El PP abona el voto del miedo con las prácticas de "gobiernos extremistas"
El PP recopila desprecios al orden constitucional, incremento de la presión fiscal y recortes de servicios a los ciudadanos de gobiernos autonómicos del PSOE y los nacionalistas
El Partido Popular recurre a las prácticas de los gobiernos autonómicos del PSOE y los nacionalistas (menos el PNV) para apelar al voto útil del centro derecha o el del miedo del conjunto del electorado ante la posible alianza de socialistas, podemitas e independentistas después del 26-J. Para el primer ensayo de los mensajes de fondo de la campaña, la dirección del PP ha elaborado un documento que recopila la labor del último año de esos "gobiernos extremistas" frente a las "buenas" prácticas de los populares.
Cuestionamiento de la unidad de España, derroche, más burocracia y subida de impuestos frente a control del gasto, austeridad y mejores servicios. Son los dos polos opuestos que presentan los populares en un informe comparativo de las diferentes políticas que se aplican en las comunidades, documento elaborado por la vicesecretaría de política autonómica y municipal que dirige Javier Arenas. Con ese texto como eje de la denuncia del "extremismo", Mariano Rajoy ha elegido Palma de Mallorca para lanzar la idea de que solo el voto al PP garantiza la continuidad constitucional y la recuperación económica.
En Baleares, socialistas, econacionalistas de MES y Podemos pactaron después de las últimas elecciones regionales para hacerse con el poder. Casi un año después, el PP anota en su documento las subidas generales de impuestos que amenazan a los ciudadanos que viven en las islas: ecotasa hasta para los residentes e incrementos en Sucesiones y Donaciones, Patrimonio y Transmisiones Patrimoniales.
También recuerdan los populares que los partidos en el Gobierno 'progresista' balear votan contra la unidad de España, simpatizan con Otegi, prohíben las corridas de toros, suspenden inversiones en el sector turístico y agrario, reducen servicios sanitarios, retrasan el pago a las farmacias o cuestionan la enseñanza concertada.
El PP hace un retrato parecido de los demás ejecutivos autonómicos que el PSOE controla con el respaldo activo o externo de podemitas o los gobernados por nacionalistas: Aragón, Andalucía, Comunidad Valenciana, Cataluña, Extremadura, Castilla-La Mancha, Navarra, Canarias y Cantabria. Y reproduce epígrafes para casi todos: ataques a la unidad y a los símbolos constitucionales, subida de impuestos, incremento de la burocracia y altos cargos, nepotismo, ataques a la educación concertada, demonización de las iniciativas empresariales y de inversiones y abandono de las políticas sociales.
El Gobierno socialista aragonés se lleva la palma en subidas de impuestos, mientras que los independentistas de Cataluña y Navarra barren en desafíos al orden constitucional. Según el balance del PP, los ejecutivos socialistas de Andalucía, Asturias y Castilla-La Mancha son más respetuosos con las instituciones pero cultivan el nepotismo, la burocracia y el gasto en altos cargos.
El PNV se escapa a cualquier crítica. Los escaños de los nacionalistas vascos pueden ser decisivos después del 26-J a la hora de decantar la mayoría de gobierno hacia el centro derecha, o al bloque de la izquierda con o sin secesionistas catalanes.
Frente a "las prácticas extremistas" de los demás partidos en los gobierno autonómicos, el PP se presenta como la formación que, en la práctica, se aplica en la defensa de la Constitución y las leyes, que fomenta el crecimiento económico y el empleo, que controla el gasto y que cuida o amplía los servicios sociales. Destacan en ese capítulo de autoelogios los dedicados a los 'favoritos' de la dirección nacional del partido: Alberto Núñez Feijóo (Galicia) y Cristina Cifuentes (Madrid).
El informe servirá de base a los candidatos populares para pedir el voto circunscripción a circunscripción a favor de su oferta de "Gobierno serio" frente al radicalismo y la inseguridad que, según el mismo guion, representan todos los demás.
El Partido Popular recurre a las prácticas de los gobiernos autonómicos del PSOE y los nacionalistas (menos el PNV) para apelar al voto útil del centro derecha o el del miedo del conjunto del electorado ante la posible alianza de socialistas, podemitas e independentistas después del 26-J. Para el primer ensayo de los mensajes de fondo de la campaña, la dirección del PP ha elaborado un documento que recopila la labor del último año de esos "gobiernos extremistas" frente a las "buenas" prácticas de los populares.