pasado, un 7% más.

Que Mercadona quiera dar un paso adelante cualitativo en su producto por encima de la batalla de los precios es una señal de alegría: indica que Juan Roig cree en una recuperación económica, si no robusta, al menos suficiente como para que el cliente quiera pagar por lo que compra. Y lo que haga Mercadona no hay que desdeñarlo. Se trata de una factoría que directa e indirectamente mueve el 2,2% del PIB español.

"Nos falta más calidad en Hacendado". Hasta en dos ocasiones repitió este martes Juan Roig una frase con la que quiso reconocer carencias en la oferta de productos de la cadena de supermercados. No es un secreto que la marca blanca de Mercadona ocupa un lugar muy específico en el imaginario popular, el de productos de precios baratos que cumplen su función alimentaria, pero a los que casi nadie se refiere como iconos de calidad suprema o destacable. No se pueden pedir peras al olmo. Durante años, esa apuesta por la competitividad centrada en el precio, sin enfocar tanto el mensaje y la cadena alimentaria en destacar los aspectos cualitativos del lineal, ha estado en la base del éxito de la empresa valenciana, que ha crecido en ventas ejercicio tras ejercicio hasta situarse como la mayor compañía española por cifra de negocio, por encima de una multinacional como Repsol.

Juan Roig
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