Rivera tenderá la mano al PP y avisará a Sánchez: las diputaciones están en el pacto

El presidente de Ciudadanos debuta este miércoles en el Congreso de los Diputados en la que será su primera intervención parlamentaria en la Cámara Baja en el debate de investidura de Pedro Sánchez, y lo hará después de Mariano Rajoy y Pablo Iglesias por espacio de media hora. Treinta minutos en los que Albert Rivera defenderá el acuerdo firmado con el Partido Socialista hace apenas una semana que, a sus ojos, ha de convertirse en un verdadero plan de Gobierno para la próxima legislatura. Como reconoció el líder socialista ayer mismo e incluso el dirigente barcelonés tras la firma pública del documento el miércoles pasado, los 130 diputados que suman ambas formaciones “son insuficientes” para llevarlo a cabo y, por eso, deben encontrar otras fuerzas políticas que respalden su propuesta.

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El candidato al que Felipe VI encargó formar Gobierno tras la declinación del popular aprovechó este martes durante su discurso de casi dos horas para pedir su apoyo al “resto de fuerzas del cambio” para ponerse en marcha "ya" a partir de la próxima semana con un objetivo muy claro: que Rajoy deje de ser el presidente en funciones. De hecho, Sánchez insistió en que el acuerdo firmado con Rivera “es la propuesta nacida de un primer acuerdo” y no el resultado final. “Es parte de la operación. Y la operación es el resultado de multiplicar el peso de todas las fuerzas que representan el cambio que España necesita”, aseguró el jefe de Ferraz en un claro guiño a Podemos aislando al mismo tiempo a los populares.

El intento de sumar será el que busque también el dirigente centrista a lo largo de la mañana. Pero lo hará en otra dirección, mirando al Partido Popular, cuyo portavoz Rafael Hernando mencionó “algunos aspectos” defendidos por Sánchez con los que Génova está de acuerdo. Tal y como ha venido defendiendo el presidente de Ciudadanos desde la firma del pacto con los socialistas, Rivera volverá a tender la mano a Rajoy insistiendo en los “muchos puntos comunes” que existen con el partido conservador en el acuerdo. El líder de centro insistirá a la bancada popular que el documento es válido para la inmensa mayoría de españoles que votó por una opción constitucionalista el pasado 20 de diciembre. En palabras de Juan Carlos Girauta, portavoz parlamentario del grupo naranja, si el programa pactado se materializa “será para un Gobierno constitucionalista y moderado”.

Hasta ahora y pese a las múltiples invitaciones por parte de Ciudadanos para empezar un diálogo más avanzado, los populares rechazan mantener reuniones adicionales hasta que pase la segunda votación de la investidura, confiando en que Sánchez se estrellará. Pero la formación naranja confía en poder convencer al PP cuando los plazos comiencen a correr hacia el 26 de junio, fecha en la que se celebrarían nuevas elecciones: si no hay un gran pacto a tres bandas con la abstención del PP, los socialistas podrían llegar a un acuerdo con Podemos. Precisamente Ciudadanos agitará el fantasma de un Gobierno de izquierdas para conseguir el apoyo de Rajoy, que no tendría ninguna posibilidad de conseguir los suficientes apoyos para gobernar si el Rey volviera a proponerlo como candidato tras el previsible fracaso de Sánchez el viernes por la noche.

Por otro lado, Rivera se mostró muy contundente tras las últimas ofertas lanzadas por el socialista a Podemos, IU, Compromís y las mareas, a las que propuso la inclusión de algunas novedades en el acuerdo -especialmente en el ámbito social- para conseguir su apoyo en la investidura: no apoyará un acuerdo distinto al que firmó junto a Sánchez la pasada semana y que después ratificaron las bases del PSOE en la consulta celebrada. “Si hay pacto con Podemos, Ciudadanos estará en la oposición”, aseguró el barcelonés. En este supuesto la única solución pasa nuevamente por conseguir la abstención del PP.

"La supresión de las diputaciones está firmada"

Que Sánchez obviara mencionar la supresión de las diputaciones en la retahíla de las reformas que comprende su acuerdo con Ciudadanos no fue casualidad. Y no lo fue porque en el texto íntegro del discurso aparecía hasta en dos ocasiones y no lo pronunció en ninguna de ellas. Algo insignificante para Ciudadanos según Juan Carlos Girauta, teniendo en cuenta que la eliminación de las mismas está recogida en el documento firmado y sellado por ambas formaciones. El portavoz parlamentario naranja llegó incluso a justificar la actuación del socialista, comparándolo con el dolor que produce arrancar una muela. “Sabemos que es doloroso y por eso no querrá recordarlo. Ha sido un éxito de Ciudadanos esa propuesta y está en el acuerdo”, afirmó sin titubeos.

Pero para que no haya ninguna duda Albert Rivera hará una mención expresa a las diputaciones en su intervención prevista para el mediodía de hoy. “Será escueto porque sólo tiene media hora pero hará referencia a ello como a otras tantas cosas que están en el plan de Gobierno aprobado”, explican fuentes de Ciudadanos. Lo que el pacto entre socialistas y naranjas comprende es la supresión de las diputaciones y su conversión en consejos provinciales de alcaldes que permitirán un ahorro de unos 1.000 millones de euros. Propuesta que, sin embargo, escuece bastante entre algunos barones socialistas con gran peso en el partido, lo que justificaría la no alusión a la misma en el discurso de Sánchez.

14 menciones a C's, dos "gracias" a Rivera

Sánchez tendió la mano a Podemos y al resto de fuerzas de la izquierda en aras de conseguir su apoyo. Pero gran parte del discurso enarbolado se basó en el acuerdo alcanzado con Ciudadanos, que incluso desgranó con cierto detalle. Hasta en 14 ocasiones Sánchez se refirió al partido de centro para hacer hincapié en el pacto alcanzado y en la imposibilidad de llevarlo a cabo sin la abstención de otro partido. Y también hubo agradecimientos directos a la figura de Albert Rivera. Concretamente dos -uno escrito en el discurso y el otro improvisado-, en los que Sánchez valoró “la valentía y el coraje” del dirigente y su equipo por la intensa negociación llevada a cabo en las últimas semanas.

Ni siquiera las menciones personalizadas consiguieron cambiar el gesto del catalán, que permaneció muy serio los más de 100 minutos que duró la intervención de Sánchez. Podemos y sus socios sí aplaudieron cargados de ironía mientras el socialista dedicaba amables palabras a Rivera. Pero de la bancada naranja no surgió ni un aplauso ni una sonrisa. Sí hubo asentimientos cómplices cuando el aspirante a presidente del Gobierno se refería a las reformas consensuadas con el partido nacido en Barcelona.