Fuga de socimis a Francia por sus menores requisitos y mayor escaparate
Una decena de estas compañías, en torno a la mitad de todos los vehículos que, se espera, saltarán al parqué el próximo año, está ya trabajando en estrenarse en París en vez de en Madrid
El Mercado Alternativo Brusátil (MAB) tiene ya un serio competidor al otro lado de los Pirineos. Se trata de Euronext Access, sistema multilateral comparable al español, en cuanto a que va dirigido a empresas de pequeña capitalización, pero que se diferencia por sus menores requisitos y costes.
Estos dos elementos, unidos al mayor escaparate que ofrece Euronext (la primera bolsa paneuropea, con presencia en Bélgica, Francia, Irlanda, Países Bajos, Portugal, Noruega y Reino Unido), están convenciendo a un creciente número de socimis de marcharse a París y arrancar su aventura como sociedades cotizadas.
De hecho, Armabex, firma pionera en colocar socimis en el MAB, ya que asesoró a Promorent, la segunda de la historia, está trabajando actualmente con 10 empresas que prevén dar el salto en el parqué galo a lo largo de 2020, según ha confirmado Antonio Fernández, presidente de la firma.
"Son sociedades españoles que han preferido cotizar en Euronext", explica Fernández, que cifra en una media de 20 o 25 el número de socimis nacionales que saldrán a cotizar el próximo ejercicio, ya que esta es la media en la que se están moviendo en los últimos años.
Si estas previsiones se cumplen, prácticamente la mitad de estas sociedades se 'fugarán' a Francia, todo un golpe para los intereses del MAB, que ha encontrado en las socimis una de sus grandes fuentes de ingresos y su razón de ser.
Los motivos del cambio
El problema es que el mercado español exige cumplir más requisitos que el galo. Algunos de ellos, críticos para el momento que vive actualmente el mercado, como los ligados a las ampliaciones de capital, que en nuestro país tardan una media de dos meses en aprobarse por la mayor burocracia, según explica Ana Hernández, directora de Operaciones de Armanext, el 'alter ego' de Armabex en París.
"Cada vez más, estamos viendo que las socimis salen a cotizar con un tamaño menor, de cinco, 10 o 20 millones de euros, y van creciendo vía ampliaciones de capital, conforme adquieren inmuebles", explica la experta. Una operativa que irá acompañada de un incremento del número de fusiones y adquisiciones, como las que están en marcha con la opa de Vitruvio sobre Única o de Bravo Designated (Cerberus) sobre Optimum.
Otro elemento que juega en favor de Euronext es la creciente llegada de dinero venezolano y mexicano al mercado inmobiliario español, un perfil de inversor sin el arraigo de los grupos familiares nacionales que, además, está más interesado en construir una plataforma de inversión europea.
"Actualmente, estamos trabajando con un grupo venezolano y otro mexicano", adelanta Antonio Fernández, que cita el ejemplo de la familia Caprile y su socimi Agartha, que se estrenó en Euronext en julio, como avanzadilla de lo que está por llegar.
Desde 2013, se han incorporado a cotizar 91 socimis constituidas en España, de las cuales, siete están ya en el sistema multilateral galo: dos que se incorporaron en 2018 y cinco este ejercicio. Entre todas, suman una valoración de activos de 20.377 millones, cifra que se reduce a 19.942 millones si se restan las cuatro socimis que han sido excluidas de cotización en estos años y la única, Domo, que ha decidido dejar el régimen e incorporarse al de empresas en expansión.
Solo en 2019, han saltado al parqué (entre París y Madrid) 22 socimis, que cuentan con activos valorados en 2.800 millones de euros y que siguen teniendo a Madrid y Barcelona como sus regiones favoritas.
El Mercado Alternativo Brusátil (MAB) tiene ya un serio competidor al otro lado de los Pirineos. Se trata de Euronext Access, sistema multilateral comparable al español, en cuanto a que va dirigido a empresas de pequeña capitalización, pero que se diferencia por sus menores requisitos y costes.