Muere Evaristo García, refundador de Pescaderías Coruñesas, a los 86 años

Evaristo García Gómez (Combarros, León, 1933), refundador de Pescaderías Coruñesas S.L., ha fallecido este domingo a los 86 años de edad. Hasta su jubilación en 1994, había sido la cabeza visible del negocio familiar, cuya expansión capitaneó como principal accionista y gerente.

Vinculado desde la infancia a la venta de pescado, Evaristo marcha en 1942, con solo nueve años, a Madrid. Allí comienza a trabajar en La Astorgana, propiedad de su padre y que proveía a clientes de la talla de los lujosos hoteles Palace y Ritz o del centenario restaurante Lhardy. Tras un lustro repartiendo a pie los pedidos, comenzó a atender los encargos por teléfono, lo que le permitió entrar en contacto con sus compradores.

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Varios años después, en 1956, Evaristo sugiere a su progenitor comprar a Luis Fragío —quien había adquirido el negocio tras los problemas de liquidez de los fundadores— la última sucursal de Pescaderías Coruñesas de la capital que aún no había sido vendida tras el despiece por parte del nuevo dueño.

Así sucedió y el joven, a los 23 años, queda al frente del local como gerente, acompañado por ocho empleados. Una dirección —c/ Recoletos 12— que se convertiría después el germen de la expansión de las 'las Coruñesas' hasta superar hoy los 250 trabajadores y los seis ceros de facturación.

En 1986, su sede principal se traslada a la calle Juan Montalvo 14, donde se gestionan diez toneladas de producto 'gourmet' cada día. Y de las redes, a la Red: el negocio inauguró en 2010 su servicio de venta 'online' y el monitoreo de los pedidos.

En la boda de los entonces príncipes Felipe y Letizia hubo productos de Pescaderías Coruñesas sobre los platos del banquete

Otro de los logros de las Pescaderías fue el de convertirse en proveedores de los Reyes de España. En los platos del banquete de boda de los príncipes Felipe y Letizia hubo marisco y pescado de 'las Coruñesas', un menú firmado al alimón por Juan Mari Arzak y Ferran Adriá.

Décadas antes, en 1975, con Evaristo al frente, el negocio se había diversificado con la compra de El Pescador —su primer restaurante—, al que en 1981 se sumó O'Pazos y, en 2011, El Filandón. En 2014, la empresa daba el salto al catering con su marca Albada. Y en esas fechas, los García adquirían por casi 9 millones de euros el Teatro Reina Victoria, un inmueble de 5.000 metros cuadrados en el corazón de Madrid y protegido por el Ayuntamiento. La familia también se quedó en 2015 con el Palacio de la Trinidad, que había albergado la sede de la CEOE y el Instituto Cervantes.

Jubilación

Hace ahora 15 años, Evaristo García anunciaba su jubilación. Quedaban al frente sus hijos: Norberto, Diego, Paloma y Marta. El primero, primogénito y CEO de la empresa, falleció en marzo de 2017, a los 44 años. La gerencia de las marisquerías está actualmente en manos de las dos hermanas. Diego continúa como consejero delegado de Pescaderías Coruñesas.

Entre los galardones que han avalado la gestión de Evaristo al frente del negocio destacan la Insignia de Plata al Mérito Turístico de 1976, el Premio Marqués de Desio al Mejor Profesional del Año concedido por la Academia Nacional de Gastronomía en 1985, la Medalla del Mérito al Trabajo de 2004 y la Encomienda de Número de la Orden del Dos de Mayo como reconocimiento a los servicios prestados a la ciudadanía de Madrid en 2010.

A pesar del nombre de la empresa que capitaneó, Evaristo era un orgulloso maragato. Sus ancestros habían sido arrieros —los encargados de llevar el pescado del Cantábrico a los paladares de la capital del Reino— y, desde su infancia, Evaristo hizo lo propio, cesta al hombro y puerta a puerta, por Madrid. Allí se inició la expansión de Pescaderías Coruñesas. Precisamente La Astorgana se ubicaba en la calle León, plagada de pescaderos leoneses; aparentemente tan lejos del mar pero con el mar tan cerca.