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Los salarios dejan de ganar poder adquisitivo antes de recuperar lo perdido en la crisis inflacionista
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Ya no suben más que los precios

Los salarios dejan de ganar poder adquisitivo antes de recuperar lo perdido en la crisis inflacionista

La persistencia de la inflación a medida que se levantan las rebajas del IVA y la ralentización de la subida salarial secan la ganancia de capacidad de compra de los trabajadores

Foto: La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE/R. Jiménez)
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE/R. Jiménez)
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El mercado laboral español está sorprendiendo en el inicio del año. El ritmo de las contrataciones ha superado las expectativas, alcanzando, por primera vez en la historia, los 21 millones de afiliados. Por el contrario, las subidas salariales han desacelerado antes de lo esperado, lo que ha bloqueado la recuperación de poder adquisitivo. De hecho, muchos trabajadores están volviendo a perder poder adquisitivo mucho antes de recuperar todo el que perdieron por la crisis inflacionista.

La perspectiva al inicio del año era justo la opuesta: los economistas esperaban una ralentización de las contrataciones pero un cierto dinamismo de los salarios. Esto es: un reparto diferente de la renta salarial. Se esperaba que hubiese menos trabajadores, pero mejor pagados, y está ocurriendo lo contrario: más contrataciones, pero salarios menos dinámicos.

La otra cara de la moneda es la inflación. El incremento de los precios está siendo más persistente de lo esperado como consecuencia de la paulatina retirada de las rebajas del IVA y del incremento de los márgenes empresariales. En marzo, la variación anual del IPC aumentó en cuatro décimas, hasta el 3,2%. Este mantenimiento de tasas de inflación elevadas obliga a que las subidas salariales sigan siendo generosas para que los trabajadores ganen poder adquisitivo. Pero lo que está ocurriendo es lo contrario: una ralentización lenta pero permanente de las retribuciones.

Los salarios en las grandes empresas (que suelen ser superiores y subir a un ritmo más rápido que en las pymes) aumentaron en el último año un 3,3%, según los datos de la Agencia Tributaria a partir de las retenciones del IRPF. El mayor ritmo de subida de los salarios en las grandes empresas se alcanzó durante la pasada primavera, con un alza del 4,7% anual. Desde entonces se ha frenado en un punto y medio esta subida.

En los dos primeros meses del año la ralentización ha sido de dos décimas. Si se mantiene esta tendencia, los salarios podrían volver a perder capacidad de compra a partir de abril o mayo. Aún es pronto para saberlo, lo que sí parece complicado es que la inflación se modere en los próximos meses a medida que se siguen retirando las medidas de rebaja del IVA.

Funcas prevé que la inflación acelere hasta el mes de junio. De hecho, la entidad esperaba que el IPC se mantuviera por debajo del 3% en marzo, pero según el dato adelantado, avanzó hasta el 3,2%. Los precios han sorprendido al alza, pero no así los salarios. La tendencia de ralentización de las subidas de retribuciones está bien asentada desde el pasado otoño y no se prevén cambios significativos en el corto plazo.

Los convenios colectivos también están recogiendo un frenazo en las subidas salariales en el inicio del año

Los convenios colectivos también están recogiendo un frenazo en las subidas salariales en el inicio del año. En concreto, la subida salarial pactada hasta marzo se sitúa en el 2,9%, medio punto por debajo de los convenios firmados en 2023. Esta subida sí es inferior a la inflación, lo que significa que los salarios de convenio ya están perdiendo poder adquisitivo.

Este cambio es relevante y, paradójicamente, puede suponer un incentivo adicional al crecimiento económico. El motivo es que el impacto sobre el consumo del aumento de la masa salarial es muy superior si procede de la creación de empleo que de las subidas de retribuciones. Esto se debe a que un parado que encuentra un trabajo consume una parte muy significativa de su nueva renta. Sin embargo, si esta nueva renta procede de una subida de salario, el trabajador tenderá a ahorrar una parte de la misma, lo que generará menor incidencia sobre la demanda interna.

Las subidas salariales están siendo muy heterogéneas, por lo que los datos agregados no representan la realidad de la mayor parte de los sectores. Las empresas de actividades con mayor escasez de mano de obra son las que están teniendo que subir en mayor medida los salarios. Por ejemplo, el sector de la información y las comunicaciones, que incluye a los informáticos y profesiones TIC, sigue subiendo las retribuciones un 5%, casi dos puntos por encima de la inflación. Lo mismo ocurre en la industria, que sigue con problemas de mano de obra, y que está aumentando los salarios un 5,2%.

Por el contrario, los servicios de bajo valor añadido han perdido rápidamente inercia salarial. El motivo es que la gran llegada de inmigrantes en los últimos dos años ha aliviado las tensiones de mano de obra, por lo que las empresas ya no tienen que pelear por conseguir trabajadores. En el comercio minorista, por ejemplo, los salarios de las grandes empresas han subido un 1,4% en el último año, la mitad que la inflación. En la hostelería, los salarios han subido un 2,5% y en los servicios sociales, culturales y de ocio, un 0,7%. Estos son los trabajadores que ya están perdiendo capacidad adquisitiva.

El mercado laboral español está sorprendiendo en el inicio del año. El ritmo de las contrataciones ha superado las expectativas, alcanzando, por primera vez en la historia, los 21 millones de afiliados. Por el contrario, las subidas salariales han desacelerado antes de lo esperado, lo que ha bloqueado la recuperación de poder adquisitivo. De hecho, muchos trabajadores están volviendo a perder poder adquisitivo mucho antes de recuperar todo el que perdieron por la crisis inflacionista.

Salarios de los españoles IPC
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