El consejo de Prisa, el hombre de Florentino Pérez y el qué dirán

Joseph Oughourlian, el enigmático inversor franco-armenio que ha invertido más de 350 millones en Prisa, lleva tiempo tratando de resolver dos problemas vitales para el grupo de comunicación. El primero, el financiero, con una deuda de 870 millones de euros para una compañía que no llega a los 300 millones de valor. El segundo, el ideológico, después de que algunos de sus más longevos columnistas, ya despedidos tras la discrepancia, hayan denunciado que El País y La Ser se han convertido en altavoces sincronizados del Gobierno progresista de Pedro Sánchez.

El primer asunto corría de su cuenta y de Pilar Gil, la vicepresidente y directora financiera, con la que ha visitado en los últimos meses a numerosos fondos de inversión, incluidos soberanos, para saber si estaban dispuestos a meter dinero en Prisa, cuya cifra de negocio y beneficio operativo han mejorado de forma sustancial. Pero, en todo caso, insuficiente para atender una deuda que paga a casi el 12% de interés. Las únicas alternativas son vender activos o ampliar capital. En otras palabras, o descapitalizando la compañía —ya traspasó su negocio en televisión en Portugal y Santillana— o pidiendo otro sacrificio a los accionistas, incluido Amber Capital, el fondo de Oughourlian dueño del 29,7% de las acciones.

El segundo corría hasta hace unas semanas a cuenta de Miguel Barroso, el ideólogo con plenos poderes, que tenía un pie en El País y La Ser y otro en Moncloa, además de un asiento en el consejo de administración de Prisa. Pero su repentino fallecimiento dejó por unos días un vacío que Oughourlian quería ocupar con alguien no tan marcadamente escorado al nuevo PSOE de Pedro Sánchez, para devolver al periódico y a la radio a una posición algo más centrada. De izquierdas, pero más sensata. Sobre todo porque el puesto de Barroso en el consejo representaba a Amber Capital. Es decir, al propio Joseph, un financiero cuyo principal afán, como es normal, es ganar dinero, ya sea con un gobierno o con otro.

Un asiento en el órgano de gobierno y otro en la dirección editorial, muy golosos en un momento tan delicado. Oughourlian convocó el consejo para el martes 30 de enero. El futbolero inversor franco-armenio, con intereses en el Lens de la liga gala y en el Real Zaragoza, así como en la plataforma de resultados Besoccer, pensó que la persona ideal para el cargo era Carlos Ocaña, un íntimo amigo de Sánchez, coautor del primer libro del actual presidente del Gobierno. El único borrón, la acusación de haber copiado "por accidente" parte de la conferencia de un embajador español en Australia. Un tipo de izquierdas, pero centrado. Persona muy cercana a Miguel Sebastián, el que fuera ministro de Industria, el del famoso Plan E, y hoy resguardado en la pública Indra. A Ocaña lo recuperó Florentino Pérez cuando el PSOE perdió las elecciones de 2011. Fue salir del Ministerio y fichar por el Real Madrid.

Oughourlian optó el martes por dejar vacante un puesto muy goloso en el consejo tras la negativa del presidente del Real Madrid

Sin embargo, según fuentes cercanas al consejo, Oughourlian recibió rápidamente presiones para hacerle entender que ese puesto le venía que ni pintado a José Miguel Contreras (Madrid, 1958), otro periodista de izquierdas, fundador y exconsejero delegado de La Sexta, que en 2022 le vendió su productora de televisión a la propia Prisa. Contreras, que ejercía de asesor del presidente, quería, aprovechando la ocasión, ser también consejero, en representación de Amber. El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero se movió por tierra, mar y aire en favor del experto en comunicación audiovisual. Pero Joseph no lo veía y menos Fernando Carrillo, el abogado colombiano, nombrado vicepresidente el pasado verano, curtido en batallas a vida o muerte —literalmente—, amenazado por las FARC por sus tiempos como ministro de Justicia.

Por ello, pensó de nuevo en Ocaña, al que ya había intentado nombrar consejero delegado de Prisa Media en abril de 2021. Pero, en una cena un domingo por la noche con Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid le dijo a Oughoulian que, por la reputación, por el qué dirán, su hombre en el club no podía ser el principal responsable de El País, La Ser y el As. No fuera a ser que alguien pensara que controlaba estos medios, como él mismo acreditó en los audios publicados por El Confidencial.

Varias fuentes han asegurado que era el elegido. Pero cuando Joseph pensaba que, en esta ocasión, sí estaba hecho, el fichaje de Ocaña se cayó en la mañana del lunes 29 de enero, a 24 horas de la celebración del consejo en el que se tenía que nombrar al sustituto de Barroso. Florentino, que ese día vio como el Tribunal Supremo tumbaba su reclamación de 4.000 millones al Estado por las autopistas de Abertis, volvió a decir que no.

Prisa, que vale apenas 300 millones, ha ampliado capital por casi 1.000 millones desde 2018

La otra opción sobre la mesa era Contreras. Pero, en una cena posterior con su abogado colombiano en la tarde del lunes, acordaron que, si no era el uno, tampoco el otro. Al menos en representación de Amber. El consejo sirvió, eso sí, para aprobar una nueva ampliación de capital, de 100 millones, para reducir la deuda, como adelantó este medio. La cuarta —las dos primeras a 1,33 euros, frente a los 0,29 actuales— desde 2018, por un total de 983 millones, dos tercios de los cuales se han evaporado, ya que la capitalización bursátil actual es de 290 millones.

Pero la contienda no acabó ahí. Porque el viernes Prisa anunció que Contreras pasaba a ser director de contenidos de Prisa Media, un cargo de nueva creación, dependiente directamente de Carlos Núñez, el consejero delegado de la filial. Un nombramiento que personas cercanas al poder mediático interpretan como un órdago al presidente del grupo, en cuya cabeza ronda una renovación profunda del consejo de administración para la próxima junta de accionistas. Unos inversores que tendrán que rascarse el bolsillo de nuevo para pagar las facturas, obligaciones que no entienden de ideologías. Pero Joseph, que ha puesto dinero a título personal para demostrar la confianza en Prisa, está dispuesto a hacer lo necesario para recuperar lo invertido.