La AN investigará a ARC, el fraude piramidal con más de 800 afectados

[Actualización del día 18 de mayo: La Audiencia ha confirmado, con un auto de 8 de mayo, que el Juzgado Central de Instrucción Número 2 se hará cargo del caso.]

La Audiencia Nacional se ha declarado competente para investigar a ARC Trader, una empresa de inversión online con sede en la ciudad madrileña de Alcorcón. La cabeza visible de la empresa, Raúl Cano Olivares, y las otras seis personas imputadas en el caso están acusadas de estafar a cerca de 800 personas con la promesa de obtener grandes beneficios invirtiendo en el mercado Forex y creando una banca privada. Un auto emitido este jueves por la tarde deja claro que la Audiencia es competente para llevar a cabo esta investigación y da la razón así a los recursos presentados por Fabio Wizner, letrado de Durán y Durán Abogados, y misletrados.com contra el rechazo a estudiar la querella que presentó el pasado mes de diciembre.

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El caso estaba hasta ahora en manos del Juzgado de de Instrucción Número Diez de Plaza de Castilla donde, la pasada semana, ya desfilaron los investigados para declarar ante el juez, el fiscal y la decena de abogados que hay personados en el caso. Representan a clientes de diferentes provincias (Madrid, Málaga, Zamora...) aunque la mayoría de ellos se concentraban en Alcorcón, en cuya Calle Mayor tenía su sede ARC Trader. Es aquí donde vendieron, entre 2015 y 2017, ‘contratos participados’, una figura completamente irregular en la legislación española, que habrían garantizado a los inversores rentabilidades de hasta el 4% semanal. Entre sus clientes no se encontraban solo personas con escasos conocimientos financieros. Hay toda clase de personas: de futbolistas del Alcorcón —equipo que patrocinaba— hasta guardias civiles, pasando por un alto cargo de uno de los principales bancos españoles, funcionarios y exdirectivos de una empresa cotizada. Las inversiones rondaban, de media, entre 60.000 y 100.000 euros, con casos concretos en los que se multiplicaba por seis esa cifra.

Según las investigaciones policiales, las dos principales cuentas bancarias que utilizó la empresa registraron movimientos por más de 15 millones de euros. Las mismas cantidades que entraban, más tarde salían. En total, un mínimo de 774 personas físicas diferentes hicieron transferencias a esas cuentas.

La historia de esta empresa tuvo un punto de inflexión cuando el entonces administrador, Raúl Cano (que más tarde vendió la sociedad por 1 euro a un testaferro), prometió a sus clientes crear un banco. Tenía la idea, según consta en la documentación a la que ha accedido El Confidencial, de "ofrecer los beneficios de la Banca Privada a los pequeños inversores". Varios clientes aumentarán sus inversiones para entrar en el nuevo proyecto (la operación costaría 90 millones), pero las licencia para el banco se solicitó en Anjuán Comores, una isla en el Pacífico. El banco nunca habría podido operar ni en España ni en Europa.

La pirámide empezó a caer cuando los inversores reclamaron sus beneficios. Según los investigadores, ARC seguía el 'modus operandi' que hizo famoso Bernard Madoff: con el dinero de unos clientes se pagaba a los otros. Consiste en utilizar las aportaciones que hacen los nuevos clientes para pagar elevados rendimientos a los más antiguos. Este sistema funciona mientras sigan entrando incautos que hagan girar la rueda; cuando dejan de hacerlo, la rueda se para y no quedan fondos para devolver el dinero a los inversores.

Hasta este momento el caso se estaba analizando en el Juzgado Central de Instrucción Número Diez de Plaza de Castilla, donde algunos de los abogados de los afectados presentaron sus denuncias en octubre de 2017. Sin embargo, ante la complejidad del caso, este juzgado se inhibió a favor de la Audiencia Nacional con un auto del pasado 19 de abril. Para que los juzgados centrales decidan instruir un caso tienen que cumplirse varias condiciones que, tras un mes bajo secreto y las pesquisas policiales, han quedado acreditados. El caso afecta a ciudadanos de varias comunidades autónomas y puede haber causado un grave perjuicio en la economía nacional. Los querellados están acusados de presuntos delitos de estafa multitudinaria, apropiación indebida, falsedades documentales y pertenencia a organización criminal. Por el momento y tras declarar ante el juez, están en libertad provisional y se les ha retirado el pasaporte para evitar que dejen el país

Patrocinador del Alcorcón

De profesión, Raúl Cano es agente de seguros. Ha trabajado varios años en una gran compañía aseguradora con sede en Madrid y hasta hace menos de un año era conocido sobre todo por su pasión por el deporte y por su compromiso con la Agrupación Deportiva Alcorcón. Militó varios años en las categorías inferiores del equipo de fútbol.

ARC Insurance Broker, su primera empresa, le sirvió para volver al club, "a su casa", como comentaba la prensa local. No como jugador, sino ya como patrocinador: "Raúl Cano, director de ARC Insurance Broker, [es] alguien más de la familia, que ayuda en todo lo necesario para que podamos seguir haciendo lo que más nos gusta: deporte". Era verano de 2014 y Cano era el protagonista del acto de arranque de la temporada del equipo de fútbol sala femenino. "Valentía, magia, superación, fuerza, inteligencia, lucha y explosividad" eran los adjetivos con los que él, durante su discurso, se refería a cada una de ellas.

La cercanía al club llevó a Cano a patrocinar más conjuntos de la Agrupación Deportiva Alcorcón, pero no se limitaba a patrocinar. Era un aficionado que rara vez se perdía un partido. "Se le veía como un señor muy campechano, muy llano", recuerda un alto cargo local de la época que coincidió con Cano durante algún desafío liguero del Alcorcón.

En 2016, llegó a plantar su marca en la parte delantera de la camiseta del primer equipo, la posición clave por la que luchan todos los patrocinadores de un club. Tanto en la presentación del equipo como en la campaña de abonos para la temporada 2017-2018 (la actual), lanzados en junio de 2017, el logo de ARC lucía todavía en las camisetas del primer equipo, que afronta su segunda temporada en Segunda División. Pero ya en agosto, en el debut liguero contra el Sporting de Gijón, en la camiseta no quedaba rastro de la empresa de Cano. Y, en la nueva temporada, no se le ha visto acercarse al Santo Domingo, donde los domingos juega la Agrupación. El patrocinador principal se cayó porque había dejado de pagar al club.