Rivera reconoce puntos comunes con PSOE y espera negociaciones "intensas y fructíferas"

Albert Rivera visitó este lunes por segunda vez el Palacio de la Zarzuela para reunirse una semana más con Felipe VI, a quien puso a su disposición, como hizo hace días, los 40 escaños naranjas con la voluntad de que se inicie el proceso de investidura y España tenga “un presidente y una legislatura”. El presidente de Ciudadanos quiso hacer hincapié en que a su juicio ni existe un vacío legal ni hay que cuestionar el papel que juega el Rey: “Lo que hay es un vacío de sentido común y de sentido de Estado”, dijo en referencia a los líderes de los dos grandes partidos, haciendo un nuevo llamamiento a la responsabilidad de ambos y evitar que se produzca una renuncia por parte del candidato elegido.

Rivera trasladó al Monarca su voluntad de que los procesos se inicien y se fije una fecha para la primera sesión de investidura. “Que tome la decisión que crea la adecuada y cuente con que Ciudadanos esta misma semana se va a poner a trabajar”, aseguró el dirigente catalán a su llegada al Congreso de los Diputados. Aunque todavía no hay fechas concretas, el partido centrista confía empezar esta misma semana una etapa de negociaciones “intensas y fructíferas” con PP y PSOE para fijar una hoja de ruta de reformas que el futuro Gobierno deberá cumplir.

El presidente de Ciudadanos no dudó en destacar los puntos comunes con el Partido Socialista, “si no los hubiera, no me plantearía sentarme a hablar”, matizó. Por ejemplo, aseguró ver coincidencias con la incompatibilidad de llegar a un acuerdo con las candidaturas territoriales que piden la autodeterminación, en la reforma de la Constitución (a diferencia de PP y Podemos), e incluso medidas en el marco económico, social y de política exterior. “Nuestros expertos pueden trabajar ya en esa línea, y hay que ver si el resto de partidos están dispuestos a mover ficha”, concluyó. Aunque también con el PP asegura que existen espacios comunes, el líder centrista reiteró su creencia de que Mariano Rajoy difícilmente puede regenerar la vida política y ser el abanderado de la lucha contra la corrupción.

Además, Rivera reconoció que espera "contar con Podemos y Pablo Iglesias” para defender un plan de choque contra la desigualdad o acabar con todo un elenco de privilegios políticos, dos puntos que los emergentes comparten en su programa, e insistió en que “una cosa es gobernar juntos y otra muy distinta legislar juntos”. El presidente de Ciudadanos quiso insistir en su reunión con Felipe VI en el papel “determinante” que jugará su partido para determinar mayorías y, sobre todo, en reiterar que “España necesita un Gobierno de transición y no uno al uso”. Precisamente por eso, aseguró el dirigente de centro, “esto puede ser un fracaso colectivo o un éxito de todos juntos”.

¿Más cerca del PSOE?

A pesar de que Rivera asegura que no abordó con el Rey la posibilidad de que su voto para Pedro Sánchez, en un hipotético debate de investidura fruto de las negociaciones, cambiara de la abstención al ‘sí’, el presidente de Ciudadanos no descartó tampoco esa realidad. “No me planteo ir a la Luna -dijo al hacer un paralelismo con esa situación-. Nosotros creemos que con la abstención de Ciudadanos se pueden poner en marcha las reformas que necesita el país”. Sin embargo, tanto el dirigente naranja como su número dos, José Manuel Villegas, han matizado en los últimos días que no se plantean “de momento” ese voto en positivo.

En todo caso, el PP, según ha confirmado este lunes su vicesecretario de Organización, Fernando Martínez Maillo, no apoyará ninguna propuesta de Gobierno que no encabecen los populares y Mariano Rajoy como candidato a permanecer en La Moncloa. Es decir, el PP mantiene su oferta de diálogo al PSOE, "ahora más que nunca" tras el comité federal del PSOE, pero votará en contra de cualquier pacto que los excluya, también un hipotético acuerdo entre PSOE y C's.

Por otro lado, en los últimos días dirigentes de Ciudadanos han criticado duramente los casos de corrupción que inundan las filas de los populares. De hecho, el partido que dirige Rivera tiene claro que pondrá sobre la mesa un pacto nacional contra la corrupción, en el contexto de regeneración política e institucional que su formación pretende impulsar tras irrumpir en la Cámara Baja. La firmeza de la formación en este asunto se ha hecho todavía mayor como consecuencia de la bautizada como operación Taula, la trama que este martes golpeó duramente al PP valenciano.