IAG deja sin bonus al presidente español de British Airways tras fallar su plan en Vueling

El grupo de aerolíneas IAG deja sin el bonus del año 2016 al presidente ejecutivo de British Airways, Álex Cruz. El español, al mando desde abril del año pasado de la mayor aerolínea del grupo británico-español, será el único de los 12 altos mandos que se quedará sin percibir este incentivo, tal y como señala la empresa en un comunicado remitido a la CNMV.

La paga, que va desde los 93.670 euros que cobrará la jefa de gabinete, Julia Simpson, hasta los 651.672 euros que percibirá el CEO de la matriz,William Walsh, será nulo para Cruz, uno de los pesos pesados de la entidad. Luis Gallego, presidente de Iberia, compañía de menor rango que la British Airways, que preside Álex Cruz, se llevará por el bonus más de 335.000 euros.

Esta gratificación, que está vinculada a la actividad de estos altos directivos en 2016, se cobra la mitad ahora en efectivo y la otra mitad en derechos sobre un volumen determinado de acciones que la compañía ofrece diferidas en tres años (IADP), con lo que su posibilidad de cobro se pospone hasta 2020. Además, estos ejecutivos tienen derecho a un plan de acciones por desempeño que está ligado a una serie de objetivos de cotización y de vinculación de los directivos con IAG.

La ausencia del bonus de 2016 para Álex Cruz llega después de que el año pasado consiguiera ascender desde presidente de Vueling a presidente de British Airways. Cruz fue el máximo responsable de la planificación y diseño de la operativa de Vueling en 2016, que sufrió un colapso al inicio del verano, uno de los momentos con mayor afluencia de pasajeros para la compañía. Esta operativa fallida, con decenas de vuelos cancelados y retrasos que venían sucediéndose a lo largo del año en mayor o menor medida, provocó el caos en el aeropuerto de Barcelona-El Prat a primeros de julio, cuando cientos de pasajeros se quedaron tirados. Estos problemas en la operativa de Vueling acarrearon sanciones y expedientes tanto de la Generalitat de Cataluña como del Ministerio de Fomento.

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El presidente actual de Vueling, Javier Sánchez Prieto, que llevaba poco más de 90 días en el cargo cuando estallaron los problemas tras la marcha de Álex Cruz a Londres, puso el foco de la mala gestión en "problemas internos" de la compañía. A través de una carta dirigida a los empleados, culpó de la mala planificación de 2016 a su antecesor en el cargo, como reveló El Confidencial. Este diario adelantó que la aerolínea con sede en Barcelona asumió una operativa excesivamente ambiciosa para la escasez de medios con que contaba. De ahí que, cuando aumentó el tráfico de pasajeros, los retrasos y cancelaciones trajeron el colapso a El Prat.

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La situación se recondujo después de que el presidente entrante aumentara los medios disponibles para asegurar la operativa. Sin embargo, los números de la compañía sufrieron el desgaste de esta mala planificación, asumida en última instancia por Cruz. No en vano, Vueling provocó en el tercer trimestre de 2016 un deterioro en el margen operativo de la compañía. La aerolínea fue durante el verano pasado la única que empeoró esta métrica. Iberia y Aerlingus mejoraron esta estadística y British Airways se quedó plana. Javier Sánchez-Prieto, ex director financiero de Iberia hasta que asumió la presidencia de Vueling en primavera, ha recibido un bonus de 190.919 euros por su desempeño en 2016.

Esta no es la primera vez que un miembro de IAG no cobra el bonus. En 2014, el presidente ejecutivo de Iberia, Luis Gallego, no recibió este incentivo de 2013. Sin embargo, en ese caso fue el propio directivo quien renunció a los 632.000 euros que le ofrecía IAG. Gallego no entendió "ético ni ejemplar" aceptar ese bonus en un año en el que los principales colectivos de Iberia sufrieron un recorte salarial de doble dígito. IAG ha rechazado explicar los motivos que han llevado a la compañía a dejar sin esta retribución al presidente de British Airways.