Calviño avisa de que los presupuestos son necesarios para canalizar los fondos europeos

El Banco Europeo de Inversiones (BEI), brazo financiero de la Unión Europea, ya ha dado todos los pasos internos para la puesta en marcha el primer tramo del Fondo de Resiliencia Autonómica. Se trata de una línea de financiación de proyectos productivos por valor de 2.700 millones de euros —a los que hay que sumar otros 900 millones que pondrá el Fondo Europeo de Inversiones—, ligada a los préstamos del plan de recuperación, pero que está pendiente de su articulación con los otros tres actores participantes: el Estado, las comunidades autónomas y la Comisión Europea. "Estamos trabajando con ellos para que no haya ningún retraso", ha dicho este jueves la flamante presidenta del BEI, Nadia Calviño.

Para desplegar este año los 3.600 millones de esa primera línea del fondo, que tiene un montante total de 20.000 millones de euros, ya se han iniciado las conversaciones técnicas entre las instituciones, según ha explicado Calviño en su sonriente estreno frente a la prensa española desde que asumiese el cargo el 1 de enero. Sin embargo, la exvicepresidenta primera y exministra de Economía ha precisado que todavía es necesario que se desarrolle el marco de gobernanza, que no está claro. En su comparecencia este miércoles en el Congreso, su sucesor al frente del ministerio, Carlos Cuerpo, explicó que participarán tanto el Gobierno como las comunidades autónomas, que tendrán capacidad de voto.

Calviño, que estaba en Madrid para presentar los resultados de BEI en España en 2023, ha evitado aclarar hasta qué punto la situación política en nuestro país, donde todavía es una incógnita si va a haber presupuestos generales del Estado este año, puede afectar al desarrollo de este fondo. Sin embargo, ha dejado entrever que sí podría tener una incidencia: "Los presupuestos determinan el marco para poder desplegar esos préstamos". Si finalmente no lograse sacar adelante las cuentas públicas, el Gobierno tendría que buscar otras fórmulas para articularlos, como el decreto ley, aunque no está claro hasta qué punto esto serviría para desbloquear la situación.

En cualquier caso, la presidenta del BEI ha sido muy explícita a la hora de subrayar la relevancia de contar con unas cuentas públicas para desplegar el conjunto de los NextGenerationEU. "Es importante la aprobación de los presupuestos del Estado como instrumento para poder canalizar todos los fondos europeos". En ese sentido, ha destacado que entre 2021 y 2023 "sirvió" para hacerlo, en una reivindicación implícita de su legado en el Gobierno de España.

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Esta vez no resulta tan sencillo, ante la dificultad que tiene el Ejecutivo para reunir los apoyos parlamentarios necesarios. Esta misma semana, el portazo a la ley de amnistía puso en evidencia la distancia entre el PSOE y Junts, cuyos votos son imprescindibles para sacar adelante las cuentas. El Ejecutivo mantiene que su intención es aprobar unos presupuestos para este año.

Bajada de tipos de hasta 150 puntos

En la rueda de prensa también estuvo presente el director general de Operaciones del BEI, Jean-Christophe Laloux, que destacó la importancia del papel que juega el banco a la hora de financiar proyectos, especialmente en el ámbito de las energías renovables y el transporte sostenible, en un escenario marcado por los elevados tipos de interés.

En contraste con la prudencia mostrada por Calviño, que no quiso pronunciarse sobre el esperado cambio de ciclo en la política monetaria, Laloux se aventuró con una arriesgada predicción: el BEI, dijo, estima que el precio del dinero caiga entre 100 y 150 puntos básicos en la segunda mitad del año. En otras palabras: los tipos pasarían del 4,5% actual a entre un 3% y un 3,5%.