Los sindicatos exigen a CaixaBank que el ERE se cubra solo con bajas voluntarias

CaixaBank y los sindicatos activan este jueves la mesa de negociaciones para un expediente de regulación de empleo (ERE), el enésimo en la banca española durante la última década. El banco recortará plantilla ante el cierre anunciado de 800 oficinas entre 2019 y 2021, que implicará un ajuste de más de 2.000 puestos de trabajo, según estimaciones sindicales.

En este inicio del proceso de negociación, los sindicatos parten con una premisa: que todas las bajas sean voluntarias, lo que suele realizarse especialmente con prejubilaciones. Esta dinámica ha sido habitual en los ajustes de varios bancos durante los últimos años, y fuentes sindicales calculan que los rangos de edad de la plantilla de CaixaBank permiten que así sea.

Con este requisito, empiezan las conversaciones sin que por el momento haya habido cifras según fuentes del banco y de los sindicatos. Es decir, en el primer encuentro solo ha servido para formalismos con los que constituir la mesa de negociación y establecer el calendario, con los jueves 17, 24 y 31 fijados para las próximas reuniones.

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EFE

Los sindicatos ya han tenido contactos informales con la dirección del banco, después de que el 27 de noviembre presentó el plan estratégico en Londres para este y los próximos dos años. Gonzalo Gortázar, consejero delegado, anunció el cierre del 18% de las oficinas, aunque también incrementará el número de grandes oficinas (las 'store') desde 285 a más de 600.

Con estas pistas, los sindicatos mayoritarios calculan que el ajuste oscilará entre los 2.000 y los 2.500 empleos, números que por ahora no han confirmado ni desmentido desde el banco. Analistas consultados estiman en 1.000 millones de euros el coste de la reestructuración, si el ‘tijeretazo’ es de esta magnitud.

Menos plantilla pero más volúmenes

En este caso, supondría llevar la plantilla a mínimos desde 2011, antes del proceso de reestructuración de 2012 con el que CaixaBank incorporó a Banca Cívica y, un año después, a Banco Valencia. Asimismo, en 2015 sumó el negocio minorista en España de Barclays.

El descenso en este periodo se produciría en paralelo al incremento en un 50% del volumen de recursos de clientes, hasta más de 360.000 millones de euros en el tercer trimestre de 2018, según la última presentación de resultados del banco. Sin embargo, la entidad está sumida en la misma tendencia que el resto para tratar de mejorar su eficiencia y elevar durante su plan estratégico la rentabilidad por encima del coste del capital, algo que no ha conseguido en la última década.

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Ó. Giménez

El recorte de plantilla de CaixaBank se sumará al esperado de Banco Santander de hasta 3.000 puestos de trabajo, que aparece en la documentación remitida a la Audiencia Nacional por el caso Popular, según ‘Vozpópuli’. Asimismo, hay salidas pendientes de Liberbank y se ejecutará el ajuste acordado entre Unicaja y los sindicatos de 760 prejubilaciones, además del goteo habitual. Sabadell, por ejemplo, ampliará las prejubilaciones a 140 este año, según fuentes conocedoras. En total, el descenso de la plantilla de la gran banca será de más del 4%, el mayor desde 2015.

El sector sigue inmerso en sus esfuerzos por aumentar su eficiencia y diversificar su negocio para compensar la caída de la rentabilidad en su negocio tradicional, que es captar y prestar dinero. Los tipos al 0% hunden el margen de intermediación, y las expectativas de que el Banco Central Europeo (BCE) suba el ‘precio del dinero’ siguen retrasándose, ya hasta 2020, cuestionando los planes estratégicos de la banca.