Espirito Santo España pasó a ser supervisado desde Portugal tras una inspección del BdE

La unidad española del Banco Espirito Santo (BES) se transformó en 2007 de filial en sucursal de la matriz, lo que implica que pasó de depender del Banco de España a hacerlo del de Portugal, tras recibir una inspección del supervisor español. La entidad niega que exista una relación causa-efecto, aunque fuentes cercanas a la misma explican que en aquella inspección se le impusieron importantes exigencias que hicieron que la entidad buscara un supervisor más 'amigable' en su país de origen.

Según la versión del banco, "las inspecciones eran ordinarias y se hacían con relativa frecuencia, y no existe ninguna relación causa-efecto entre esa inspección y la transformación del banco de filial en sucursal". Un portavoz de la entidad en España explica que esta transformación fue una decisión interna que obedecía a la búsqueda de economías de escala en tres aspectos: la optimización del uso del capital, el uso compartido de las plataformas tecnológicas y operativas, y el aprovechamiento de ventajas en medios informáticos y logísticos.

Las sucursales no son bancos independientes, por lo que no deben tener un capital propio y separado del de la matriz, cosa que sí ocurre en las filiales. Esta dependencia es la que hace que estén sometidas a la supervisión del país de origen de la matriz -no a la del Estado donde opera la sucursal- y adscritas a su fondo de garantía de depósitos (esto también sucede en ING Direct, por ejemplo). Es decir, si finalmente se liquidara BES, sus clientes españoles tendrían que reclamar al FGD portugués, no al español. Santander y BBVA, en cambio, prefieren seguir las recomendaciones internacionales de operar en cada país con una filial independiente con su propio capital, para que un problema en un país no contamineal resto. Esto no les impide compartir plataformas y recursos.

Sin embargo, fuentes cercanas a la entidad explican que aquella inspección de 2007 no fue una más, sino que el Banco de España realizó un examen intensivo que concluyó con la exigencia de"importantes ajustes al balancey provisiones en cuenta de resultados". Según estas fuentes, la matriz portuguesa, "al día siguiente de recibir las conclusiones preliminares del equipo de inspección, solicitóel cambio de estatuto jurídico de filial española a sucursal del banco portugués, con lo que el BdE perdió todas sus competencias de supervisión".

Según esta versión, esta decisión buscaba un trato más 'amigable' por parte del supervisor que mejor conocían y con el que habían desarrollado toda su relación a lo largo de la historia, es decir, el Banco de Portugal. Estamos hablando de los primeros estadios de la crisis financiera internacional, un añoantes de la quiebra de Lehman Brothers y del hundimiento de la banca europea.Sea como fuere, tanto la matriz como su unidad en España atravesaron esta crisis sin grandes dificultades, hasta que se descubrió el agujero oculto que ha conducido al rescate de la entidad con 4.900 millones (4.400 de dinero público).

El Banco de Portugal, cuestionado

De hecho, este hundimiento ha puesto en el foco la actuación del Banco de Portugal,que no fue capaz de detectar estos problemas ni de obligar al banco a subsanarlos cuando aún tenían solución. Es decir, lo mismo que ha ocurrido en España con la actuación del Banco de España antes y durante la crisis, puesto que tampoco fue capaz de prevenir el derrumbe de las 11 entidades que han tenido que ser intervenidas o nacionalizadas-CCM, CajaSur, CAM, NCG Banco, Catalunya Banc, Unnim, Banco Gallego, Banco Valencia,Bankia, BMNy CR Mota del Cuervo- con enormes pérdidas para el erarrio público.

BES está presente en España desde 1992, cuando compró la ficha delBanco Industrial del Mediterráneo (BIM). Posteriormente,adquirió la sociedad de valoresBenito & Monjardín y las gestoras de fondos Gescapital Gestión y Ges-BM en 2000,las dos gestoras del Banco Simeón (Lusogest y Lusopensiones), y Banco Inversión en 2004. Actualmente,tiene una red de 35 oficinas con 75.000 clientes y 3.444 millones en activos. Su negocio se centra en las categorías de banca personal y privada (rentas medias-altas y altas), y ha crecido con fuerza en los últimos años gracias a sus agresivas ofertas de depósitos con la imagen de Cristiano Ronaldo.