Segunda gran derrota española en Europa tras la 'consolación' de Calviño

"Estamos peleando con uñas y dientes". Estas palabras expresadas por Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, se pronunciaron días antes de que Nadia Calviño ganara el proceso y fuera elegida presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), la primera vez que España presidente la entidad, que está previsto que gane mucho peso en los próximos años. Pero no se han repetido en los últimos días, en los que Madrid se jugaba la última gran sede europea en liza: la agencia europea contra el blanqueo de capitales (AMLA, por sus siglas en inglés).

De este modo, el Consejo y el Parlamento Europeo eligieron este jueves Fráncfort como sede del AMLA, por 28 votos, frente a los 16 de Madrid, la segunda ciudad más votada. Aunque desde el Gobierno han venido defendiendo que han peleado tanto por esta sede como lo hicieron por Calviño y la otra candidatura perdida (la del Mecanismo Único de Supervisión, que fue anterior, pero simultánea), la realidad es que en Europa cada país tiene un determinado capital político, y España no ha sido capaz de abarcar las tres carreras con el oxígeno necesario. "El Gobierno no se ha movido lo suficiente, y el resultado lo hemos visto en la votación”, afirma Eva Poptcheva, eurodiputada española (Ciudadanos) que ha liderado el proceso del AMLA, en declaraciones a este medio.

Las dos derrotas han dolido especialmente en el sector financiero español, según fuentes del sector consultadas por este medio. El proceso del BEI arrancó cuando se estaba decidiendo la presidencia del MUS, el brazo del Banco Central Europeo (BCE) dedicado a vigilar a las grandes entidades financieras del continente. Una de las claras favoritas era Margarita Delgado, la subgobernadora del Banco de España, que recibió el respaldo total de la Eurocámara. Sin embargo, esta supervisora perdió finalmente contra la alemana Claudia Buch, con peor currículum que la española, que fue nominada por Christine Lagarde, presidenta del eurobanco, desoyendo las peticiones de los eurodiputados, pero sabiendo que Buch tenía más opciones de contar con el respaldo del Consejo.

Se da la circunstancia de que ambos procesos en los que las candidaturas españolas han sido derrotadas, la del MUS y la del AMLA, España ha contado con una mayoría amplia de apoyos en el Parlamento Europeo, y ha sido en el Consejo, que representa a los Estados miembros y en la cúpula del BCE donde se ha perdido las batallas. Es decir, el órgano donde hay más partidos representantes y más diversidad veían a Madrid y a Delgado como los mejores candidatos, pero ha sido en el Consejo donde los alemanes se han impuesto por partida doble: con la alemana Buch y Fráncfort. En el Consejo se votó primero por separado para concentrar así apoyos e imponerse a la Eurocámara, y la elegida fue la ciudad germana. En la casa de los Estados miembros se respetan los acuerdos y los consensos, por lo que el embajador español votó en contra de Madrid.

"El Gobierno no se ha movido lo suficiente", dice la eurodiputada Poptcheva

En el sector financiero, consideran que España ha terminado ganando el puesto que menos interesaba de los tres. A nivel de influencia y de importancia para el país, en el del MUS estaba en juego la vigilancia de todo el sistema financiero, que ahora tendrá ojos alemanes.

En el caso de la sede anti blanqueo, lo que estaba en juego no era tanto la influencia sino el impacto económico y simbólico para una ciudad como Madrid, que hubiera traído 400 puestos cualificados al norte de la ciudad, en la Torre de Cristal, más todo el empleo indirecto que genera un organismo como este, que es muy amplio. "Es algo decepcionante porque para el Parlamento, Madrid ha sido una de las favoritas, por la calidad del marco regulatorio español contra el blanqueo de capitales y la experiencia de nuestra autoridad nacional (Sepblac)", opina la eurodiputada Poptcheva.

La paradoja alemana

Frente a ello, en el sector se considera que el BEI ha sido un organismo algo más irrelevante en la última década, aunque también es cierto que ha ganado importancia a raíz del covid y de la necesidad de que organismos como este o el ICO en España apoyen el despliegue de fondos hacia la economía, con el objetivo de transformarla. La entidad con sede en Luxemburgo es cada vez más activa en cuestiones como la agenda climática o inversiones estratégicas en tecnología, y a nivel de ministros de Finanzas ya se habla de que el BEI pueda implicarse también más en la industria de la seguridad y la de defensa.

Fuentes próximas al proceso señalan que España llegó tarde con su candidatura madrileña frente a todos los movimientos que venían haciendo desde hace meses los alemanes y franceses, que quedaron primero y tercero. Aun así, estas fuentes reconocen que el nuevo ministro de Economía, Carlos Cuerpo, se ha remangado en las últimas semanas, logrando captar muchos de los votos que obtuvo la capital española. "El Gobierno se ha implicado demasiado tarde, una vez ha entrado el nuevo ministro de Economía, que sí se ha empleado a fondo en la cuestión, como el alcalde de Madrid, el señor Almeida", añade Poptcheva.

Se da la paradoja de que finalmente Fráncfort se consolidará como la gran capital financiera de Europa a pesar de escándalos como Wirecard y de que en los últimos tiempos está adoptando una posición menos fiable en el Consejo a raíz de la división interna en el Gobierno. Los escándalos relacionados con el blanqueo, como son las inspecciones a Deutsche Bank, no han sido un freno para la candidatura alemana, que incluso parecía lanzar guiños a ellos, asegurando que tener la AMLA en Fráncfort permitía estar "a poca distancia a pie" de las inspecciones. Así, esta ciudad alemana sumará el AMLA a la sede del BCE, el MUS y la Autoridad Europea de Seguros (EIOPA), mientras Madrid sigue en blanco y sin ninguna agencia a la vista, como ya le pasó a Barcelona tras perder la Agencia Europea del Medicamento.