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Fin a la luna de miel: sindicatos de Zara piden cambiar el plan de desescalada de la empresa
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Fin a la luna de miel: sindicatos de Zara piden cambiar el plan de desescalada de la empresa

Después de dos meses de calma, las tensiones han empezado a aparecer entre los representantes de los trabajadores y los responsables de Recursos Humanos de Inditex

Foto: Fachada de una tienda de Zara en A Coruña. (EFE)
Fachada de una tienda de Zara en A Coruña. (EFE)

Después de dos meses de calma, las tensiones han empezado a aparecer entre los representantes de los trabajadores y los responsables de Recursos Humanos de Inditex. La mayor empresa española, que desde el momento en el que se declaró el estado de alarma optó por mantener todo el empleo en vez de acogerse a un ERTE, se enfrenta a varias demandas e inspecciones de trabajo que diferentes formaciones sindicales han presentado ya o están ultimando, según han confesado a este medio.

En concreto, en Zara Madrid, AST y CGT han firmado ya una demanda contra el plan de vuelta al trabajo de la compañía en la Comunidad de Madrid, en Galicia, CIG ha planteado dos inspecciones de trabajo; mientras que en País Vasco y Zaragoza, ELA y MIT también han mostrado su oposición a cómo se ha diseñado el plan de desescalada para la vuelta a las tiendas (en logística, durante el estado de alarma se ha mantenido la actividad, mientras que el personal de oficina ha teletrabajado).

Foto: Interior de Zara Castellana, la mayor tienda de Zara en el mundo.

El punto de inflexión fue el pasado 11 de mayo, fecha a partir de la cual la mitad del país entró en fase 1. Hasta ese momento, según reconocen tanto representantes sindicales como desde la compañía, había habido una fluida negociación entre las dos partes, donde la máxima para ambas partes había sido garantizar la seguridad y salud de la plantilla.

El siguiente paso fue pedir, entre los responsables y supervisores de tienda de Zara, unos 800 voluntarios para acudir a tiendas a hacer labores de empaquetado para la venta 'online', iniciativa que arrancó la semana del 15 de abril, solo con turno de mañana y de lunes a viernes, pero que, apenas una semana después se triplicó, y pasó a trabajarse también de tarde, en fines de semana y en otras cadenas del grupo.

placeholder Varias docenas de personas aguardan para entrar en una tienda de Zara en A Coruña. (EFE)
Varias docenas de personas aguardan para entrar en una tienda de Zara en A Coruña. (EFE)

Pero ha sido en mayo, con el arranque del plan de desescalada nacional y la posibilidad de empezar a abrir las tiendas de menos de 400 metros cuadrados, cuando han empezado a surgir las tensiones. El epicentro del problema está la decisión de la compañía de organizar a la plantilla en equipos estancos (siempre las mismas personas deben coincidir con las mismos compañeros) y rotatorios, que trabajen tres días en turno de mañana y tres por la tarde, saltándose las jornadas de maternidad o los acuerdos ya existentes.

"Desde la CGT (sindicato mayoritario en Zara, Lefties y P&B Madrid) rechazamos completamente las medidas tomadas por la empresa de forma unilateral y se tomarán las medidas que sean necesarias", ha señalado la formación en un comunicado. Además, insta a los trabajadores a "solicitar siempre por escrito cualquier modificación de horarios y fechas establecidas de vacaciones y, sobre todo, no firméis ninguna modificación".

Foto: Inditex está volcado en una estrategia omnicanal que integre 'online' y 'offline'.

"Inditex modificó el pasado lunes, de manera unilateral y de un día para otro, los horarios del personal del grupo en todo el Estado. Esta decisión incluye a trabajadoras que tienen reducción de jornada por cuidado de hijos, lo que supone un ataque directo contra el derecho de conciliación de la vida laboral y familiar", han denunciado desde CIG (Confederación Intersindical Gallega).

Desde la compañía, han replicado que la única premisa que se ha marcado es que la vuelta al trabajo se organice con grupos estancos, medida que se ha tomado siguiendo las recomendaciones de Sanidad, pero han asegurado que la organización de turnos de manera rotatoria es flexible y se ha propuesto pensando en que ahora, con los colegios cerrados, la conciliación es un problema de toda la plantilla. Además, han señalado que a todo empleado que lo pida se le entregará por escrito su nueva jornada y ha insistido en que se trata de una medida temporal, ante la excepcionalidad del momento que vive el país, y que tan pronto como se pueda se volverá a los turnos anteriores.

placeholder Vista área del centro logístico de Inditex en Meco. (EFE)
Vista área del centro logístico de Inditex en Meco. (EFE)

"Algunos de estos cambios, si bien son entendibles teniendo en cuenta la situación que estamos viviendo, no es comprensible que se estén comunicando de manera desigual y cada RRHH de cada zona está actuando de una manera diferente, haciendo crecer la incertidumbre y el malestar en la plantilla, además hay que tener en cuenta que estos cambios podrían suponer una modificación sustancial de las condiciones de trabajo, sobre todo en lo referente a las reducciones de jornada por guarda legal", han denunciado desde CCOO.

En Madrid, además, han surgido otros dos puntos de conflicto. Por una parte, el traslado de empleados al centro de Marchamalo (Guadalajara), opción que hasta ahora la empresa había ofrecido a la plantilla de manera voluntaria e, incluso, permitiendo ampliar horas a aquellas personas que lo solicitaran, elevando así su retribución. Pero desde el 11 de mayo esto ha cambiado y se está ordenando reincorporarse ahí a trabajadores de tiendas porque, según los sindicatos, el aumento de la venta 'online' hace que se hayan enviado ya 200 empleados de tienda y que se necesiten a otras 200 personas en este gran almacén.

Foto: Una tienda de Zara, que pertenece al grupo Inditex. (EFE)

La compañía han admitido estar trasladando fuerza de trabajo de sus establecimientos de Zara Madrid a Marchamalo, pero han puntualizado que en ningún momento se ha alterado su situación laboral respecto a la reincorporación en las tiendas, ya que en ambos casos, por la situación que se vive bajo el estado de alarma, el trabajo que se está realizando se centra en empaquetar los pedidos 'online'.

Esta misma semana, el miércoles, surgió el tercer punto de fricción: las vacaciones. En Zara Madrid, el buque insignia del grupo y la firma que miran el resto de cadenas y comunidades para anticipar acontecimientos, se comunicó que a partir del próximo lunes 18 de mayo, toda la plantilla deberá cogerse las vacaciones de invierno no disfrutadas hasta ahora y, si no les quedan, empezar a consumir las de verano, ya que el objetivo del grupo es que el 60% de las vacaciones esté consumido antes del 30 de junio (fecha en la que se estima que terminará el estado de alarma), lo que significa dejar apenas una semana o 10 días para julio, agosto y septiembre.

placeholder Inditex quiere reforzar su almacén para venta 'online' de Marchamalo con 400 personas. (EFE)
Inditex quiere reforzar su almacén para venta 'online' de Marchamalo con 400 personas. (EFE)

En las tiendas del grupo Inditex, los trabajadores cuentan con dos semanas de vacaciones de invierno, que deben cogerse antes del 21 de junio, y tres de verano, a coger en la segunda mitad del año. Cuando se decretó el estado de alarma, muchos trabajadores todavía no habían disfrutado las de invierno, pero sí las habían solicitado, y la empresa accedió a dejarlas en suspenso, es decir, no obligó a nadie a consumir sus vacaciones durante el confinamiento, aunque este coincidiera con los días que había pedido. Después de este gesto, desde la compañía ven natural solicitar que se consuman ahora, cuando apenas queda un mes para que caduquen y antes de poder abrir todas las tiendas.

Los representantes de los trabajadores critican que Inditex ha vuelto a demostrar muy poco espíritu negociador al plantear unilateralmente la medida y han pedido que las vacaciones puedan disfrutarse en días sueltos, para que cada persona pueda organizar mejor su conciliación, y diseñar un plan detallado por cada tienda para que, al menos, se puedan disfrutar 15 días en verano. Propuesta que recursos humanos ha dicho que estudiará.

Donde sí parece haber consenso es en la alternativa que ha encontrado Inditex para el personal especialmente vulnerable, para el que ha diseñado la posibilidad de pasar a trabajar como 'call center' de atención al cliente desde su casa, una iniciativa que todavía se está terminando de perfilar y a la que podrían acogerse apenas unas decenas de trabajadores. Además, el 'holding' gallego tiene identificadas a unas 1.500 personas que por edad (mayores de 60 años) y problemas de salud están dispensadas de ir al puesto de trabajo, según han afirmado desde recursos humanos.

Después de dos meses de calma, las tensiones han empezado a aparecer entre los representantes de los trabajadores y los responsables de Recursos Humanos de Inditex. La mayor empresa española, que desde el momento en el que se declaró el estado de alarma optó por mantener todo el empleo en vez de acogerse a un ERTE, se enfrenta a varias demandas e inspecciones de trabajo que diferentes formaciones sindicales han presentado ya o están ultimando, según han confesado a este medio.

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