El BCE cree que los salarios no han llegado a su tope: podrían crecer a un 4,5% en la eurozona
En un informe presentado este viernes, el BCE ha señalado que el crecimiento de los salarios negociados comenzó a repuntar en 2022 debido a la inflación y la escasez de mano de obra
El Banco Central Europeo (BCE) calcula que los salarios negociados podrían crecer en torno a un 4,5% en la eurozona en los próximos trimestres, por lo que continuarán en máximos sin una indicación clara de que se vaya a producir un punto de inflexión.
En un informe presentado este viernes, en el que ha dado a conocer su nueva herramienta para controlar esta variable, el BCE ha señalado que el crecimiento de los salarios negociados comenzó a repuntar en 2022 debido a la inflación y la escasez de mano de obra en algunos sectores.
En la actualidad, estos aumentos se encuentran en niveles "históricamente altos", con un crecimiento salarial en 2024 que podría ser ligeramente superior a 2023, pero que dependerá de la revisión de los convenios que tienen que tener lugar de aquí a final de año.
El BCE tiene la vista puesta en la renovación de los convenios colectivos que van a tener lugar durante este primer trimestre de 2024, que tendrán "un impacto decisivo en el desarrollo de las presiones salariales en 2024". De hecho, el organismo ha afirmado que los últimos datos disponibles no muestran cuándo se producirá un punto de inflexión en el crecimiento de los salarios negociados.
Además, ha señalado que la larga duración de los contratos en algunos países —como es el caso de España— podría conducir a cierta persistencia de las altas tasas actuales. El BCE ha destacado en numerosas ocasiones la importancia que tienen los salarios a la hora de fijar su política monetaria, hasta el punto de que en la rueda de prensa de la última reunión del Consejo, la presidenta de la institución, Christine Lagarde, aseguró que iban a vigilar el alcance que esta variable podía tener en la inflación.
El Banco Central Europeo (BCE) calcula que los salarios negociados podrían crecer en torno a un 4,5% en la eurozona en los próximos trimestres, por lo que continuarán en máximos sin una indicación clara de que se vaya a producir un punto de inflexión.