Bankia pone en cuarentena el bonus de sus empleados por los casos de Blesa y Rato
Los sufridos empleados de Bankia pueden ser las primeras víctimas de los últimos escándalos conocidos de las presidencias de Miguel Blesa y Rodrigo Rato
Los sufridos empleados de Bankia pueden ser las primeras víctimas de los últimos escándalos conocidos de las presidencias de Miguel Blesa y Rodrigo Rato. La entidad se plantea volver a congelar el bonus (retribución variable) de la plantilla tras anunciar su vuelta después de tres años suspendido, y así ha comenzado a comunicarlo de forma no oficial, según fuentes conocedoras de la situación. Detrás de esta noticia está la probable devolución del dinero de la salida a bolsa de 2011, así como el problema de imagen que supondría este pago tras publicarse las retribuciones abusivas de los anteriores gestores.
"Si después de todo esto sale publicado que Bankia va a pagar 15 ó 20 millones de bonus a sus empleados, la opinión pública se les echaría encima y esta vez Goirigolzarri aparecería como responsable, con lo que la gente le equipararía con Blesa y Rato, algo que va a evitar a toda costa", explica una de las fuentes. Desde la entidad aseguran que todavía no se ha puesto sobre la mesa este asunto, ya que el cobro del mismo se debería producir en marzo. Ahora bien, algunos miembros de la dirección reconocen que tendría lógica suprimir el bonus de la cúpula por esta cuestión de imagen. Otra cosa es el de la 'tropa', los 14.500 empleados que han sobrevivido al ERE y han conseguido que la entidad vuelva a ser rentable pese al rescate y a los interminables escándalos relacionados con ella.
La recuperación del bonus era uno de los hitos de lo que Goirigolzarri denomina "normalización" de la entidad una vez resuelta la reestructuración de las oficinas y el cierre del caso de las preferentes con el arbitraje. Se trataba de reconocer a los empleados el esfuerzo realizado en el entorno más difícil que pueda imaginarse para los trabajadores de banca. Este pago estaría ligado a unos objetivos comerciales y de beneficio de la entidad en su conjunto y de cada oficina o departamento, e históricamente también estaba sometido a la valoración de cada empleado por sus superiores. Bajo la presidencia de Blesa en Caja Madrid, podía llegar hasta el 35% del salario fijo, aunque Rato limitó ese porcentaje ya en Bankia a un 15%.
Según los acuerdos firmados por la entidad y los sindicatos, la retribución variable está condicionada a que se alcancen los beneficios esperados y a la aprobación del Banco de España. La devolución del dinero invertido en la salida a bolsa por el supuesto falseamiento de las cuentas daría al traste con ese objetivo, si no en 2014 (si la entidad decide acometer un arbitraje de forma rápida, puede dotar una provisión al menos parcial con cargo al año que acaba de terminar), sí en 2015. En cuanto al Banco de España -ahora sometido a las órdenes del BCE-, Luis Linde puede invocar el problema de imagen para no autorizar su pago.
La moral, por los suelos
Si finalmente se suprime este pago, como parece que será, los empleados se llevarán una enorme decepción puesto que contaban con este dinero extra y lo esperaban con fruición después de tres años sin él. "La moral de la tropa, que ya está muy tocada por todos los escándalos, se vendría abajo de forma irremisible ahora que la gente había conseguido sacudirse todo eso para volver a centrarse en el negocio, en dar crédito, en captar clientes, etc", afirma una de las fuentes. "Y lo peor es que estarían pagando por los pecados de los anteriores gestores, es decir, ellos percibirían que se quedan sin bonus porque esa pandilla se lo llevó crudo", añade otra.
Esta misma semana, el FROB ha enviado un informe a la Fiscalía en el que denuncia el cobro de salarios irregulares valorados en 14,8 millones por la cúpula de Caja Madrid entre 2007 y 2010 (etapa de Blesa salvo el último año, en que ya la presidía Rato), un escándalo que se suma al de las tarjetas black, a los cochazos a cargo de la caja, etc.
Por el lado de la salida a bolsa, los informes de los peritos del Banco de España que aseguran que las cuentas incluidas en el folleto de la operación no eran reales y, sobre todo, las acusaciones lanzadas por Luis de Guindos en sede parlamentaria han dado alas a miles de demandas de inversores que acudieron a la OPV de julio de 2011. Ante esta situación, Bankia se plantea devolver las cantidades mediante un arbitraje parecido al de las preferentes, pero lo limitaría a los accionistas particulares, lo que supondría un coste máximo de 1.800 millones. No obstante, los institucionales seguramente también presentarán demandas, así como otros inversores que compraron acciones en los meses posteriores, puesto que las cuentas seguían siendo las mismas. Lo cual implica que el coste final puede ser mucho mayor.
Y además, reducción del plan de pensiones
Los disgustos para la plantilla de Bankia no acaban aquí. La entidad está negociando ya con los representantes de los trabajadores una rebaja de sus aportaciones al plan de pensiones en torno al 30%, según las fuentes consultadas. La recuperación de esta medida de previsión social complementaria fue otro hito de la citada "normalización", después de dos años de congelación de la misma. Como informó El Confidencial, Bankia volvió a aportar a este fondo en abril y julio del año pasado.
Sin embargo, la alegría ha durado poco en casa del banco que ha recibido el mayor rescate de la historia de España (22.400 millones de dinero público). Para este año ya se está negociando la citada reducción, también por culpa de las irregularidades en la salida a bolsa y de la dañadísima imagen de la entidad. De momento, el equipo de Goirigolzarri mantiene sus objetivos de beneficio y se resiste a aceptar la devolución del dinero, si bien la necesidad de librarse de esta losa y de apagar el fuego para poder continuar con la "normalización" hacen probable la puesta en marcha de un arbitraje.
Los sufridos empleados de Bankia pueden ser las primeras víctimas de los últimos escándalos conocidos de las presidencias de Miguel Blesa y Rodrigo Rato. La entidad se plantea volver a congelar el bonus (retribución variable) de la plantilla tras anunciar su vuelta después de tres años suspendido, y así ha comenzado a comunicarlo de forma no oficial, según fuentes conocedoras de la situación. Detrás de esta noticia está la probable devolución del dinero de la salida a bolsa de 2011, así como el problema de imagen que supondría este pago tras publicarse las retribuciones abusivas de los anteriores gestores.