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El pacto de Sareb: Banca, Gobierno y BdE evitan una ampliación de capital de 10.000M
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la realidad detrás del cambio legal

El pacto de Sareb: Banca, Gobierno y BdE evitan una ampliación de capital de 10.000M

Aunque el Gobierno ha intentado revestir de razones sociales el cambio legal que permite a Sareb incurrir en causa de disolución, la realidad es que se hace para evitar una millonaria ampliación

Foto: EC.
EC.

Desde hoy, bancos, Gobierno y Banco de España respiran algo más tranquilos con Sareb. Este jueves, ha entrado en vigor el real decreto que permite al banco malo poder seguir operando aunque incurra en causa de disolución, una jugada que, aunque el Ejecutivo ha intentado revestir de razones sociales, ligadas al papel que Sareb juega en la construcción de un parque de viviendas sociales, en realidad responde a decisiones del pasado que, ahora, solo podían arreglarse con una multimillonaria ampliación de capital.

Cuando se creó Sareb, en el año 2012, se hizo con un capital de 1.200 millones y 3.600 millones de deuda subordinada (que puede convertirse en capital), que aportaron en un 45% el Estado, vía FROB, y en un 55% todo el sector financiero, salvo BBVA. Un reparto en el que se dio la mayoría a los socios privados, para evitar que la deuda del banco malo fuera a engordar el déficit.

Porque Sareb nació con una deuda de 50.000 millones, ya que para ‘comprar’ a los bancos los activos tóxicos que se le traspasaron, emitió deuda sénior (bonos) avalada por el Estado por esta cantidad. Cifra que, sin embargo, debería haber sido otra.

placeholder El presidente de Sareb, Jaime Echegoyen. (EFE)
El presidente de Sareb, Jaime Echegoyen. (EFE)

El origen del problema que ahora tiene Sareb está en que, hace ocho años, todo el ladrillo que se le inyectó estaba sobrevalorado en una cantidad que, según las fuentes que se consulten, oscila entre 10.000 y 20.000 millones. Un agujero que se evitó reconocer, por no decir que se tapó, para evitar admitir que el rescate financiero, realmente, era superior a los 40.000 millones en que se fijó.

El razonamiento es el siguiente: si se hubieran pasado los activos a su valor real, el banco malo habría pagado a cada entidad menos dinero del que se dijo, empezando por Bankia, que habría necesitado entonces muchos miles de millones más de los 22.500 millones en que se cifró su rescate (cantidad que se elevó por encima de 24.000 millones tras fusionarse con BMN).

La propia Bruselas, cuando habla de la inyección real que recibió Bankia, hace referencia a 36.000 millones, porque incluye los 12.000 millones que, considera, Sareb pagó como sobreprecio, algo que no debería haberse hecho así. De ahí que lo considere ayuda de Estado, y de ahí que el tiempo haya puesto las cosas en su sitio, aflorando un problema que, antes o después, iba a salir, y lo ha hecho a la mitad del periodo de vida de 15 años por el que se creó Sareb.

placeholder Nadia Calviño, vicepresidenta del Gobierno, atiende a los medios en los Premios Influentials.
Nadia Calviño, vicepresidenta del Gobierno, atiende a los medios en los Premios Influentials.

Tras haber consumido todo el capital en los primeros dos ejercicios, y sin ya apenas margen para seguir arrojando pérdidas por octavo año consecutivo, ya que estas se han ido comiendo también la deuda subordinada, había llegado al momento de enfrentarse a la verdad: ampliar capital para cubrir el déficit que arrastra Sareb desde su origen por el sobreprecio pagado.

Las fuentes consultadas por El Confidencial hablan de que el banco malo se enfrentaba a tener que ampliar capital en 10.000 millones, cifra que cada una de las entidades accionistas debía cubrir en su parte proporcional.

Por orden, los principales bancos accionistas son Santander, con el 22,3%, CaixaBank, con el 12,2%, Sabadell, con un 6,6%, y Kutxa, con el 2,5%. Todos ellos se enfrentaban a una millonaria derrama que ninguno quería afrontar; como tampoco quería hacerlo el Estado que, a través del FROB, se enfrentaba a la doble vergüenza de tener que poner 4.500 millones y reconocer que, hace ocho años, se hicieron mal las cuentas, con el beneplácito del Banco de España.

Desde hoy, bancos, Gobierno y Banco de España respiran algo más tranquilos con Sareb. Este jueves, ha entrado en vigor el real decreto que permite al banco malo poder seguir operando aunque incurra en causa de disolución, una jugada que, aunque el Ejecutivo ha intentado revestir de razones sociales, ligadas al papel que Sareb juega en la construcción de un parque de viviendas sociales, en realidad responde a decisiones del pasado que, ahora, solo podían arreglarse con una multimillonaria ampliación de capital.

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