Banco Sabadell aspira a ganar 1.400 millones en 2020 en su nuevo plan estratégico
Del total de activos no productivos del banco –12.000 millones– el Sabadell prevé vender 6.000 millones durante el período que dure el plan, tal y como recoge la presentación para analistas
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La cúpula de Banco Sabadell, encabezada por su presidente, Josep Oliu, y su consejero delegado, Jaume Guardiola, ha viajado hoy a Londres para presentar su nuevo plan estratégico. Tras superar la crisis, el banco se plantea una vuelta a sus básicos de siempre –entre ellos la apuesta por crecer en el mercado de pymes, una de los nichos sobre los que se construyó el negocio histórico de la entidad– para ganar 1.400 millones en 2020, lo que supone un incremento de los beneficios un 74% en tres años. Las acciones han cerrado con un descenso del 3,6% hasta los 1,75 euros.
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En su nuevo plan el banco no habla de 1.400 millones, pero la cuantía se desprende de tres variables: un objetivo de ROE –rentabilidad sobre recursos propios–del 10% y un ROTE –rendimiento sobre patrimonio– del 13%. Como la entidad no tiene previsto ampliar capital durante ese período la cifra aproximada de beneficios si se cumple el plan rondará esos 1.400 millones antes mencionados.
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El plan no prevé ni operaciones corporativa ni compras de otras entidades. Se centra en el crecimiento orgánico del 5% de su balance anual durante tres ejercicios. Y de incrementar el negocio fuera de España, de manera que México pase del actual 1% al 2% del negocio y el Reino Unido, donde su filial británica TSB ha de llegar a suponer el 20% del negocio.
Del total de activos no productivos del banco –12.000 millones– el Sabadell prevé vender 6.000 millones durante el período que dure el plan, tal y como recoge la presentación para analistas.
El plan se ha presentado cinco meses después de que el banco cambiase la sede de Barcelona a Alicante para huir de la inestabilidad política
La intención del equipo de Oliu es conseguir todo esto a través de mejoras tecnológicas y de eficiencia. La tecnología supondrá invertir 200 millones al año, en especial consolidando la apuesta por la digitalización de la entidad. En cambio la eficiencia se buscará en TSB, para que su filial británica mejore sus ratios en este aspecto específico de la gestión.
Está previsto que TSB se desconecte de la plataforma tecnológica de Lloyds el fin de semana del 21-22 abril, seis meses después de lo que estaba previsto. Esto permitirá ingresar al banco 450 millones de euros, que van a facilitar en buena medida la consecución de los objetivos del plan durante el primer año.
Eficiencia sin cierres
Esta eficiencia se quiere conseguir sin cierres de oficinas ni despidos de personal. Hay que recordar que el banco ya cerró 250 oficinas durante el pasado año.
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Por tanto, el plan hay que conseguirlo siendo más eficientes, ganado base de clientes –se pasaría del 11,4% al 12% de los clientes en España o aumentando la venta de productos cruzados: por ejemplo ahora sólo el 21% de los clientes de la entidad tienen seguros contratados con el propio Sabadell y con el nuevo plan se quiere alcanzar el 30%.
Con el viento a favor
El plan prevé llevarse a cabo con el viento a favor, con un entorno macroeconómico favorable al negocio bancario: buen comportamiento del PIB tanto en España como en el Reino Unido –aquí un poco menor por el efecto del Brexit pero por encima del 1% al fin y al cabo los tres años que dure–; y también porque a partir de 2019 se espera una subida de tipos de interés que beneficie a las entidades financieras en general. Además, según la documentación entregada hoy, se apunta a que en 2019, el año puente del plan, las sinergias previstas por la compra de TSB se habrán materializado por completo.
El plan se ha presentado cinco meses después de que el banco cambiase la sede de Barcelona a Alicante para huir de la inestabilidad que suponía para la entidad la crisis política del independentismo. Ahora esa crisis ni se menciona en el plan, señal de que el banco la da por superada.
La cúpula de Banco Sabadell, encabezada por su presidente, Josep Oliu, y su consejero delegado, Jaume Guardiola, ha viajado hoy a Londres para presentar su nuevo plan estratégico. Tras superar la crisis, el banco se plantea una vuelta a sus básicos de siempre –entre ellos la apuesta por crecer en el mercado de pymes, una de los nichos sobre los que se construyó el negocio histórico de la entidad– para ganar 1.400 millones en 2020, lo que supone un incremento de los beneficios un 74% en tres años. Las acciones han cerrado con un descenso del 3,6% hasta los 1,75 euros.
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