Las Cruces busca alianzas con otras minas para seguir produciendo a partir de 2021

Tras el parón de dos semanas entre marzo y abril por la hibernación económica decretada por el Gobierno para frenar la expansión del coronavirus, Cobre Las Cruces sigue funcionando y enfilando el final de la operación en su yacimiento, a 20 kilómetros al norte de Sevilla, a diciembre. First Quantum, la minera cotizada canadiense que posee la explotación, avanzó en enero que prevé al menos dos años en blanco, sin producción alguna de cobre, en 2021 y 2022. Es el plazo que, como mínimo, necesitaría la puesta en marcha del proyecto de ampliación de la vida útil por otros 14 años, con al menos 400 millones de inversión, y que sigue pendiente de luz verde administrativa.

Pero los gestores de Las Cruces, encabezados por primera vez desde que se abrió la mina en 2009 por un español —Juan Pedro Soler—, están trabajando para revertir esta situación de parón total mediante un proyecto puente que permita el funcionamiento temporal y parcial de la planta minera. Así lo explican fuentes de la compañía consultadas por El Confidencial. Las Cruces consta de una corta a cielo abierto y una planta hidrometalúrgica con capacidad máxima de producir directamente 72.000 toneladas de cátodos al año (planchas de cobre con un 99.9% de pureza).

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Sin más combustible para esa planta tras agotarse la corta, la opción pasaría por recibir mineral —o directamente concentrados metálicos— de otras minas que pueda ser procesado en la factoría, según otras fuentes del sector minero consultadas por este medio. Por cercanía geográfica, la mina de Riotinto (la que más mineral extrae de las tres operativas en Andalucía occidental) y la de Aznalcóllar (a veinte kilómetros de Las Cruces) pero que está aún por reabrir, se perfilan como candidatos. Su mineral o concentrado alimentaría esa planta durante ese lapso entre el final de la mina actual de Las Cruces y el futuro proyecto, que exigirá minería subterránea.

La alternativa, caso de no poder abastecerse de nuevo mineral o concentrado metálico que procesar, es acometer un ERE para el 90% de los 250 empleados directos que se mantienen en Las Cruces. Todos menos los dedicados a tareas de obtención de permisos e ingeniería ligados al proyecto de ampliación, y los adscritos a tareas de control y mantenimiento de las escombreras generadas por la última década de operación, como dicta la ley. Otros 500 empleos indirectos dependen de la mina.

La Junta de Andalucía, administración clave para la concesión de los permisos ambiental y minero de la ampliación, ha acelerado el paso para evitar en lo posible el daño al empleo. Las fuentes de Las Cruces detallan que prevén recibir los permisos en los próximos meses. No concretan si antes o a final de año. Algunos de ellos dependen también del Gobierno central, en concreto de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, relativos a la gestión del agua. El proyecto de ampliación se presentó a la Junta andaluza en octubre de 2018.

El reciente recurso ante el Tribunal Constitucional del Gobierno central contra el decreto aprobado por el Parlamento andaluz en plena pandemia que agilizaba decenas de trámites administrativos puede también afectar a la obtención de esos permisos. Si entrara en vigor, agilizaría el proceso administrativo al hacerlo más sencillo, pero al estar recurrido y en suspenso no puede beneficiarse de esa reducción de trámites. Los gobiernos central y andaluz prevén negociar en paralelo a la tramitación de ese recurso. Un pacto que permita que entre en vigor sería un empujón claro para el proyecto de ampliación

La gran pregunta latente en el sector es si será el dueño actual de Las Cruces, First Quantum, quien asumirá finalmente los 400 millones para ampliar la vida de la mina

La exdirectora jurídica de Las Cruces, y directiva clave en la gestación de ese proyecto de ampliación, es Lorena García, que es hoy viceconsejera de Economía del ejecutivo andaluz. Por su parte, el secretario general de Industria, Energía y Minas de la Junta, adscrita a la consejería de Hacienda, es Fernando Arauz, exdirectivo de Riotinto, que fue clave en la consecución de los permisos administrativos que permitieron la reapertura de esa explotación.

La pregunta latente en el sector minero es: ¿será First Quantum quien siga adelante con el proyecto de ampliación y por tanto asuma esos 400 millones de inversión? Las fuentes industriales consultadas señalan que todo indica que habrá un papel relevante de un actor externo en este proyecto. Podría ser alguno de los grupos que controlan las minas con las que podría seguir alimentando la planta actual. Es decir, el gigante cotizado mexicano Grupo México (que controla Aznalcóllar) o Trafigura y sus socios británicos y chinos que poseen la mayoría de Riotinto. First Quantum está volcada financiera e industrialmente en su megamina Cobre Panamá desde hace año.

Riotinto quiere la misma tecnología

O, incluso, un tercer grupo minero internacional con ambición por entrar en España, en la denominada faja pirítica ibérica que se extiende desde Córdoba hasta Portugal. En el pasado salón minero internacional de Sevilla —el MMH que es el más importante de este sector en nuestro país— el director general de Riotinto, Enrique Delgado, desveló los planes de la compañía para procesar sus concentrados mediante hidrometalurgia y producir así su propio cobre. Inicialmente sería para instalar esa tecnología en la mina ubicada en Huelva, pero existiendo una planta ociosa con esa misma tecnología a partir del año próximo y procediendo Delgado precisamente de Las Cruces donde fue director industrial, las sinergias son evidentes para las fuentes industriales consultadas. Otra cosa es que el mineral sea técnicamente procesable o no en Las Cruces, y económicamente viable esa operación.

Una ambición que también está en la mente del Gobierno andaluz, que quiere ayudar al sector a reconducir la exportación de concentrados metálicos a refinerías de China hacia su procesado local para retener más valor añadido a escala autonómica. Algún paso en ese sentido ya se ha dado en los últimos años con la creciente relación comercial entre Riotinto y Matsa (la otra gran explotación minera abierta en Huelva) y Atlantic Copper, la refinería instalada en el puerto de Huelva. El volumen de concentrados que refina Atlantic de esas dos minas viene creciendo desde hace dos años y prevé seguir haciéndolo tras haber adaptado su operativa interna para ello.