El poderoso jefe de Seguridad de Air Europa reclama 1,7 millones a Globalia

La familia Hidalgo cruza los dedos para que el acuerdo firmado a principios de año con Iberia para la venta de Air Europa se cierre antes de acabar 2021 y no necesite una segunda inyección de liquidez por parte del Estado. Una operación que, de culminarse en la fecha prevista, coincidirá con la celebración del juicio por el que Jesús Pérez Azurmendi, el anterior jefe de Seguridad del grupo turístico y comandante de aviación, reclama a la familia tras décadas de servicio a los empresarios.

Según fuentes próximas al caso, Azurmendi reclama a Globalia 1,7 millones de euros en concepto de indemnización tras haber dejado hace año y medio la Dirección de Seguridad del grupo y su puesto de comandante en Air Europa. Tras salir de la aerolínea de los Hidalgo, el piloto trabajó durante un año para Corporación Ygnus, compañía dedicada a los vuelos de carga y que hasta finales de 2018 perteneció a Imesapi, filial de ACS.

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Otras fuentes indican que la primera reclamación de Azurmendi a Globalia fue entre finales de 2019 y principios de 2020, cuando le quedaba un año para que venciese su licencia para volar. Pero los Hidalgo rechazaron sus exigencias monetarias. Las diferencias acabaron con el comandante fuera de Air Europa y de Globalia, con presuntas acusaciones mutuas en sus círculos cercanos, mientras el comandante de aviación preparaba la demanda laboral.

Azurmendi tenía un rol muy relevante en el 'holding' de los empresarios dueños de Halcón Viajes, los hoteles Be Live, de la empresa de 'handling' Groundforce y numerosos activos inmobiliarios en España y República Dominicana. El jefe de Seguridad era el enlace con el Ministerio de Defensa para los contratos que la aerolínea recibió del Gobierno para el movimiento de tropas y material militar tras el desastre del Yak-42, el accidente aéreo en el que fallecieron 75 de los 82 ocupantes, la mayor tragedia en la historia del Ejército español en tiempos de paz.

Fuentes próximas a las negociaciones aseguran que Globalia abonaba a Azurmendi una prima por sus intermediación con el ministerio

Air Europa ganó el primer contrato con Defensa en 2009, aunque previamente ya estuvo haciendo servicios para el ministerio. Ese año, los Hidalgo se quedaron con el contrato por 50 millones de euros, acuerdo que se renovó en 2013 hasta 2017, con un coste máximo de 60 millones. Fuentes próximas a las negociaciones aseguran que Globalia abonaba a Azurmendi una prima por sus labores de intermediación con el ministerio.

El magistrado ha fijado la fecha del juicio para finales de noviembre, momento en el que Air Europa podría pasar a manos de Iberia si la Comisión Europa aprueba el expediente de competencia. Dada la importancia de la indemnización reclamada por el comandante, los Hidalgo han puesto al día del caso a la filial española de International Airlines Group (IAG), la matriz hispanobritánica que acordó pagar 500 millones en un plazo de seis años por Air Europa. Un precio que es la mitad de lo que pactaron el 2 de noviembre de 2019, cuando IAG firmó un cheque de 1.000 millones de euros en efectivo.

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La reducción a la mitad del importe de la compraventa se debe al impacto del covid-19 en la industria aeronáutica, que ha provocado un desplome de la actividad aérea y del tráfico de pasajeros, lo que ha llevado a las compañías a situaciones límite. La mayoría ha acudido a sus respectivos Estados para recibir inyecciones de liquidez para afrontar los efectos de la pandemia. Air Europa, que el pasado año perdió unos 500 millones, solicitó a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) 475 millones.

Según fuentes financieras, Air Europa ya ha gastado el dinero del rescate público, por lo que la compañía tiene que afrontar los próximos meses con los ingresos que capte durante la etapa veraniega, la más importante para la aerolínea. Pero los problemas para viajar a Latinoamérica y los constantes cambios de criterio de las autoridades sanitarias nacionales e internacionales han puesto en grave riesgo las previsiones que la compañía tenía para aguantar hasta que Iberia tomase el control de las operaciones.