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El Consell de Puig plantea una prórroga de la nuclear de Cofrentes por la crisis de energía
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CIERRE PREVISTO EN 2030

El Consell de Puig plantea una prórroga de la nuclear de Cofrentes por la crisis de energía

Es la central de mayor potencia de España y prevé cerrar en 2030. El atasco en proyectos de renovables hace temer un colapso en nueve años. Los socios de los socialistas rechazan otra prórroga

Foto: Central nuclear de la población valenciana de Cofrentes. (Reuters)
Central nuclear de la población valenciana de Cofrentes. (Reuters)
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El debate sobre el futuro de la central nuclear de Cofrentes se ha reabierto en la Comunidad Valenciana. La Generalitat, que preside el socialista Ximo Puig, está barajando solicitar al Ministerio de Transición Ecológica que revise la orden que firmó el pasado mes de marzo y que fijaba en el año 2030 el cierre definitivo de la infraestructura que explota su propietaria, Iberdrola, en el interior de la provincia de Valencia. La razón de este giro en las filas socialistas, que incluso votaron en febrero de este año a favor de una propuesta de la plataforma Tanquem Cofrentes para la clausura inmediata de la instalación, está en la percepción de que la crisis energética que sufren actualmente el país y el continente europeo tiene razones estructurales que pueden verse agravadas por una crisis de oferta si no llegan a tiempo las alternativas de generación de electricidad.

El cambio en la estrategia, no obstante, puede generar un conflicto entre los socios del llamado Consell del Botànic. Compromís y Unidas Podemos son completamente contrarios a la pervivencia de la planta nuclear. Los morados se posicionaron en contra de la última prórroga otorgada por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que confirmó el acuerdo entre el Gobierno e Ibedrola para extender la vida de la central desde 2025 hasta 2030.

Foto: Central nuclear de Ascó I. (Cedida)

Cofrentes es ahora mismo la central nuclear con mayor capacidad de potencia eléctrica de España (1.092,02 MW) de las siete que operan en total, según los datos del ministerio que dirige Teresa Ribera. Está en funcionamiento desde 1985, por lo que en 2030 cumplirá 45 años en explotación, por encima de las cuatro décadas que habitualmente se fijan como referencia de vida útil de las nucleares. La electricidad que genera es el equivalente a la cuarta parte de la demanda de la Comunidad Valenciana.

La sustitución de la central como generadora de electricidad es uno de los grandes retos energéticos de España y de la autonomía. La existencia de la red de evacuación ha propiciado la aparición de numerosos proyectos de instalaciones fotovoltaicas en el Valle de Ayora, donde se ubica Cofrentes. La propia Iberdrola ha promovido un parque de 200 MW que afecta a varios municipios de la zona. Pero no es la única. Los ayuntamientos de Ayora, Zarra y Jarafuel han elaborado un plan especial para ordenar territorialmente la fuerte demanda de instalaciones solares y a la vez tratar de especializarse como receptores de esta industria. Muchas de las propuestas dependen de la autorización de la Generalitat, por tratarse de plantas con potencia de menos de 50 MW, pero los déficits administrativos en la Conselleria de Economía tienen atascados los expedientes de cientos de proyectos.

Foto: Ribera asegura que el año más razonable de cierre de Cofrentes es 2030. (EFE)

A esta contingencia se suma el rechazo que numerosos colectivos conservacionistas han comenzado a mostrar hacia la proliferación de grandes extensiones de paneles solares en zonas rurales de toda España. La Societat Valenciana d´Ornitologia (SVO), la Asociación Naturalista de Ayora y La Valle (ANAV), la Sociedad Odonatológica de la Comunidad Valenciana (Parotets-SOCV) y la Plataforma Sierra de Chiva, apoyadas por la Alianza Energía y Territorio (Aliente), han presentado alegaciones contra el plan especial del Valle de Ayora, en el que se incluye el proyecto de Iberdrola.

Está por ver si en 2030 hay potencia nueva instalada con renovables capaz de compensar la parada de Cofrentes para evitar elevar el recurso a fuentes generadoras de emisiones de efecto invernadero, como las centrales de ciclo combinado de gas natural. España afronta en esas fechas la caducidad de casi todo su parque de reactores de fisión, por lo que necesita acelerar la implantación de fuentes renovables alternativas (solar y eólica, principalmente). En Francia, por contra, el presidente Emmanuel Macron avanzó la semana pasada su intención de añadir la energía nuclear al plan de transformación industrial y energético, con una inversión de 1.000 millones de euros en pequeños reactores. "El primer objetivo es hacer emerger en Francia de aquí a 2030 reactores nucleares de pequeño tamaño innovadores y con una mejor gestión de los residuos", afirmó.

El debate sobre el futuro de la central nuclear de Cofrentes se ha reabierto en la Comunidad Valenciana. La Generalitat, que preside el socialista Ximo Puig, está barajando solicitar al Ministerio de Transición Ecológica que revise la orden que firmó el pasado mes de marzo y que fijaba en el año 2030 el cierre definitivo de la infraestructura que explota su propietaria, Iberdrola, en el interior de la provincia de Valencia. La razón de este giro en las filas socialistas, que incluso votaron en febrero de este año a favor de una propuesta de la plataforma Tanquem Cofrentes para la clausura inmediata de la instalación, está en la percepción de que la crisis energética que sufren actualmente el país y el continente europeo tiene razones estructurales que pueden verse agravadas por una crisis de oferta si no llegan a tiempo las alternativas de generación de electricidad.

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