Oportunidad petrolera: el alejamiento Dos Santos-Amorim apunta a la venta de Galp
Fuentes próximas a Amorim Energia, máximo accionista de la primera petrolera de Portugal, aseguran que la familia Amorim e Isabel Dos Santos mueven ficha de cara a una posible desinversión
El distanciamiento entre varios de los inversores más destacados del mundo empresarial portugués apunta a cambios de calado en el accionariado de Galp, la primera petrolera del país. Fuentes próximas a Amorim Energia, máximo accionista del operador de hidrocarburos luso con el 33% del capital social, afirman que los socios de este vehículo están moviendo ficha de cara a una posible desinversión.
Amorim Energia es una filial perteneciente en un 55% al Grupo Amorim, 'holding' de la familia del conocido inversor del sector del corcho Américo Amorim, quien falleció en el verano de 2017. El otro 45% de Amorim Energia es de Esperaza Holding, participado a su vez de forma mayoritaria por Sonagol, petrolera nacional de Angola, país rico en reservas de crudo. Este vehículo cuenta con una participación minoritaria de Isabel dos Santos, la mujer más rica de África y conocida socia en varios negocios del propio Américo Amorim.
Además, Dos Santos presidía Sonagol hasta el año pasado, con lo que era la punta de lanza del 45% de Esperaza Holding en Amorim Energia. La magnate angoleña mantuvo ese cargo mientras su padre, Eduardo dos Santos, fue presidente del país, cargo que abandonó en 2017 después de 38 años al frente de Angola. El sucesor en el cargo, João Lourenço, decidió destituir en Sonagol a Isabel dos Santos.
En las últimas fechas, la prensa portuguesa recoge el desencuentro entre los dirigentes de la propia Sonagol y Dos Santos, en referencia a los cobros de dividendos de Galp, en la que están presentes de manera indirecta.
Con Dos Santos sin margen de maniobra en Sonagol y tras el fallecimiento de Américo Amorim, los lazos históricos que unían a estos inversores han desaparecido, por lo que la familia del rey mundial del corcho y la propia angoleña han decidido soltar amarras en su relación en Amorim Energia. Todo apunta a una venta.
La cuestión no es baladí, sobre todo por la participación destacada del 33,34% que Amorim Energia tiene sobre Galp, muy por encima del segundo máximo accionista que es el Estado de Portugal, que tiene algo más del 7%. El paquete accionarial de Amorim está valorado por el mercado en unos 3.800 millones de euros. Galp es la primera petrolera del país, con presencia internacional en distribución de hidrocarburos. También opera en el resto de la cadena de valor del petróleo y el gas.
Los trabajos preliminares para valorar la desinversión de los inversores de Amorim Energia se produce en un momento intenso dentro del sector de los hidrocarburos. La pasada semana, Repsol hizo caja con su participación en Gas Natural, que vendió a CVC y Corporación Financiera Alba por 3.816 millones de euros.
También Cepsa, controlada al 100% por el fondo estatal emiratí International Petroleum Investment Company (IPIC), está trazando movimientos estratégicos destacados, como la adquisición del 20% de dos yacimientos de petróleo en Abu Dhabi anunciada el 18 de febrero.
El distanciamiento entre varios de los inversores más destacados del mundo empresarial portugués apunta a cambios de calado en el accionariado de Galp, la primera petrolera del país. Fuentes próximas a Amorim Energia, máximo accionista del operador de hidrocarburos luso con el 33% del capital social, afirman que los socios de este vehículo están moviendo ficha de cara a una posible desinversión.