Montero descarta el modelo fiscal que pide Cataluña para quedarse con sus impuestos

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha descartado el modelo fiscal que ha propuesto la Generalitat para avanzar hacia la creación de un cupo catalán. Montero ha señalado que no romperá el sistema de financiación autonómica para sacar a Cataluña del Régimen Común ni creará un modelo a la carta como pide el Govern. “El sistema de financiación se tiene que generar con todas las comunidades del Régimen Común y, por tanto, tiene que ser multilateral”, ha remarcado Montero.

“Cataluña está proponiendo otro modelo en el que cada territorio recauda sus impuestos y luego hay un fondo de solidaridad al que se aporta”, ha explicado la vicepresidenta primera. Este camino no es transitable, porque el sistema debe ser multilateral para todas las regiones del Régimen Común y, además, debe garantizar que todos los territorios tienen recursos suficientes para proveer sus servicios públicos. Montero ha advertido a la Generalitat que “el Gobierno no dará el visto bueno [a ningún modelo] si no garantiza que haya recursos suficientes en todos los territorios”. Esto es, la solución de la Generalitat para reducir su aportación a la solidaridad territorial no es aceptable para el Ejecutivo.

Cualquier reforma del sistema tiene que “satisfacer la provisión de servicios públicos en todo el territorio, se viva donde se viva”, ha remarcado Montero. Cataluña es una de las tres regiones contribuyentes netas al sistema de financiación, además de Madrid y Baleares. Esto significa que, sin su participación en el Fondo de Garantía de Servicios Públicos, las regiones con menor capacidad fiscal tendrían que renunciar a una parte de los servicios públicos que actualmente ofrecen.

Montero ha puesto otras dos condiciones para la reforma de la financiación autonómica. La primera es que “tiene que ser constitucional”. Esta afirmación parece una obviedad, pero es muy relevante, ya que los sistemas forales del País Vasco y Navarra sí están recogidos en la Constitución, pero no un sistema especial para Cataluña. La creación de un concierto para Cataluña no tiene encaje constitucional, por lo que el Gobierno también le cierra la puerta.

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Por último, la futura reforma del sistema tiene que “estar en el marco de los estatutos de autonomía”. Ningún estatuto contempla la creación de un sistema especial para Cataluña que elimine, o reduzca, su participación en el reparto de recursos que genera el Régimen Común. Ni siquiera el Estatut catalán.

Estas líneas rojas que ha marcado la vicepresidenta hacen inviable la propuesta presentada por la Generalitat. Al menos en sus términos actuales. Eso sí, Montero no ha cerrado las puertas a crear algún tipo de singularidad para Cataluña, lo que puede ser una vía de escape para la negociación con los partidos independentistas.

La singularidad catalana

“Con Cataluña no habrá problema en incorporar aquella singularidad que la Generalitat pueda demostrar, igual que puede hacerlo Aragón o Andalucía”, ha señalado Montero. Sin embargo, ha reconocido que “la dificultad estriba en el peso que puede tener” esta hipotética singularidad. El objetivo de Cataluña es reducir su aportación a la solidaridad territorial, pero esto implica en una merma de recursos en las comunidades con menos recursos que puede generar grandes fricciones para el PSOE.

Estas singularidades pueden ser consecuencia de competencias transferidas que no tienen otras comunidades, como es la de instituciones penitenciarias, ha explicado Montero. "Cada territorio tiene una cifra muy larga de singularidades, es lógico y legítimo, pero esto tiene que servir en toda España y no solamente en una parte", ha remarcado Montero. Esto es, singularidades que serían extensibles a otras comunidades autónomas que pidan la transferencia de esas mismas competencias.