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Las familias de El Corte Inglés firman un pacto de silencio con penalización millonaria
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Cláusula DE NO DIFAMACIÓN

Las familias de El Corte Inglés firman un pacto de silencio con penalización millonaria

El acuerdo de Marta y Cristina Álvarez con Dimas Gimeno y su madre incluye una cláusula de no difamación para evitar erosionar la reputación del grupo tras la guerra familiar

Foto: Dimas Gimeno. (EFE)
Dimas Gimeno. (EFE)
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La paz en El Corte Inglés tiene un precio muy alto. El acuerdo firmado a finales de febrero entre Marta y Cristina Álvarez con Dimas Gimeno, la madre de este, María Antonia Álvarez, y su tío, César Álvarez, sirvió para acabar con una disputa familiar surgida tras el fallecimiento del último patriarca, Isidoro Álvarez. Un contrato millonario de 145 millones de euros, que incluía la retirada de todas las demandas judiciales y, según han confirmado fuentes conocedoras de las negociaciones, un pacto de silencio basado en penalizaciones millonarias.

Según estas fuentes, cuando Marta Álvarez, hija de Isidoro Álvarez y actual presidenta de El Corte Inglés, y Dimas Gimeno, el primer ejecutivo del grupo de grandes almacenes tras el fallecimiento del patriarca en 2014 y hasta el verano de 2018, se dieron el apretón de manos en la notaría, las partes se comprometieron a cumplir una cláusula de 'no difamación'. Es decir, un acuerdo por el que cada una de las dos familias se obligaba a no hablar mal de la otra para no perjudicar el valor de la compañía ni dañar su reputación. Esta exigencia afecta a la compañía, a Dimas Gimeno, sus hermanos y su madre.

Fuentes oficiales de El Corte Inglés han confirmado la existencia de esta cláusula de confidencialidad, pero rechazan concretar la penalización a pagar si se incumpliera. Otras fuentes sostienen que las partes deberían abonar una sanción de más de 10 millones de euros por cabeza en el caso de que alguno de los firmantes difame o injurie a los otros, o perjudique los intereses de la compañía. Por tanto, la penalización superaría los 30 millones de euros, según otras fuentes próximas a las negociaciones.

placeholder Marta Álvarez Guil, presidenta de El Corte Inglés. (EFE)
Marta Álvarez Guil, presidenta de El Corte Inglés. (EFE)

El objetivo al incluir este apartado en el contrato es evitar que se avive cualquier rescoldo de la batalla que desde que se repartió la herencia, a finales de 2016, incendió la relación entre las familias y el poder en El Corte Inglés. Un cruce de acusaciones, con numerosas demandas y querellas por parte de Dimas Gimeno y su madre, que acabó con la destitución del sobrino de Isidoro Álvarez como presidente en la junta de accionistas de 2018, a petición de Marta y con el respaldo de todos los consejeros.

Una guerra que se cerró a principios de este año y que se ha ejecutado entre marzo y abril. Un acuerdo por el que Dimas y su madre, María Antonia, van a recibir en tres años un total de 145 millones de euros a cambio de vender su 5% del capital de El Corte Inglés al propio grupo. El expresidente y su madre ya han recibido 85 millones, que les han servido para saldar la deuda de 70 millones que tenían con la Agencia Tributaria por los impuestos de sucesión que debieron pagar por esas acciones del 'holding' de grandes almacenes que les dejó Isidoro. El próximo año percibirán 30 millones más y en 2023, los 30 millones restantes.

Ruptura total

Gimeno ya ha soltado todas las amarras que le unían a El Corte Inglés. Vendió el 5% que compartía con su madre, las acciones que tenía a título personal y que había recibido como alto ejecutivo y recientemente dejó su puesto en el patronato de la Fundación Ramón Areces, el primer accionista del grupo con el 22%. El empresario está centrado en la puesta en marcha de su proyecto WOW, un 'marketplace' con un edificio prémium en la Gran Vía de Madrid, donde quiere implantar un nuevo concepto de la moda 'retail'.

Por su parte, Marta y Cristina están enfocadas en acelerar la transformación de El Corte Inglés, una transacción que ya estaba en marcha y que la pandemia ha precipitado, dados los cambios de hábitos de los consumidores. La presidenta ha aceptado reconocer pérdidas de 3.000 millones de euros con cargo al ejercicio 2020-2021, finalizado el pasado 28 de febrero, por el deterioro del valor de los centros comerciales, parte de cuyas ventas se han redireccionado a los canales digitales.

Foto: Un centro comercial de El Corte Inglés. (Reuters)

La próxima junta general de accionistas, que se celebrará a finales de julio, será la primera tras la paz social alcanzada a principios de este año. La familia de Gimeno ya no estará presente en este acto privado y no supondrá ningún riesgo de protesta contra el consejo de administración. El expresidente ya no podrá hacer ningún comentario sobre sus primas y El Corte Inglés si no quiere asumir un castigo millonario. Por su parte, Marta y Cristina, que se han hecho con todo el poder, tampoco podrán hacer valoración alguna del proyecto de su primo, que puede competir en el segmento de moda, el que más le gusta a la actual presidenta.

La paz en El Corte Inglés tiene un precio muy alto. El acuerdo firmado a finales de febrero entre Marta y Cristina Álvarez con Dimas Gimeno, la madre de este, María Antonia Álvarez, y su tío, César Álvarez, sirvió para acabar con una disputa familiar surgida tras el fallecimiento del último patriarca, Isidoro Álvarez. Un contrato millonario de 145 millones de euros, que incluía la retirada de todas las demandas judiciales y, según han confirmado fuentes conocedoras de las negociaciones, un pacto de silencio basado en penalizaciones millonarias.

Fundación Ramón Areces Dimas Gimeno
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