Operación Sabadell parte II: venderá otra cartera de 2.000 M este año y Solvia después
Tras conseguir sacar de su balance 12.500 millones de activos tóxicos, el banco sigue contando con unos 2.000 millones de exposición inmobiliaria que quiere traspasar cuanto antes
Ha cumplido su objetivo. Banco Sabadell ha conseguido desaguar una década de crisis inmobiliaria antes de irse de vacaciones, gracias al acuerdo sellado con Cerberus para traspasarle 9.100 millones brutos en activos tóxicos y la inminente venta de otra cartera de 2.500 millones a Deutsche Bank.
Estas dos desinversiones, sumadas a la venta de 900 millones en préstamos acordada ya con Axactor, según publicó 'Vozpópuli', permiten a la entidad presidida por Josep Oliu sacar de su balance 12.500 millones brutos en ladrillo. Pero todavía queda una segunda vuelta dentro de la estrategia del banco para terminar de desligarse por completo del sector inmobiliario.
La entidad continúa teniendo unos 2.000 millones en activos tóxicos, cartera que prevé poner rápidamente a la venta con el objetivo de tenerla también fuera de su balance antes de concluir este ejercicio o en la primera mitad del próximo.
Hasta entonces, Solvia seguirá gestionando este ladrillo, algo que también hará con la cartera vendida a Cerberus, ya que el traspaso incluye un acuerdo de gestión en exclusiva, y con los activos que pueda seguir adjudicándose el banco en los próximos tiempos.
Pero este interés de la entidad por mantener la ligación con su gestora de activos inmobiliarios es breve e interesado, ya que el objetivo de Oliu es vender también Solvia en el medio plazo.
De hecho, varios de los fondos que han pujado por los 12.500 millones que acaba de vender Sabadell pidieron incluir Solvia en el proceso, petición que no ha terminado de cuajar por diversos motivos. Por una parte, el precio ofrecido, ya que los cerca de 1.000 millones en que valoraron el 'servicer' fueron insuficientes para el banco.
Por otra, porque Sabadell se guarda así un as en la manga de cara al proceso de consolidación de este sector y al creciente apetito que existe entre fondos inmobiliarios y firmas de capital riesgo por los 'servicers'.
La jugada de Solvia
Desde esta perspectiva, aunque Ceberus no haya podido adquirir ahora Solvia, sí que el hecho de haber comprado el grueso de los activos de Sabadell gestionados por esta filial le confiere una ventajosa posición de cara al futuro proceso de venta, el cual podría arrancar el próximo año.
Esta opción permitiría revivir las conversaciones de fusión que ya mantuvieron Haya y Solvia en el pasado,negociaciones que nunca terminaron de cuajar, pero que han permanecido en el imaginario del sector.
De cara a este potencial matrimonio, también serán clave los contratos de gestión que sendos 'servicers' tienen con Sareb y que condicionan por varios frentes sus conversaciones.
Por una parte, la suma de estos dos 'servicers' conllevaría una posición de dominio sobre los activos del banco malo que podría llevar a este a romper alguno de los dos acuerdos.
Por otro lado, ahora mismo están en duda tanto la renovación del contrato de Haya, el primero en vencer, como los planes que tenía Sareb para acelerar la venta de todos sus activos.
La entidad presidida por Jaime Echegoyen había contratado a Goldman Sachs para traspasar los 30.000 millones en activos que componen la cartera de Haya, operación llamada a ser la avanzadilla de varios movimientos similares con las carteras del resto de 'servicers'.
Aunque el cambio de Gobierno ha dejado en el aire estos planes, y a la espera de conocer la estrategia del nuevo Ejecutivo con Sareb, tanto a Sabadell como a Cerberus les interesa también ganar tiempo e ir viendo cómo se despeja el horizonte antes de mover la próxima ficha.
Cerberus ha valorado en 3.900 millones las dos carteras que ha adquirido al banco y cuyo valor bruto contable asciende a 9.100 millones, lo que significa que la operación se ha cerrado con una quita del 58%.
Ha cumplido su objetivo. Banco Sabadell ha conseguido desaguar una década de crisis inmobiliaria antes de irse de vacaciones, gracias al acuerdo sellado con Cerberus para traspasarle 9.100 millones brutos en activos tóxicos y la inminente venta de otra cartera de 2.500 millones a Deutsche Bank.