Ocaña, otro afín a Sánchez y Zapatero para ganar influencia en Telefónica

El Gobierno ya ha desvelado a la persona que le representará en el consejo de Telefónica después de llevar a cabo la mayor inversión en una empresa cotizada en la historia de la democracia. El elegido es Carlos Ocaña, actual director general del Real Madrid, persona muy vinculada a Pedro Sánchez y, sobre todo, a José Luis Rodríguez Zapatero. Un nombramiento que es un punto y aparte, que no final, en una batalla que comenzó cuando El Confidencial adelantó en exclusiva el pasado 30 de octubre las intenciones del presidente socialista de volver al capital de la operadora 25 años después de su privatización.

La Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) confirmó la información de este medio un día más tarde a la CNMV y Moncloa la certificó a mediados de diciembre, en un movimiento comunicado apenas una hora antes a la compañía. Una participación que le daría derecho, como poco, a tener un consejero en el órgano de gobierno de la teleco dirigida por José María Álvarez-Pallete. A partir de ese momento, empezó una batalla por una silla que vale su peso en oro y desde la que el Gobierno quiere influir en el primer anunciante del Ibex 35.

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En enero, algunos consejeros actuales animaron a Pallete a ampliar el número de asientos de los actuales 15 a 17, para hacer un hueco al representante de la SEPI y también al de Saudi Telecom Company, que en septiembre hizo público que ya tenía un 5% y quería duplicar su presencia al 10%. Pero aceptar esa sugerencia suponía dar marcha atrás a una decisión adoptada por Pallete en diciembre de 2021, cuando acordó con ‘la Caixa’ y BBVA, sus dos accionistas históricos, que rebajaran su presencia de dos consejeros a uno para que sus participaciones, también del 5%, fueran proporcionales al reglamento del consejo, que exige tener al menos un 6,7% para disfrutar de una silla.

Isidro Fainé y Carlos Torres lo vieron bien, ante las aproximaciones cada vez más reiteradas de fondos de capital riesgo e inversores soberanos para entrar en Telefónica, aprovechando la baja cotización de esos momentos. Cerraron filas con Pallete por lo que pudiera pasar. Se barajaron muchos escenarios como maniobra preventiva, pero ninguno que fuera el Gobierno español el nuevo socio no solicitado.

Pese a las presiones, el presidente de Telefónica hizo caso omiso de los continuos mensajes para ensanchar el consejo a 17

Pese a las presiones, el presidente de Telefónica hizo caso omiso de los continuos mensajes para ensanchar el consejo a 17 e incluso hizo dos nombramientos para adelantarse a los acontecimientos. Entre enero y febrero las presiones se intensificaron por parte de los consejeros que temían que sus puestos pudieron estar en riesgo. Especialmente Javier de Paz, el íntimo amigo de Zapatero y la conexión con Ferraz, cuyo rol podría ser sustituido por el nuevo elegido por Moncloa. El que fuera presidente del Gobierno entre 2004 y 2011 hizo todas las llamadas que estuvieron a su alcance para que De Paz siguiera en Telefónica.

También se movió Javier Echenique, amigo íntimo de Florentino Pérez, que lo tiene en el órgano de decisión de ACS, y que había protestado incluso en algún consejo de este año por la gestión del negocio en el Reino Unido, que ha obligado a la multinacional a provisionar pérdidas millonarias. Lo mismo hizo Peter Loscher, un austriaco muy bien conectado con Isidro Fainé, el presidente de 'la Caixa'.

El que fuera presidente entre 2004 y 2011 hizo todas las llamadas que estuvieron a su alcance para que De Paz siguiera en Telefónica

Pallete resistió y en la pasada junta, en la que obtuvo el mayor respaldo a su gestión desde que se hizo con la presidencia en 2016, no amplió el consejo a 17. De hecho, en su discurso prometió proporcionalidad a sus dos nuevos accionistas. Pero, precisamente por ello, finalmente, ante la rápida escalada de la SEPI para llegar al 7%, el primer ejecutivo de Telefónica ha tenido que sacrificar a Carmen García de Andrés. Un daño colateral menor que almidonará al colocar a la ex de PWC en el consejo asesor de Telefónica España y en la Fundación.

Su deseo real era que no hubiera dos personas tan marcadas políticamente afines al PSOE, por lo que hubiera preferido que Carlos Ocaña, el hombre que escribió el primer libro de Pedro Sánchez, con plagio accidental incluido, hubiera reemplazado a De Paz. No porque estuviera descontento con este último, al que le agradece muchas tareas incómodas, sino para que el mercado no pueda pensar que la compañía se gestiona con demasiada influencia de un partido.

Ahora, Pallete, que en 2025 se enfrenta a su reelección, tendrá que convivir en el año del centenario de Telefónica con dos personas muy afines a Zapatero y a Sánchez. Sin olvidar a Florentino Pérez, con el que, pese a su reconocido madridismo, ha tenido momentos de todo. De Ocaña, algunos destacan su capacidad de trabajo, conocimiento de las finanzas y que ya es asesor de Prisa, el grupo editor de 'El País', 'Cinco Días' y 'Cadena Ser'. Su nombramiento es, por tanto, un punto y aparte, que no final.

Entre otras cosas porque con este movimiento másculino del Gobierno feminista de Sánchez, Telefónica incumple la recomendación de que el 40% de los asientos lo ocupen mujeres, como propone la CNMV. Es decir, pronto tendrá que salir un hombre.