El consumo con tarjetas se recupera a niveles precovid en la fase 1
Los bancos están registrando actividades cercanas a las de hace un año con las tarjetas. La cifra es engañosa, ya que hay un efecto de consumo retenido del confinamiento
La banca maneja pequeños brotes verdes económicos. Son puntuales y requieren contexto, pero mejoran las previsiones internas que tenían las entidades. Así, el gasto en tarjetas lleva unos días registrando niveles similares a la realidad precovid, según datos de las entidades financieras.
En el caso de Banco Sabadell, este saldo llegó a caer un 45% en el peor momento del confinamiento, y esta semana ya está en niveles de 2019. En el caso de Bankia, registraron una contracción similar a la del banco catalán, que se fue mitigando en las últimas semanas: un 29% abajo hace cuatro semanas; un 14% hace tres; un 10% hace dos, y apenas un 0,2% menos la pasada semana. Las previsiones apuntan a números positivos desde esta semana. Estas cifras son en número de operaciones, en importe el sector todavía no se ha recuperado del efecto covid, ya que se están dando más compras pero por importes más pequeños.
En el caso de BBVA, la recuperación del gasto con tarjetas iba algo por detrás la semana pasada, con un retroceso del 22%, pero ya registraba crecimientos interanuales en algunas provincias que pasaron a la fase 1 el 11 de mayo, como Lleida, Asturias, Ourense, Jaén y Ciudad Real. Por contra, Baleares y Madrid han seguido sufriendo grandes caídas en el consumo con plásticos, de entre un 40% y un 50%.
Aun así, el repunte del gasto con tarjetas no implica que el consumo se haya normalizado tras el confinamiento. La mejora de las últimas semanas ha llegado impulsada por dos circunstancias: el efecto embalse y el desplome del uso del efectivo. Desde las entidades, explican que había mucho consumo retenido a la espera de que fueran abriendo los comercios. Por ello, con la entrada en fase 1, se ha acelerado el consumo a un ritmo que no está garantizado para los próximos meses.
Efecto embalse
Por otra parte, las nuevas compras con tarjetas también recogen gran parte del consumo que se hacía con efectivo hasta hace tres meses, y que ahora muchos ciudadanos esquivan para evitar un nuevo foco de contagios. De este modo, las retiradas de efectivo, que llegaron a caer un 70% interanualmente, siguen entre un 22% —BBVA— y un 35% —Sabadell— abajo. Uniendo tarjetas y 'cash', los bancos creen que el consumo de los últimos días sigue un 10% por debajo interanualmente.
Desde el sector financiero, transmiten que este podría ser un buen momento para imponer restricciones a las compras en efectivo, como estudió hacer el Partido Popular (PP) para intentar reducir la economía sumergida.
Las cifras de gasto con tarjetas tienen otros dos matices. El primero, que hay una parte del consumo que se hace con dinero negro, que es imposible medir. El segundo es que no tiene en cuenta la evolución de las tarjetas extranjeras en España, que no se reactivará hasta finales de junio cuando vuelvan a abrirse las fronteras a turistas. Esto es clave para regiones como Baleares o Canarias. Por ello, los ingresos de los comercios con TPV siguen todavía un 20% abajo frente a 2019.
Otro de los efectos del covid-19 es que los españoles se han familiarizado más con el comercio electrónico, que ha pasado de representar un 20% de las compras a un 25%, en el caso de Sabadell. Una tendencia que irá a más, según las entidades. En el caso de Bankia, las compras online llevan semanas creciendo un 30% interanual.
Por sectores, datos de BBVA apuntan a una gran resistencia durante el confinamiento de las compras de alimentación (que representaron un 74%), productos farmacéuticos (11%), libros y prensa (5%) y equipamiento del hogar (3%). Y desde que algunas provincias entraron en fase 1, se están recuperando con mayor rapidez las compras en centros de belleza (que siguen un 6% abajo que antes de la crisis), tiendas de deporte (-42%) y moda (-64%).
La banca maneja pequeños brotes verdes económicos. Son puntuales y requieren contexto, pero mejoran las previsiones internas que tenían las entidades. Así, el gasto en tarjetas lleva unos días registrando niveles similares a la realidad precovid, según datos de las entidades financieras.