"Todos vamos a tener que pensar qué hacer con los parques empresariales de fuera de la M-30"

Hace nueve meses, Borja Ortega tomó las riendas en España de BNP RE, el brazo inmobiliario del banco francés, y desde entonces ha estado trabajando en enfocar la compañía hacia tres grandes líneas: asesoramiento de transacciones, 'property management' y la suma de consultoría, valoraciones e investigación ('research').

En la primera, que genera el 70% de la facturación de la empresa, Ortega apuesta por reforzar su histórico posicionamiento en oficinas y logística, y al mismo tiempo entrar en negocio residencial, o 'living', bajo el que engloba desde vivienda, hasta hoteles y residencias. Además, defiende poner en valor el grupo del que forma parte, BNP Paribas, intensificando la puesta en común de los servicios que pueden ofrecer como un único banco.

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"Vamos a trabajar en conjunto con Wealth Management (gestión de patrimonios) para asesorar las necesidades de nuestros clientes", explica Ortega, quien también destaca la división de patrimonios privados del grupo francés. Y, aunque descarta crear por el momento vehículos para clientes de banca privada dirigidos a adquirir activos inmobiliarios, como están haciendo otras entidades, sí reconoce estar ganando mucha exposición en un momento en el que, además, el viento sopla de cola.

"Sigue habiendo muchísima presión por invertir. En la segunda mitad de este año y, sobre todo, en el último cuatrimestre, se van a concentrar muchísimas operaciones", advierte Ortega, quien también quiere poner aquí en valor su pertenencia a la entidad gala. "Formamos parte de un grupo líder en asesoramiento y nos juntaremos con el banco asesorando operaciones de fusiones y adquisiciones".

"En el último cuatrimestre de este año, se van a concentrar muchísimas operaciones"

Un signo diferencial de BNP es su conexión con el mercado galo, que cada vez está más interesado por las oportunidades de inversión al sur de los Pirineos. "Notamos que cada vez más el inversor francés tiene un foco muy potente puesto en España y cada vez está entrando más inversor institucional del mundo francófono, tanto francés como belga", señala Ortega, quien defiende "quitar la frase de valor refugio, porque es un valor seguro invertir en inmobiliario".

Y España, para el responsable de BNP RE, ofrece un amplio abanico de opciones. En logística, defiende que se va a seguir creciendo con más desarrollos de naves XXL, transformación de activos, logística de proximidad y desarrollo de nuevos productos".

Para el residencial también pronostica mucha actividad, sobre todo, en alquiler, aunque advierte que "se van a hacer los análisis de manera más sosegada" y que la venta de vivienda nueva va a tener también su hueco. "Hay una demanda clara y una necesidad de viviendas y vamos a ver a las grandes compañías seguir desarrollando promociones para la venta", vaticina.

La vivienda en alquiler seguirá creciendo, pero las operaciones se analizarán más sosegadamente

Por lo que respecta al sector hotelero, defiende que "va a seguir acogiendo operaciones, tanto en turístico en la costa como en urbano. Y ahí Madrid tiene un atractivo muy potente, porque ha dado un claro paso de posicionarse como una gran capital europea y está atrayendo a muchísimo turista".

Donde BNP RE está llamado a jugar un papel protagonista, tanto por su experiencia como por el momento crítico que vive el sector, es en oficinas, terreno donde Ortega defiende que "vamos a ver una importante actividad, porque va a requerir de una gran transformación. Para nada creo en la desaparición de las oficinas, pero es cierto que esta crisis ha acelerado el cambio que, en cualquier caso, iban a tener".

Convencido de que las oficinas serán espacios de generación de ideas y conectividad entre los empleados, Ortega sostiene que la revolución desatada por el covid va a hacer que la ubicación sea más importante que nunca, ya que el teletrabajo ha venido para quedarse. "Todos estábamos en mayor o menor medida, pero la pandemia lo ha acelerado".

Una consecuencia directa de este cambio de paradigma es que "todo lo que está más allá de la M-30, tendremos que pensar entre todos qué se puede hacer con esos parques empresariales: conjugar usos, buscar soluciones de espacios...", añade.

Hay gran disparidad sobre cuál será el modelo ideal, pero empieza a haber consenso en que será flexible

Un trabajo en el que está todo por hacer, ya que "hay pensamientos todavía muy dispares entre compañías del mismo sector sobre cuál va a ser el modelo ideal, pero donde sí empieza a haber consenso es en que el modelo es flexible".

Otro factor que va a determinar el futuro de este mercado son todas las políticas de sostenibilidad y respeto al medio ambiente (conocidas en la jerga del sector bajo las siglas ESG), "ya que cada vez hay más inversores que solo van a desarrollar ese tipo de activos, y eso tiene un efecto de arrastre".

Un impulso que ya se está dejando notar por el lado de la financiación con productos como los llamados bonos verdes, dirigidos a invertir en activos que respetan estas políticas. "Hay mercado para todos. El inmobiliario crece y los inversores cada día son más", concluye Ortega.