Aguirre Newman pierde en plena venta un equipo directivo estrella de Barcelona

En plena recta final de su proceso de venta, Aguirre Newman ha visto marcharse a tres primeros espadas de su oficinas de Barcelona. Se trata del director de oficinas, Josep María Piqué, que se ha incorporado a Merlin Properties; del director de 'retail', Daniel Jiménez, que ha fichado por CBRE, y del responsable de hoteles, Alejandro Coll, que se incorpora a una cadena en Mallorca.

Se da la circunstancia de que el candidato mejor posicionado para hacerse con la consultora inmobiliaria es Cushman & Wakefield, multinacional que tiene tanto su sede como el grueso de su equipo español en la ciudad condal. Desde Aguirre niegan que estas salidas tengan que ver con el proceso de venta, y puntualizan que cada una de ellas responde a motivos diferentes, tanto personales como profesionales, dentro de la rotación que caracteriza al sector.

Ya el pasado ejercicio, antes de activarse el proceso de venta, el director de industrial de Barcelona, Xavier Novell, se incorporó a Logicor, salida que sumada a las tres nuevas conlleva que toda la primera fila directiva del negocio conocido como agencia en la capital catalana se ha marchado en apenas un año.

En total, la oficina de Aguirre Newman en Barcelona, la plaza más importante tras Madrid, cuenta con siete altos directivos, todos ellos dependientes de Anna Genner, máxima responsable y miembro del comité de dirección nacional de la firma.

En las últimas semanas también ha habido varios movimientos en niveles menores y en diversas áreas de la oficina madrileña

Aunque estas tres marchas están siendo las más comentadas dentro del sector inmobiliario, debido a sus cargos de mayor responsabilidad, en las últimas semanas también ha habido varios movimientos en niveles menores y en diversas áreas de la oficina madrileña, según afirman fuentes del mercado.

Precisamente, para evitar una fuga de talento y salvaguardar el capital humano de la firma, uno de los requisitos que ha puesto sobre la mesa Aguirre Newman en las negociaciones que ha mantenido tanto con Cushman & Wakefield como con Savills y Colliers dentro de su proceso de venta es garantizar la permanencia del equipo directivo.

Sin embargo, según señalan diversas fuentes, este compromiso se circunscribe al comité de dirección y, aunque en las conversaciones se está tratando de garantizar la máxima permanencia del empleo, por el momento, no están claras las garantías para el resto de ejecutivos, ni para el personal en puestos más administrativos y de 'back office'.

Aguirre Newman encargó a principios de año al banco de inversión Atlas Capital organizar un proceso de venta. La compañía está valorada entre 80 y 100 millones de euros y su integración dentro de Cushman & Wakefield, el principal candidato a cerrar la compra, daría lugar a un nuevo gigante del sector en España, con una plantilla cercana a los 670 empleados.