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Calviño firma la paz con la banca antes de convertirse en su socia en el BEI
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REUNIÓN

Calviño firma la paz con la banca antes de convertirse en su socia en el BEI

La vicepresidenta ha suavizado sus relaciones con las entidades y ha abierto la puerta a revisar el impuesto desde que oficializó su candidatura al Banco Europeo de Inversiones

Foto: Ana Botín, presidenta de Santander, y Nadia Calviño. (EFE/Mariscal)
Ana Botín, presidenta de Santander, y Nadia Calviño. (EFE/Mariscal)
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De ser el azote de los bancos a convertirse en su última aliada en el Gobierno en apenas unos meses. Así es como se ve en el sector financiero a la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, cuya salida se producirá en unas semanas tras su nombramiento como nueva presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI).

Esta alta funcionaria gallega dio una alegría a los grandes bancos españoles el pasado viernes al anunciar que el Gobierno revisará el impuesto extraordinario, que ha costado al sector cerca de 3.000 millones de euros entre este año y el próximo. Aun así podría ser una alegría efímera, ya que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se opuso frontalmente poniendo sobre la mesa el pacto de investidura, lo que llevaba al Ministerio de Economía a señalar este domingo que el Gobierno "no contempla" una modificación del impuesto en "estos momentos". Sea como sea, el discurso inicial de Calviño indica un mayor alineamiento con las entidades que con Sumar, aplicando la lógica de que la banca dejará de tener beneficios extraordinarios ante la corrección que está viviendo el euríbor y las posibles bajadas de tipos.

A esto se suma la reunión que va a tener la vicepresidenta este lunes con las patronales del sector (AEB, Ceca y Unacc), en la que se prevé que haya cambios ligeros en el código de buenas prácticas hipotecario. Pero ninguna desviación que preocupe demasiado al sector, al contrario de lo que también promovieron desde el socio de gobierno del PSOE.

Con ello, la salida de Calviño será mucho más afable con los bancos de lo que fue su aterrizaje, con críticas a las entidades por los sueldos de sus directivos, la mala atención a los mayores, el éxodo rural y la subida del coste de las hipotecas.

Foto: La ministra de Economía, Nadia Calviño. (EP/Diego Radamés)

Entre los bancos, se vio un claro cambio de guion desde que la vicepresidenta oficializó su candidatura a la presidencia del BEI, el pasado mes de agosto. Unas semanas después, convocó en el ministerio a los principales ejecutivos del sector a una reunión en la que el tono fue "cordial y constructivo", cuando apenas dos meses antes había habido otro cónclave mucho más tenso que coincidió con la precampaña electoral. En esta línea, los banqueros consultados creen que el Gobierno hizo un uso electoral de las medidas antibanca, de las que ahora está reculando en parte, a pesar de las críticas de su socio de gobierno.

Otra lectura que se hace en el sector es que el acercamiento de Calviño se debe al futuro cargo que ocupará a partir de 2024, en el que será socia obligada de los bancos. El BEI concede financiación para proyectos que fomenten los objetivos de la Unión Europea (UE), para lo que sus principales aliados son las entidades financieras. En España ha financiado 1.300 proyectos por valor de 233.000 millones desde su creación, en 1981. El BEI gestiona directamente los grandes préstamos, pero se apoya en 17 entidades locales para los proyectos de menos de 25 millones.

placeholder Nadia Calviño y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. (Europa Press/Eduardo Parra)
Nadia Calviño y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. (Europa Press/Eduardo Parra)

El cambio de discurso de Calviño ha tenido la bajada del euríbor como gran catalizador. El índice sobre el que se miden las hipotecas a tipo variable ha pasado del 4,1% al 3,7% en los últimos meses. Los bancos centrales apuntan a bajadas de tipos en 2024, lo que disminuirá los beneficios del sector financiero en un momento en que llegan otros vientos en contra: el aumento de la remuneración de los depósitos, la caída de la demanda de crédito y el posible aumento de la morosidad.

Por todo ello, recientes informes de bancos de inversión como UBS, Barclays y Goldman Sachs apuntan a un estancamiento del beneficio en 2024 y caídas en 2025. Un mensaje que coincide con un informe presentado esta semana por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), que advertía de que los resultados de los bancos están tocando techo.

"Me parece que es el momento de revisar y ver si hay que ajustar algunos parámetros en el nuevo escenario en el que estamos, en el que ya no hay esa subida tan rápida de los tipos de interés y esa subida tan rápida de los precios de la energía. Tenemos que ver si en esos dos impuestos hay que hacer algún ajuste o no", afirmó Calviño. A ello respondió Yolanda Díaz, afirmando: "Le diría a la señora Nadia Calviño, pacta sunt servanda [lo pactado, obliga] y que acabamos de cerrar un acuerdo con el PSOE, que dio la presidencia del Gobierno al señor Sánchez, en el que, de manera clara, justamente en momentos de crisis de inflación sin precedentes, los que más tienen, más tienen que aportar". La polémica está servida en las próximas semanas, aunque Calviño dejará de influir en ella en breve.

El debate hipotecario

Lo mismo ocurre con el código de buenas prácticas, aprobado hace un año para ayudar a las familias vulnerables con complicaciones para pagar la hipoteca. Díaz siempre quiso que se fuera más allá e incluso se congelaran las cuotas hipotecarias. Calviño fijó un umbral de acogimiento al código que tuvo que pelear con las entidades y, sobre todo, el Banco de España, buscando no desestabilizar el sector y conseguir un titular mediático: llegar a un millón de familias.

La realidad es que estas medidas están lejos de llegar a esta meta y Calviño avanzó que en la reunión de este lunes ampliará umbrales para llegar a más hogares. Los bancos ven este debate superfluo, ya que elevar la renta máxima de las familias beneficiarias no va a provocar centenares de miles de solicitudes, al menos mientras aguante el empleo. Y menos si las próximas renovaciones de cuotas van a la baja ante la evolución del euríbor. De nuevo, Calviño se encuentra entre la espada de Díaz y la pared de la realidad financiera. Aunque pronto será más parte de lo segundo que de lo primero.

De ser el azote de los bancos a convertirse en su última aliada en el Gobierno en apenas unos meses. Así es como se ve en el sector financiero a la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, cuya salida se producirá en unas semanas tras su nombramiento como nueva presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI).

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