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La privatización de Aena se convierte en un nuevo torpedo para la tercera vía catalana
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MAS-COLELL DICE QUE VA CONTRA LA COMPETENCIA

La privatización de Aena se convierte en un nuevo torpedo para la tercera vía catalana

A los defensores de la tercera vía como salida al conflicto catalán les crecen los enanos. Al vació de poder en el PSC se suma la privatización de AENA

Foto: Un pasajero en el aeropuerto de Barajas. (EFE)
Un pasajero en el aeropuerto de Barajas. (EFE)

A los defensores de la tercera vía como salida al conflicto catalán les crecen los enanos. No han terminado de digerir el vacío de poder en el PSC cuando de repente irrumpe la privatización del 49% de Aena, una operación que ha sentado a cuerno quemado en el Palau de la Generalitat y que ha incomodado a esos empresarios catalanes que abogaban por la denominada “tercera vía”, un pacto negociado que evite el referéndum.

En estos entornos empresariales, como la Cámara de Comercio o la patronal Fomento del Trabajo, siempre se había entendido que la gestión del aeropuerto de El Prat podía ser una buena guinda para un acuerdo que mejorase la financiación autonómica y otorgase algún tipo de blindaje para el catalán en Educación. Con la privatización de Aena, no sólo el pastel se queda sin guinda, sino que se intuye que el presidente Mariano Rajoy no tiene intención de ofrecer tarta alguna para evitar el temido “choque de trenes”.

La gestión del aeropuerto de Barcelona es una vieja aspiración empresarial. En realidad, la Generalitat se subió al carro de esta reclamación en 2009 haciendo seguidismo de un grupo de empresarios encabezados por los del sector turístico, con el presidente de Husa, Joan Gaspart, a la cabeza. Una operación tan desesperada como la compra de Spanair, jaleada por los intereses privados y financiada con dinero público, sólo se entiende si se tiene en cuenta la perspectiva histórica de años de aspirar a una gestión individualizada de las pistas de El Prat.

La decisión del Gobierno de vender el 49% de Aena ha sido criticada por el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, quien recuerda que “hace tres años estábamos cerca de conseguir la gestión individualizada del aeropuerto de El Prat y ahora esto se ha acabado”.

De la misma opinión es el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, que ha denunciado que los deseos de la Generalitat "quedan desatendidos, ya que planteaban una liberalización de los aeropuertos para gestionarlos desde el propio territorio y que cada instalación pueda entrar en competencia con el resto dentro de España”.

Críticas en los medios

En dos entrevistas a los magazines matinales de Rac 1 y Catalunya Ràdio, Andreu Mas-Colell ha explicado que una hipotética gestión conjunta de los aeropuertos de Barcelona y Madrid conllevaría una violación de los principios de competencia: "Lo tenemos que combatir, porque puede ser peligroso para el futuro económico de Cataluña y su proyección externa", ha manifestado.

Para el conseller de Economía, El Prat debe disponer de una gestión individualizada "como tienen los aeropuertos en toda Europa y debe tener una conexión con el territorio" para evitar un monopolio privado. En este sentido, ha recordado que el tribunal de la competencia británico impidió que una sola empresa gestionase varios aeropuertos del Reino Unido.

"Es el peor escenario para Cataluña, porque supondría que el aeropuerto de El Prat quedaría sometido a los intereses estratégicos de Barajas. Intentaremos frenar esto por todas las maneras, incluyendo las jurídicas”, ha apuntado.

Esta fórmula podría pasar por recurrir a la UE, donde se ha obligado a vender aeropuertos muy cercanos que estaban gestionados por la misma empresa. Sin embargo, la Generalitat quiere esperar a estudiar el pliego de la privatización antes de tomar cualquier medida.

El mundo del dinero, tranquilo

Los empresarios consultados, en cambio, se muestran más tranquilos y enmarcan estas declaraciones políticas en el actual clima de tensión soberanista. Primero, porque la paralización de la salida de la concesión de El Prat ya la hizo el PP en enero de 2012, por lo que los lamentos llegarían tarde.

Y después, porque la entrada de empresarios privados, en el fondo, dinamizará la gestión del aeropuerto. Los nombres que suenan para participar en la privatización de la gestión de Aena son grupos como Ferrovial u OHL, que precisamente no son percibidos como enemigos de Cataluña. Además, como se da cobertura a la privatización con la ley que aprobó José Luis Rodríguez Zapatero, no se descarta que a medio plazo la entrada de socios privados podría facilitar la concesión individualizada de algunos aeropuertos para fomentar la competencia y maximizar el beneficio de Aena.

Es decir, la venta del 49% de la sociedad aeroportuaria a corto dinamita todavía más el entendimiento político. Pero a medio plazo, la actual privatización tampoco acabaría siendo tan contraria a los intereses que los empresarios catalanes llevan defendiendo desde hace cinco años.

A los defensores de la tercera vía como salida al conflicto catalán les crecen los enanos. No han terminado de digerir el vacío de poder en el PSC cuando de repente irrumpe la privatización del 49% de Aena, una operación que ha sentado a cuerno quemado en el Palau de la Generalitat y que ha incomodado a esos empresarios catalanes que abogaban por la denominada “tercera vía”, un pacto negociado que evite el referéndum.

Andreu Mas-Colell Generalitat de Cataluña
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