Gas Natural se apunta 100 millones con el ajuste de 1.400 empleos durante tres años

100 millones de euros. Esa es la cantidad que podrá apuntarse a favor este 2018 Gas Natural Fenosa con la ejecución del plan de captura de eficiencias que mantiene en curso. Esta cantidad sale de la reducción de plantilla que está ejecutando desde junio de 2017 y que tiene una duración de tres años, además de la eliminación de servicios externos habituales y algunas eficiencias de tipo tecnológico que prevé lograr, según confirman fuentes de la propia compañía.

En total, se amortizarán 1.400 puestos de trabajo, según adelantó 'La Información' y confirma la empresa. El grueso del ajuste vendrá de Chile, donde la compañía presidida por Isidre Fainé compró CGE (7.000 trabajadores) en 2014 y se espera un alto número de sinergias que permita operar con menos trabajadores. Tal y como explica la propia firma energética, la reducción de plantilla, que eliminará algo menos de 500 trabajadores al año, se hará sin despidos.

Se aligerará el coste salarial a base de las jubilaciones previstas, prejubilaciones y bajas voluntarias. El relevo será transversal y afectará a todas la áreas. Se trata de amortizar el 6,3% de la masa laboral de una firma que cuenta con 22.000 trabajadores en todo el mundo y asegura que pese a todo seguirá contratando. Más difícil tendrá la contratación de asesores externos que con este plan de eficiencias pretende cancelar. La firma tratará de mantener su nivel operativo sin recurrir a terceros exteriores a la compañía.

Pese al anuncio, la acción de la compañía apenas ha reaccionado en los últimos días, puesto que los inversores ya contaban con los 100 millones de euros que supondría el plan de captura de eficiencias. No obstante, el montante a contabilizar de forma anticipada en 2018 le servirá como acicate para el plan estratégico que presentará a finales de febrero o principios de marzo. A esta cantidad podrá añadir plusvalías por sus ventas en Italia, Colombia o el 20% de su distribución de gas en España.

Se trata de un momento clave para el futuro de la compañía con muchos frentes abiertos. Por un lado, los analistas se preguntan por el destino de los fondos que ha acumulado recientemente, parte de los cuales tendrán que ir a cubrir el resultado del pasado ejercicio para alcanzar el objetivo de 1.300 millones. Con el negocio ordinario no se ha llegado al montante de beneficios previstos, muy mermados en los nueve primeros meses de 2017 (los más débiles en una década).

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Este plan estratégico a 2020 que actualizará en marzo puede que sea uno de los últimos servicios de Rafael Villaseca. Como adelantó El Confidencial, el consejo de administración ha pactado la salida del actual consejero delegado. Este extremo conllevaría el pago de una compensación de 13,2 millones de euros que no está contemplada en el plan de sinergias laborales.

Todo esto será escudriñado al detalle por el fondo GIP, accionista del 20% de la compañía desde 2015. Además, otro gestor de capital riesgo como CVC se ha interesado por el 20% de Repsol, tal y como ha confirmado la petrolera a la CNMV, con lo que el rumbo del plan estratégico despierta enorme interés. La principal pregunta que se hacen los analistas es qué hará con los recursos acumulados por las ventas, tras varios meses de especulaciones de acercamiento a la portuguesa EDP.