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Galán y los codazos con el PNV a costa de Repsol y del palco del Athletic de Bilbao
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TENSIÓN CON URKULLU

Galán y los codazos con el PNV a costa de Repsol y del palco del Athletic de Bilbao

El presidente de Iberdrola, que ha logrado los mayores resultados del Ibex 35, no ha ocultado sus tiranteces con el lendakari Urkullu por aliarse con la petrolera

Foto: El presidente de Iberdrola, Sánchez Galán, con el lendakari Iñigo Urkullu. (EFE)
El presidente de Iberdrola, Sánchez Galán, con el lendakari Iñigo Urkullu. (EFE)

Iberdrola tuvo una semana pasada casi perfecta. Presentó los mayores beneficios de todo el Ibex 35, con 3.600 millones de euros, cifra especialmente significativa en un año marcado por la pandemia. La cotización de la eléctrica, que había empezado 2021 con un ajuste del 15% tras multiplicar su valor en los tres últimos años, respondió bien en una semana complicada para la bolsa. Y su presidente, Ignacio Sánchez Galán, exhibió su sueldo de 12,20 millones de euros, un 18% más que en el año anterior.

O lo que es lo mismo, 33.424 euros al día para una empresa que vive, como toda eléctrica, del Boletín Oficial del Estado que dictan desde el Congreso de los Diputados. 'A priori' puede parecer mucho, pero el amansado consejo de administración ya se encargó de pedir un informe los días previos a la publicación de dichos emolumentos para esgrimir que el salario de Sánchez Galán está por debajo del de sus homólogos en compañías tan parecidas a Iberdrola como Bayer y AstraZeneca (farmacéuticas), IBM (informática) o Starbucks (cafeterías). Es decir, que les sale hasta barato a sus accionistas.

La semana hubiera sido perfecta si no llega a ser por el encontronazo con el PNV unos días antes de la presentación de los resultados anuales. Galán fue al País Vasco a recoger el premio Euskadi Avanza y aprovechó el acto para enviarle un mensaje al lendakari, Iñigo Urkullu, uno de esos avisos que el ingeniero salmantino suele lanzar con un puntito de 'aquí estoy yo' a la clase política cuando los ve remolones con los intereses de la compañía.

Foto: El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. (Foto cedida por Iberdrola)

Galán utilizó su intervención para decir que hará "lo posible" para que la instalación de Iberlyzer, una nueva filial para construir grandes electrolizadores para la industria del hidrógeno, se quede en Euskadi, pero que dependerá de la decisión que adopte el Gobierno vasco. En otras palabras, que quiere una subvención para una inversión de 100 millones, que supondrá la creación de 150 empleos, ya que Iberdrola aporta 1.300 millones a las arcas autonómicas y el 2,2% del PIB de las tres regiones.

placeholder El palco de San Mamés. (EFE)
El palco de San Mamés. (EFE)

Pero ese mismo día, Urkullu presentó oficialmente, en el propio Palacio Euskalduna, el Corredor Vasco del Hidrógeno (BH2C). Un proyecto liderado por Petronor, la filial vasca de Repsol, en el que participan 58 empresas y ocho instituciones, con unas inversiones previstas de 1.300 millones, que generarían 8.000 empleos. Una iniciativa en la que no se cuenta con Iberdrola, todo un dardo desde el PNV que tiene mucho que decir en Bilbao y en Madrid.

A Galán no le ha sentado bien que sus amigos nacionalistas se casen ahora con Repsol, que perdió casi 3.300 millones en 2020 y que el pasado verano también le coló un gol de esos que hacen pupa. La filial de Repsol se convirtió en socia en energías renovables del Athletic de Bilbao, con el que firmó un acuerdo para instalarle placas solares que iluminen el estadio de San Mamés, lo que, en la práctica, supondrá el desarrollo de una de las mayores instalaciones de autoconsumo eléctrico en España.

La filial de Repsol se convirtió en socia en energías renovables del Athletic de Bilbao, con el que acordó instalar placas solares en San Mamés

Galán, que no hace mucho presumía de tener el Athletic a sus pies —como cuando abrió el coliseo rojiblanco solo para que su amigo Lula da Silva, el expresidente de Brasil condenado a cárcel por corrupción, se hiciera una foto en medio del campo—, se enfadó y mucho. Se ofuscó tanto que ordenó retirar el patrocinio del palco que la eléctrica tenía en lo que se conoce como la nueva catedral del fútbol patrio, un reservado típico de empresas en los grandes estadios para agasajar a clientes, proveedores, políticos y amigos varios.

El alquiler de los palcos de fútbol lo puso de moda Florentino Pérez, presidente de ACS y enemigo número uno de Galán, en el Santiago Bernabéu, donde toda empresa que quisiera exhibir músculo reservaba su escaparate. Pasa también en el Camp Nou y ahora en el Wanda Metropolitano, donde el Atlético de Madrid ha profesionalizado la explotación comercial por encima de la corporativa.

La eléctrica tuvo palco en el estadio del Espanyol cuando financiaba las fundaciones de Unió, el partido dirigido por el dueño del club

Lo raro era ser una empresa vasca, con sede en Bilbao, y tener un palco en Cornellà-El Prat, el estadio del Real Club Deportivo Espanyol, a las muy afueras de Barcelona. Allí lo tuvo Iberdrola en los tiempos en que la eléctrica contribuía económicamente a las fundaciones de Unió Democràtica de Catalunya, la pata de la Convergència de Jordi Pujol y Artur Mas. Pagos que llegó a hacer hasta desde tres empresas con sede en Massachusetts, Boston, Estados Unidos, a unos 6.000 kilómetros de la Ciudad Condal. Porque todo valía para contentar a la Unió de Josep Antoni Duran i Lleida y Josep Sánchez Llibre, hoy presidente de la patronal catalana (Foment del Treball) y por aquel entonces dueño del RCD Espanyol con su hermano Dani y conseguidor oficial de pactos en el Congreso entre empresas y partidos políticos.

Iberdrola justificó este palco en el rebautizado RCDE Stadium, con capacidad para 40.000 personas, por "cuestiones comerciales". Labor que al parecer no interesaba en el Camp Nou, con 98.000 asientos y presencia habitual de lo más granado de Cataluña.

Iberdrola tuvo una semana pasada casi perfecta. Presentó los mayores beneficios de todo el Ibex 35, con 3.600 millones de euros, cifra especialmente significativa en un año marcado por la pandemia. La cotización de la eléctrica, que había empezado 2021 con un ajuste del 15% tras multiplicar su valor en los tres últimos años, respondió bien en una semana complicada para la bolsa. Y su presidente, Ignacio Sánchez Galán, exhibió su sueldo de 12,20 millones de euros, un 18% más que en el año anterior.

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